El empresario Leonardo Bergara fue
secuestrado el 22 de diciembre del año pasado del interior de su casa y liberado
33 días después tras el pago de un rescate con dinero marcado, dólares y pesos,
más dos cajas con relojes y joyas.
Así se desprende de información judicial a la que tuvo acceso
DyN, que precisa que por la aparición con vida de Bergara su hermano pagó
179.000 dólares, 107 mil pesos y las joyas, previamente identificados, según un
acta que figura en la página 5.366 del expediente.
Dos albañiles describieron la escena del secuestro como
ocurrida en el "patio" de la casa de los Bergara, en Ranelagh, y ambos
aseguraron que las cuatro personas que "levantaron" al matrimonio vestían
"uniformes camuflados color verde tipo de guerra con la inscripción de 'policía'
en su pecho, portando un pasamontaña cubriendo todo el rostro".
Sin embargo, pese a los pasamontañas denunciados y a que el
propio secuestrado dijo que nunca vio la cara de sus secuestradores, uno de
los albañiles pareció contradecirse porque confeccionó un "dictado de rostro de
aquel que agarró a Leonardo Bergara".
Uno de los dos albañiles testigo del secuestro, cuya
identidad esta agencia mantendrá en reserva, señaló que cuando Bergara se
aprestaba a salir de su casa "ingresaron dos NN masculinos con chaleco de
policía color negro y encapuchados con pasamontañas, portando armas de gran
calibre, tipo escopeta o rifle tomando uno de ellos a Ana (la esposa de Bergara)
del brazo e intentándola sacar a la vereda".
"Al mismo tiempo, otros dos sujetos vestidos con chalecos y
armas largas también encapuchados, refirieron a viva voz: 'vos quedate quieto
policía, policía'" contestándole la victima que si eran policías, por qué lo
apuntaban con eso y por qué usaban capuchas; a lo que los sujetos los toman del
brazo y los introducen en un automóvil color gris oscuro marca Renault que en se
encontraba estacionado, emprendiendo la marcha raudamente", añade el relato.
El otro albañil confirmó el relato de los hechos, pero en una
ampliación de declaración testimonial "practicó dictado de rostro de aquel que
agarró a Leonardo Bergara", pese a que en todo momento dijeron que los
secuestradores estaban encapuchados.
Respecto del vehículo Renault 9 Gris, supuestamente utilizado
para el secuestro, la documentación muestra que no es el que fue exhibido
públicamente durante la investigación, con chapa patente THC 789, sino otro con
patente TTJ-455, presuntamente propiedad del ex policía José Pardini, procesado
como autor del secuestro.
Según declaró el dueño de un taller mecánico de la localidad
bonaerense de San Francisco Solano, a fines de diciembre de 2008 ese vehículo,
afectado a una remisería propiedad de PArdini, para efectuarle reparaciones.
El testigo relató que "en la semana pudo observar que unas
personas a las que conoce como policías se encontraban observando el vehículo,
motivo por el cual se comunicó con Pardini, quien textualmente le manifestó que
'...me quieren involucrar en el secuestro de Ranelagh, deciles que el
secuestro fue con un auto azul o sino que le pregunten a la mujer...'.
En el secuestro, o al menos en la logística de él, habría
intervenido, además, otro automóvil.
Uno de los albañiles testigos recordó "haber observado el día
del hecho, justo enfrente a la puerta de entrada de la finca de Bergara, un
automóvil estacionado con el capot levantado, el cual era de color gris, con
cuatro puertas, no pudiendo precisar ni marca ni modelo, pero sí aseverar que
era nuevo, el cual brillaba por todas partes, presentando un baúl que aparentaba
sobresalir y redondeado, sin poder recordar si tenía o no vidrios polarizados".
"Había un sujeto que miraba el motor, al que describió como
de 35 a 40 años de edad, cabello corto color oscuro entrecano, peinado con raya
al medio, tez blanca, bien afeitado y bien 'empilchado'… de estatura
aproximadamente 1,70 metros y contextura media", consta la descripción en la
causa.
Mario Poliak