I. Un punto de partida

    Hasta ahora, ninguna ley natural comprobada parece refutar la validez universal de la siguiente premisa: La existencia de todo sistema filosófico, religioso o político, todo sistema capaz de aglutinar y conducir masas, obedece estricta y exclusivamente a la presencia excluyente de dos factores cuyo origen no se encuentra en la esencia, bondad o utilidad del sistema en sí, sino en la complejísima estructura de la psiquis humana:

    a) Las necesidades/carencias de las personas
    b) La habilidad del líder para aprovecharlas.

    Sin embargo, el componente innovador lo proporciona la “creatividad” en cuanto a la variedad, la diversidad de argumentos a los que se apela, a veces desde el sincero convencimiento individual (que por ser sincero no lo exime de ser errado), y otras veces desde la más ruin especulación, para diseñar presentaciones del milenario “producto” (filosofías, doctrinas, religiones, creencias colectivas, teorías, etc.), que se sostiene exclusivamente por esa imperiosa necesidad que tienen muchas personas de identificarse con algo que las haga sentir especiales, diferentes, importantes, exclusivas, o los salve de un destino que se vislumbra sombrío en tanto sucede a una desagradable historia repetida, sin advertir siquiera que posiblemente sea el camino inverso el que ha de abordarse para conseguir tan sublimes fines. En el primer caso solo se sigue a “una manada”, y eso en nada modifica el comportamiento del hombre con estructura psíquica básica, que sigue a “la manada”. Ser uno mismo probablemente implique no buscarse asociando, sino haciendo introspección, ya que la asociación en términos de buscar las partes semejantes en el otro para poder auto-definirse parecería ser conducta inherente a niños y adolescentes, y ser capaz de cambiar la propia historia requiere un arduo y decidido trabajo interior una vez que se va conociendo el terreno.
    En este contexto de “métodos innovadores” que facilitan el ocultamiento del plagio, la manipulación de la información plagiada a efectos de ser administrada de manera conveniente y útil a los fines de alguien, o generada a partir de líderes desequilibrados que ninguna autoridad en términos de la responsabilidad sobre la tutela del bien común parecería advertir como “peligrosos”, quizás porque en muchos casos se sirven de tales personajes y sus “obras”, es que se aborda este estudio acerca de una organización, con asiento en varios países desde hace mas de 40 años, cuya sola denominación ya evidencia algo escondido en alguna parte:

Instituto Filosófico “Hermético”

    La realización del sueño de un hombre sostenido por millones…….de pesos y carencias ajenas, claro está, cuya enseñanza se fundamenta exclusivamente en la paradójica necesidad de “despertar”.

II. Aclaraciones preliminares

    En virtud del volumen de material del que se dispone para ser analizado que demanda multiplicidad temática y mucho tiempo de trabajo, resultando válidas o refutadas las hipótesis planteadas en el punto III., y sin apelar a métodos demasiado sofisticados ni complejos de ejercicio intelectual, acerca de las enseñanzas impartidas por esta escuela, se han tomado como muestras para esta primera entrega, la primera página y los primeros 33 renglones del Prefacio de la obra: “Los brujos hablan” – décima edición, escrita por John Baines, seudónimo del fundador del IFH Darío Salas Sommer.

