Carlos Menem, ex presidente y actual Senador, se defendió hoy en la Justicia negando las acusaciones en su contra por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA y presunto fraude en la venta del predio de Palermo a la Sociedad Rural.
En vez de responder preguntas, el ex mandatario presentó dos escritos defensivos negando las imputaciones durante las sendas declaraciones indagatorias que prestó esta mañana en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro.
Menem no accedió a contestar los interrogantes que tenían preparados los jueces federales Ariel Lijo y Sergio Torres, quienes lo imputan en la llamada causa "AMIA II" y por la operación de la Rural, respectivamente.
Alentado por una treintena de seguidores que batían bombos y redoblantes en la calle, el senador llegó puntual, a las 10,30, en compañía de sus abogados defensores Omar Daer y Pedro Baldi, en medio de una fuerte custodia policial.
La estrategia de Menem de guardar silencio se repite, ya que hace dos semanas tampoco quiso contestar preguntas en el juicio que se le sigue por supuesto contrabando de armas y equipamiento bélico a Croacia y Ecuador, durante su primera presidencia, de 1989 a 1995.
En la causa llamada "AMIA II", el senador negó haber contribuido a tapar la hipotética 'pista siria' en el atentado y aseguró que al principal sospechoso de ello, Alberto Jacinto Kanoore Edul, "no lo conozco", aunque reconoció que "mis padres conocían a su familia".
Según la hipótesis del fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, hubo una maniobra desde la Casa Rosada para frenar la investigación sobre la 'pista siria' —de lo cual este periódico ha dado sobrada evidencia— y derivar las pesquisas hacia la pista iraní en la presunta autoría del atentado a la mutual judía.
Las sospechas, en concreto, apuntan a que diez días después del atentado, el ex presidente habría frenado un allanamiento a la casa de Kanoore Edul, tras una visita que su padre hizo a la Casa Rosada el 1 de agosto de 1994 para hablar con Munir Menem.
A Kanoore Edul se lo vinculó con el atentado porque hubo llamadas suyas al reducir de autos Carlos Telleldín y, además, a raíz de que en la misma mañana del atentado, el 18 de julio de 1994, aparecieron volquetes de escombros en la AMIA y en la puerta de su casa, en el barrio de Constitución.
Al respecto, Menem dijo en su escrito de siete carillas que es víctima de "una persecución política" por parte del fiscal Nisman y calificó de "infamia", a las acusaciones del funcionario del Ministerio Público.
En esta causa también están citados a indagatoria el ex jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy, para el martes; su segundo en la central de inteligencia, Juan Carlos Anchezar, para el miércoles, y el comisario retirado Carlos Castañeda, el jueves.
En el juzgado de Torres, Menem está acusado de avalar la privatización del predio de Palermo a un precio de 30 millones de dólares cuando peritos de los bancos de Ciudad de Buenos Aires e Hipotecario establecieron el precio de base en 131.800.000 millones.
El ex presidente avaló la venta de los terrenos ubicados en las avenidas Santa Fe y Sarmiento el 20 de diciembre de 1991 a través del decreto 2699 que firmó junto al entonces ministro de Economía Domingo Cavallo.
Cavallo se presentó ante el juez Torres el 19 de febrero pasado y no aceptó ser indagado, pero en su lugar presentó un escrito en el que negó cualquier responsabilidad suya ante irregularidades en la venta.
Quienes sí declararon a fines de diciembre fueron el ex presidente y el ex secretario de la SRA, Eduardo Agustín Carlos Zavalía y Juan Alberto Ravagnani, respectivamente, y sostuvieron que ellos pagaron el precio que les fijó el Estado y que no tuvieron participación en la tasación del predio.
En la causa también fueron imputados el ex titular de la Comisión de Venta de Inmuebles Estatales Matías Lucas Ordóñez y el ex funcionario Gastón Ramón Figueroa Alcorta, y los ex tasadores Juan Manuel Insúa, Raúl Angelini, Juan Carlos Raco y Ricardo Schapiro (del banco Ciudad de Buenos Aires) y Carlos Ratto, Daniel Ivakhoff y Jorge Frost (del banco Hipotecario).
Ana Grillo