El gobierno nacional abrió el juego en
todo el país tras fijar el mínimo de 1.490 pesos que deberá cobrar cualquier
docente argentino y luego de ello, tal como sucede desde los '90, en que se
descentralizó la enseñanza a las provincias, encomendó a los sindicalistas
docentes continuar en sus respectivas jurisdicciones la discusión "fina".
Sucede que ese 15,5 por ciento del aumento del piso salarial
docente respecto a 2008 disparó no sólo el reclamo de los maestros de las
provincias —que algunos ya estaban por encima de esa pauta— sino también de
los restantes gremios, cuyas patronales aguardan cómo se resolverá la paritaria
del magisterio.
Los 1.490 pesos para el cargo testigo —el más bajo de la
pirámide salarial docente— que acordaron los cinco sindicatos docentes
nacionales —CTERA, UDA, SADOP, AMET y CEA— con el ministro de Educación, Juan
Carlos Tedesco, y su par de Trabajo, Carlos Tomada, puso en la superficie varias
cuestiones conflictivas.
Entre ellas, la aún existente dispersión en los sueldos del
magisterio en el país, algunas quebradas economías regionales, el silencioso
congelamiento salarial a que se sometió a maestros en algunas provincias, y como
si fuera poco que ese 1.490 ya había sido casi conseguido en Provincia de Buenos
Aires y en Capital Federal y superado en las provincias de la Patagonia.
Lo que avivó aún más el conflicto es que los educadores
porteños y bonaerenses reclaman ese 15,5 por ciento o en su defecto los 200
pesos que representó la suba. También reveló que a pesar de que los
gobiernos porteño y bonaerense actúan casi en tándem —sea para convenir
calendarios escolares, cantidad de días de clases, recesos y otras
disposiciones— hoy el distrito capitalino mira de reojo cómo se desvuelven las
negociaciones en la extensa y gravitante Provincia, tal vez para acompañarlos en
el mismo discurso.
Precisamente funcionarios de las carteras educativa a cargo
de Mario Oporto y de Economía que conduce Rafael Perelmiter desglosan por estas
horas las diversas variables para transformar esos aparentemente magros 40 pesos
en satisfactorios aumentos.
"Estas posibilidades van desde transformar alguna parte en
remunerativa y bonificable; o tal vez sólo en remunerativa o solo bonificable,
explicaron fuentes sindicales, las que dejaron entrever también que esta
ingeniería matemática más los conflictos sean "un llamado de atención a la
Nación para que auxilie al gobierno" de Daniel Scioli, que no contaría con los
recursos.
Aparentemente la Provincia contaría con 600 millones de
pesos para otorgar el aumento y necesitaría 1.800 millones de pesos para
satisfacer la suba, mientras el equipo de Macri, entre ellos el ministro de
Educación Mariano Narodowski no confiaron cuál es la masa de dinero necesaria
para la suba salarial, en una suerte de "hacer tiempo" hasta que consideren
oportuno confesarlo. En este marco, la secretaria General de CTERA, Stella
Maldonado, en diálogo con DyN, planteó otra visión del conflicto.
La combativa dirigente aseguró, en base a los conflictos
docentes en Río Negro, Neuquén, las provincias del Norte y otras, que fueron
"promovidos por los gobernadores que usan a los maestros de rehenes para
presionar al gobierno nacional para conseguir más plata, sin llamar a una
instancia de negociación".
De estas afirmaciones de la líder de CTERA se podría
desprender que el inicio de clases fue supuestamente un campo propicio para que
los gobernadores dejaran a los docentes librados a su suerte, en algunos casos
sin paritarias en otros sin el aumento, a fin de llamar la atención de Nación
con las huelgas y los días perdidos para los chicos.
La dirigente para ser más gráfica apuntó a Río Negro, donde
los maestros ya están en los puentes y rutas desde hace más de diez días y no
iniciaron el año escolar.
"Es la situación más grave del país", aseguró para lamentar
que "hace 14 años fue la primera provincia que llamó a paritaria docente, que
pagaba el sueldo más alto y ahora es la que tiene el salario básico más bajo con
440 pesos".
Dijo que el gobernador pidió entrar en el Fondo compensador,
por el que tras la crisis de 2001, el ministerio de Educación nacional decidió
financiar a 11 provincias consideradas más pobres —especialmente las del NOA y
NEA— para que puedan pagar en tiempo y forma a sus maestros.
Hoy aparentemente las otrora consideradas "grandes" y ricas"
deberían estar también en ese fondo de auxilio del gobierno nacional.
Resulta además llamativo que en el marco de los pedidos
provinciales, en las últimas cifras de la coparticipación nacional a las
provincias ninguna alcance al 15,5 por ciento. Por último, valga una reflexión
de un maestro entrerriano que acercó la seccional Villaguay del sindicato AGMER.
"Muchas voces manifiestan frases como tenemos que hacer el
esfuerzo, estamos en crisis", pero nos preguntamos ¿somos nosotros los
responsables de esa crisis?, ¿cuáles son las causas de esta situación?".
"Ojalá todos podamos responder a estas preguntas!.
Existen responsables, pero no somos los docentes, nosotros cada día hacemos el
esfuerzo cuando enseñamos sin bancos, sin libros y con aulas que padecen un
abandono entristecedor; cuando damos la leche o buscamos zapatillas".
"Queremos un futuro mejor para sus hijos y los nuestros, pero
educar es un proceso a largo plazo y si no mejoramos las condiciones para
enseñar hoy, mañana no podremos cambiar nada".
Laura Hojman