III. Primeras once hipótesis

    a) El fundador del IFH proclama verdades absolutas seguidas por paradojas justificadas hábilmente en un marco de una supuesta sabiduría muy superior a la que pudiera ostentar cualquier mortal inteligente y capacitado que no adhiriera a la “filosofía hermética”; que no sea un “elegido rosacruz”, que no haya sido “iniciado” por un “verdadero maestro” en tales artes, que cometa el acto infantil de analizar a la luz de una herramienta tan defectuosa y cuestionable como lo es “el sentido común”.
    b) Expresa de manera implícita y explícita contar con el monopolio de la verdad tanto en la supuesta enseñanza que se imparte como en los métodos y prácticas y sus incuestionables resultados;
    c) Apela al sofisma como metodología de validación de afirmaciones categóricas no pasibles de comprobación con ningún otro método mas que la adhesión incondicional al dogma en cuestión;
    d) El fundador del IFH manipula todo tipo de dato (psicológico, psicoanálitico, guestáltico, religioso, filosófico, histórico, técnico, físico, ecológico, económico, genético, químico, etc.) produciendo muchas veces información distorsionada, que se adapta a las necesidades sociales del momento y lugar, es decir, la demanda de mercado como cualquier negocio convencional;
    e) Copia ideologías, filosofías, doctrinas, religiones y teorías, cuyas fuentes son en algunos casos milenarias, a las que se presenta con nombres sofisticados como “hipsoconciencia” o “Int. 7”, ó cazabobos como “ecología interior” o “física moral”, para venderlas como descubrimientos propios, de un “maestro iluminado”. Asimismo, copia ciertos postulados científicos (inherentes a la física cuántica, genética, astronomía, etc.) para darles el mismo fin;
    f) Ensambla hábilmente conceptos de diversas disciplinas científicas con rituales tomados de diferentes corrientes religiosas o esotéricas;
    g) Cita u omite cuidadosamente las fuentes de información científica, religiosa, filosófica, etc., en tanto sirvan para validar o no sus afirmaciones categóricas;
    h) Permite, de manera deliberada o sin saberlo, que personas con características psíquicas de desequilibrio, estén al frente de sedes que tiene su escuela diseminada por el mundo;
    i) Los rasgos mencionados en el ítem a), b) y c) del presente trabajo que ostenta su enseñanza sirven perfecta y artesanalmente como caldo de cultivo para el autoengaño de los “discípulos” o “socios del IFH” en tanto cualquiera que advierta tales características desriptas en el punto anterior “estaría proyectando su propio mundo interno”, por lo tanto lo que ve es distorsionado por su “falta de conciencia superior a la que Salas llama en su obra El desarrollo del mundo interno”, INT 7;
    j) Del punto anterior se desglosa la descalificación de plano hecha a todo aquél que no adhiera de manera obsecuente al dogma del IFH y ose pensar, razonar, acciones a las que también se descalifica desde la afirmación de que el sapiens, por estar programado no piensa ni razona;
    k) La trillada frase “no se debe creer nada de lo que aquí se enseña hasta tanto no se pruebe por si mismo”, pierde validez al compararse con la otra trillada frase utilizada dentro del IFH que es “esta es una escuela de obediencia”.


IV. Primeras muestras analizadas

    Fueron mencionadas en el punto II. Cabe señalar sin embargo que las mismas se eligieron al azar, de una variedad de libros, conferencias, información web y testimonios de miembros de la mencionada institución con una permanencia que oscila entre los 5 y 30 años, en distintas sedes.

V. fundamentos de la presente investigación:

    Se procura demostrar la validez o refutabilidad de las hipótesis planteadas

VI. tesis: El punto inicial de la dialéctica se desarrolla en los siguientes ítems:

1. Del pretendido monopolio de la verdad al conveniente juego con las paradojas, sin soslayar las contradicciones

    Admitimos como ciencia al conocimiento que se adquiere mediante un procedimiento constituído por la sumatoria de procesos específicos al que llamamos método científico. Tal definición convierte al sistema en la guía de cómo hay que pensar para captar el conocimiento, adjudicándosele la potestad exclusiva de control de la única alternativa para adquirirlo. A continuación, el mismo sistema institucionalizado determina cómo hay que interpretar esos conocimientos y finalmente cómo hay que plasmarlos en leyes o postulados científicos que conforman los paradigmas. Estos paradigmas son demolidos total o parcialmente cada cierto tiempo no solo a causa de los nuevos descubrimientos sino conforme a la utilidad socio-político-cultural del momento.
    Sin embargo, una de las virtudes del método científico y sus asiduos practicantes, es su amplísima capacidad para dejar siempre la puerta abierta a nuevos resultados, producto de nuevas investigaciones, quizás abordadas con nuevos métodos que validen o refuten las verdades anteriores. El verdadero científico no cree ni proclama verdades absolutas ni afirma categóricamente que las mismas sean de validez universal, sino que valida hoy si comprueba sin perder de vista jamás la limitación del método, del conocimiento humano y temporalidad de todo. Pero como la elaboración científica lleva un tiempo considerable, a fuerza de pensar y comparar, y las necesidades de las personas son urgentes, la puerta abierta a nuevos conocimientos es aprovechada por otras entidades.

