Una hipótesis arriesgada, pero que no
suena nada descabellada en el marco de lo que viene publicando Tribuna de
periodistas. Según diario Crónica, el capitán Juan Vicente Cardozo y
el oficial Víctor Ariel Vega, ambos detenidos por su presunta participación en
el secuestro extorsivo del empresario Leonardo Gabriel Bergara, seguían una
pista que se vincularía con un funcionario de segunda línea del Registro
Nacional de Armas (RENAR). Se trataría de Martín Lanata, a quien este
periódico viene señalando por su cercanía con el ministro de Justicia, Aníbal
Fernández.
Pero además se dice que este último sujeto habría sido
investigado en la famosa causa de “la Ruta de la Efedrina”, porque se presume
que actuó como nexo en la misteriosa reunión que Sebastián Forza mantuvo con un
grupo de tenebrosos narcotraficantes en Quilmes, horas antes de ser asesinado.
Se supone que en el ilícito consumado en la zona de Ranelagh el mes pasado
intervinieron efectivos policiales, y al menos 3 presidiarios que gozarían del
beneficio de arresto domiciliario. La gavilla tendría conexiones en Paraguay, en
asuntos ligados al tráfico de estupefacientes.
Según Crónica, "calificados voceros dijeron que Cardozo y
Vega habrían sido implicados en el expediente porque seguían, en reserva, una
pista que señalaba que un funcionario de segunda línea del citado organismo
(quien aparentemente habría actuado como nexo para la famosa reunión que Forza
habría mantenido con peligrosos narcotraficantes en un shopping de Quilmes, al
sur del Gran Buenos Aires) se hallaría relacionado a dicha organización de
sujetos que efectuó el secuestro extorsivo de Bergara, de 37 años".
Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón aparecieron brutalmente
asesinados por disparos en agosto pasado, en la localidad bonaerense de General
Rodríguez, tras haber sido raptados en jurisdicción de Capital Federal. El
Triple Crimen de estos empresarios se investiga en una causa judicial en la que
también aparece el tráfico de efedrina destinado a carteles de drogas de origen
mexicano.
Pero los captores se habrían enterado de que Cardozo y Vega
estaban sobre sus pasos y, por tal razón, no tuvieron reparos en incriminarlos
como parte de la gavilla. La mencionada pista revelaría que en el secuestro de
Bergara participaron policías y al menos 3 convictos, que en la actualidad
gozarían del beneficio del arresto domiciliario.
Se sospecha que la banda tendría conexiones en suelo
paraguayo. Esta hipótesis surge a raíz de un allanamiento efectuado en una finca
situada en Las Rosas al 1.000, en el Barrio Santa María de Pilar. En este lugar
vive una persona que estaría muy vinculada a gente de esa nacionalidad.
Trascendió que, dentro de esta casa, los pesquisas incautaron al menos 6
aparatos de telefonía celular y los investigadores ahora averiguan si los mismos
fueron utilizados para llevar a cabo llamadas extorsivas a la familia del
empresario raptado.
Bergara fue privado de la libertad, en la mañana del 22 de
diciembre pasado, mientras se desplazaba junto a su esposa a bordo de una
camioneta Grand Cherokee en Ranelagh.
Los hampones reclaman el pago de medio millón de dólares en
concepto de rescate. Una teoría que manejan los servidores públicos sostiene que
en realidad los forajidos querían raptar a la mujer del empresario, pero se
equivocaron y finalmente llevaron al hombre.
“Opinamos que Bergara, de 37 años, tenía el manejo del dinero
y por este motivo la verdadera idea de los captores era secuestrar a su pareja”,
explicaron los funcionarios, quienes agregaron que “el pago del dinero se dilata
porque la esposa del rehén y sus parientes no tendrían la posibilidad inmediata
de juntar lo solicitado por esos marginales”.
“El secuestro de Bergara se habría originado como
consecuencia de una deuda que tenía la víctima”, manifestaron los informantes.
Ana Grillo