Libro: “Los brujos hablan” – décima edición – página 1.

    Se lee: “A los sinceros buscadores de la verdad y a todos los que anhelan liberarse del error, la ignorancia, la mentira y el dolor”.
    [¿Deberíamos entender entonces que estamos frente a un ser tan extraordinario cuyas enseñanzas vertidas en dichas páginas monopolizan “la verdad” al punto de poseer la capacidad de liberarnos de todo aquello que no nos permite alcanzarla?], [¿Puede un ser humano inmerso en el error, la ignorancia, la mentira y el dolor reconocer en sí mismo su sincera búsqueda de la verdad?. Tal vez sí, tal vez no.]. [No sería mas apropiado pensar que aquel que no esté padeciendo esos avatares se encuentre mejor posicionado para poder determinarlo?]. [¿Será justamente la condición de un ser humano abrumado por el dolor, la incertidumbre, el error, la ignorancia la condición sine quanon para poder ser “ayudado” por los supuestos poseedores de la verdad?]. [¿existe algún ser humano que carezca de ignorancia?, sin lugar a dudas, ninguno.
    Todos sabemos sobre algunas cosas e ignoramos sobre la mayor parte…, y sin considerar la medición de capacidades de aprendizaje que tengamos, hay una realidad mas cercana, y es que la vida no nos alcanza para saberlo todo, ni valiéndonos del intelecto, de la conciencia expandida de los iluminados, ni de la intuición, ni aplicando el método holístico, ni bajo el efecto de narcóticos que exciten la corteza cerebral, ni utilizando la percepción extrasensorial o la forma en que fuere que captemos ese conocimiento]. [Por lo tanto hay dos ideas que colisionan con lo planteado: 1) no existe ser humano carente por completo de ignorancia que pueda enseñarnos a liberarnos de ella de un modo absoluto. Quizás pueda enseñarnos a liberarnos de una parte; 2) como corolario de lo anterior, no existe método capaz de erradicar el 100 % la ignorancia]. [Por último, ¿no existe, desde el punto de vista individual o colectivo, otro camino mas que acudir al IFH, para liberarse del error, la mentira, la ignorancia y el dolorr?]
Libro: “Los brujos hablan” – décima edición – Prefacio.: “Existen tantas opiniones y puntos de vista como individuos. Cada uno defiende su verdad valiéndose para ello de diferentes argumentos. Sin embargo, mas allá de las verdades está la verdad. ¿Qué es la verdad?. La verdad es lo que es. Es el objeto en sí desprovisto de mirajes personales. Solamente se puede llegar a la verdad alcanzando la facultad de percibir y razonar objetivamente, abandonando el antropocentrismo que conduce a la enunciación de semi-sabios. El mundo está lleno de semi-sabios. Los verdaderos sabios al igual que la Esfinge, callan, y solo ocasionalmente levanta una punta del velo”.

    [La primera evidencia que salta a la vista es que aquel que nos dedicaba su obra desde la perspectiva de conocedor de la verdad, admite en la página siguiente algo así como que “en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”, al decir que: “Cada uno defiende su verdad valiéndose para ello de diferentes argumentos”. La pregunta sería: ¿por qué él es la excepción a la regla y no estaría defendiendo su verdad valiéndose para ello de diferentes argumentos que pueden adolecer de la misma invalidez que los esgrimidos por los supuestos ignorantes o desconocedores de la verdad que por ese motivo sufren, yerran e ignoran?].
    [Si nos detenemos en el último párrafo: “El mundo está lleno de semi-sabios. Los verdaderos sabios al igual que la Esfinge, callan, y solo ocasionalmente levanta una punta del velo”, advertimos que el autor de esas líneas afirma, de manera implícita que él es un sabio y no un semi-sabio, de lo contrario no nos podría ofrecer tamaña ayuda de liberarnos de la ignorancia, la mentira, el dolor y el error. Ahora bien, si los verdaderos sabios al igual que la Esfinge callan y solo ocasionalmente levantan una punta de velo. ¿Cómo es que él está impartiendo desde hace mas de 40 años consecutivos esta enseñanza?. En principio parecería contradictorio, “consecutivo” no es sinónimo de “ocasionalmente”, lo cual lo deja en posición de semi-sabio. Asimismo, por aplicación de propiedad contraria llegamos a inferir que si no se conoce ser 100 % ignorante ni 100 % sabio, el autor debe resultar un semi-sabio o un semi-ignorante, como todos nosotros humildes mortales, hecho que lo deja desprovisto de su capacidad para liberar a nadie de nada de lo enunciado en la primera página.]. [Veamos por ejemplo, cuanta sabiduría podría demostrar el autor sabio ante una emergente intervención quirúrgica a corazón abierto?, o ante el inminente despegue de un cohete de la NASA?, o ante la resolución de los enigmas matemáticos irresolutos que durante milenios mantiene en vilo a innumerables hombres de ciencia?, o ante los efectos esperados, conforme a la aplicación de complejísimas fórmulas matemáticas, del comportamiento de los cuerpos celestes en sus órbitas, dentro de un determinado sistema solar, inmerso en una de las tantas galaxias, de aquí a 10 años?.........Probablemente en esas instancias se le hubiera agotado la sabiduría….]. [¿Puede el fundado del IFH exponernos los elementos objetivos que nos permitan empezar a considerar la existencia “real” de verdades tan absolutas como las que él proclama dentro un mundo que él mismo admite como “ilusorio”?, “holográfico” en otras de sus obras, conferencias, etc.?]. [¿Qué hace que en un mundo con esas características, sus verdades inmersas en el mismo no tengan la misma naturaleza?]. [Para finalizar, No se analizará ahora el tema del mensaje encriptado de la Esfinge en virtud de tener que abordar explicaciones que exceden el presente análisis y resultaría demasiado extenso; solo es posible poner a consideración la arbitrariedad de la interpretación acerca de “lo que sí hace” la esfinge que es “callar”, cuando en realidad parecería que “toda obra arquitectónica milenaria lo único que hace es hablar acerca de una sociedad, de un pueblo, de una cultura, de sus costumbres, de su religión de su modo de vida, etc.”. Lo que quisieron representar sus creadores es harina de otro costal]

    2da parte analizada del Prefacio: “Este libro no pretende probar ninguna teoría especial ni difundir principios místicos ni religiosos de ninguna especie como tampoco dogmatizar ni sentar polémica sobre ciencia o filosofía. Contiene solamente las enseñanzas de un rosacruz, quien ha comprobado personalmente todo lo que aquí dice, pero no le interesa demostrarlo sino a aquellos que tenga un genuino impulso de superación y elevación espiritual”.

    [Es fácil advertir la falacia cuando afirma: “Este libro no pretende probar ninguna teoría especial ni difundir principios místicos ni religiosos de ninguna especie”, sobre todo cuando los capítulos que siguen del mismo libro son: ¿Qué es el ocultismo?, El espíritu y el alma, Dios, Misterios de la vida y de la muerte, Instrucciones y prácticas para alcanzar la superación material y espiritual, El desarrollo de la conciencia, etc.]. [Si alguien enseña algo, lo que fuere, arte o ciencia, está necesariamente “difundiendo” los conceptos que sustenta eso que está enseñando, por lo tanto parecería ser una segunda contradicción]. [Si por dogmatizar entendemos una doctrina sostenida por una religión o autoridad que no admite réplica, alguien que se arroga el monopolio de la verdad, que además no pretende demostrar nada, podríamos afirmar que la declaración analizada parece nuevamente contradictoria].[En cuanto a la garantía de la comprobación personal de tales enseñanzas por ser un rosacruz, pensemos en el concepto de subjetividad que caracteriza a todo semi-sabio, es decir, todo ser humano, cualidad que encontramos en el análisis del párrafo anterior]. [¿Cómo se define un rosacruz?. Tomando definiciones de varios diccionarios y enciclopedias básicamente se entiende por tal a alguien que pertenece a una legendaria orden secreta fundada por Christian Rosenkreuz, y al decir “orden secreta” entendemos que hacen o conocen cosas cuya difusión no es pública]. [Amerita esta definición y su consiguiente razonamiento a dar crédito a las capacidades del fundador del IFH para meterse en nuestras psiquis y liberarnos del dolor, la ignorancia, la mentira y el error?. Tal vez si, tal vez no.]. [A algunos puede servirles el paseo por la perspectiva mistico-científica de su propia realidad, a otros puede no producirles nada y a otros puede perturbarlos de por vida].
    [Respecto de los únicos depositaros de tales enseñanzas como “sinceros buscadores de la verdad”, nuevamente cabe formularse la misma pregunta, ¿quien carece de subjetividad para buscar de manera tan correcta o tan desacertada, obedeciendo a mandatos subconscientes?, ¿quien victima del dolor, la ignorancia y el error, en estado de desesperación, abrumado, es capaz de hacer buenas elecciones con respecto al que puede salvarlo?]. [Por último, ¿quien en su sano juicio, o al menos, desprovisto de los males que afectan tan profundamente el alma, buscaría o seguiría a quien no conoce y se le presenta como sabio rosacruz, dueño de la verdad?]

    3era. Parte analizada del Prefacio: “Esta escrito con la autoridad del que sabe y conoce, en lenguaje sencillo, al alcance de todo el mundo. Está dirigido a todos los que tengan ojos para ver y oídos para escuchar, a los que no se conforman con los convencionalismos científicos, filosóficos y sociales, a los que se dan cuenta de que “algo no marcha bien” en la especie humana, a los que sufren y no pueden explicarse la razón de su dolor, a los que se siente tocados en una cuerda intima y sensible al leerlo, a los que quieren conocer la verdad de la ida en forma practica y persona, a los que se sienten incomprendidos por el mundo y la gente, a los que tienen un ideal de un mudo mejor a través de la elevación espiritual del individuo, a los que aborrecen la injusticia, la miseria y la ignorancia y a todos lo que anhelan superarse espiritual y conceptualmente”

    [Sobre que está escrito con la autoridad de que sabe, como no es comprobable esta afirmación en cuanto a qué sabe y qué desconoce, la dejaremos provisoriamente. Sin embargo en principio parecería no saber que existen “homo sapiens”, “no iniciados” ni “rosacruces”, que con una “metodología no vanguardista”, y “limitados en su conciencia”, son capaces de advertir tanta contradicción, tanta manipulación de la paradoja, tanto sofisma y demostrarlo objetivamente]. [Acerca de que: “Está dirigido a todos los que tengan ojos para ver y oídos para escuchar..” las preguntas serían ¿Quién evalúa la ceguera o sordera de los que admiten o no ser conducidos por este “sabio”?, ¿Si se desiste de ser conducido, es por ceguera sordera o franca salud mental?. ¿Es decir que cualquiera que adhiera a la aventura de quien afirma que es el poseedor de la verdad, un sabio, pero que no pretende demostrar, es un sincero buscador de la verdad, sano de vista y oído. Mientras que quien descarta la idea, sencillamente porque no es su estilo para resolver el eterno problema del ser es un ciego y un sordo….quizás hasta podría agregarse un estúpido, no?]


VII demostración:

    Como se desprende de la secuencia de lo analizado, quedan validadas las hipótesis a) y b) por la aplicación del método científico.

Comentarios finales:

Para la próxima entrega se analizará, validará o refutará la hipótesis c),

2. De la manipulación de la paradoja al sofisma

    Asimismo, se destaca que las muestras para la comprobación de las hipótesis mencionadas en el presente trabajo y las futuras a exponer, se encuentran diseminadas en toda la obra de Sr. Darío Salas Sommer, por lo que probablemente vuelvan a aparecer de manera redundante en otras producciones del mismo autor.

O. Egené
Especial para Tribuna de Periodistas