Mientras el adelantamiento de las
elecciones para legisladores nacionales se encamina a su aprobación en el
Congreso Nacional, fijando como fecha el 28 de junio, los efectos de esa
decisión comienzan a observarse claramente en los cuatro principales distritos
del país.
En la provincia de Buenos Aires, bastión del peronismo, la
campaña electoral pareció polarizarse en los últimos días entre el kirchnerismo,
con la posibilidad de que Néstor Kirchner encabece la lista de diputados, y el
PJ disidente que, junto a Macri, todavía debe dirimir si Francisco De Narvaez o
Felipe Solá irán a la cabeza del nuevo espacio.
El adelantamiento de los comicios beneficia a De Narváez
quien desde el 2007 está en campaña y no se ha detenido, frente a un Solá que si
bien es un conocido de los bonaerenses, todavía no salió a recorrer la
provincia.
La decisión de la Casa Rosada también afectó a Margarita
Stolbizer, quien será la primera candidata a diputada por un frente entre la
Coalición Cívica, el radicalismo, el cobismo y algunos socialistas. A
Stolbizer le hubiera venido mejor que las elecciones fueran en octubre, para
redoblar su visita a los más de 130 municipios que conviven en territorio
bonaerense.
El kirchnersmo no necesita mas tiempo para convocar a las
urnas en la provincia, ya que la campaña, mas allá de quien presida la lista, la
llevarán adelante Cristina Fernández, Kirchner y Daniel Scioli. En el caso del
ex presidente, de ser candidato, su no residencia en la provincia de Buenos
Aires disparará, según ya adelantaron en la oposición, las presentaciones
judiciales por no cumplimiento de los requisitos que contempla la Constitución
provincial.
El panorama en la Capital Federal es de calma en el
oficialismo de Mauricio Macri, quien se evitó el dolor de cabeza de tener que
desdoblar los comicios —tal como se lo reclamaba Gabriela Michetti— y ahora
podrá utilizar la figura de la Vicejefa de gobierno para traccionar
también votos hacia los postulantes a la legislatura metropolitana.
Los problemas recaen en la fuerza de Elisa Carrió, que
necesita de más tiempo para instalar a Alfonso Prat Gay y por eso intentó una
suerte de acuerdo con Michetti, rechazado de plano por Macri. Ahora, a la
Coalición Cívica no le queda otra opción que sea la dirigente chaqueña quien
pelee por una banca en la Cámara de Diputados.
No obstante, aquí tampoco el kirchnerismo saca rédito con
el adelantamiento porque aún no cuenta con un candidato de consenso, que pueda
volver a unir como en comicios anteriores, a todas las expresiones que respaldan
al gobierno nacional, como el peronismo y la centroizquierda. Carlos Heller,
Rafael Bielsa, Ginés González García y Daniel Filmus, son nombres en danza que
todavía no consiguen aglutinar las voluntades K.
En la provincia de Córdoba, es un secreto a voces que si la
UCR y el Frente Cívico de Luis Juez fueran en una Coalición, muy posiblemente se
alzarían con la victoria ante el PJ que responde a Juan Schiaretti y a José
Manuel de la Sota, en menor medida. Sin embargo, el acortamiento de los plazos
generó que algunos dirigentes históricos de la UCR vean la posibilidad de
lograr, en soledad, un triunfo que les permita torcer el escenario político
cordobés de los últimos años. Por el lado del PJ, de no haber un frente
opositor, incrementa las posibilidades del peronismo de pelear voto a voto con
la UCR.
En tanto en Santa Fe, la realización primero de las
elecciones para senadores y diputados nacionales complicó la estrategia de
Hermes Binner de conseguir una victoria en los comicios locales antes, que la
competencia nacional. El gobernador socialista apuesta a que Reutemann decline
su postulación o bien se abra del peronismo, en donde Agustín Rossi insiste en
que será candidato. De esa manera, ya sin Ley de Lemas, el peronismo podría ir
dividido o, en su defecto, contar con un candidato kirchnerista, acrecentando
así las posibilidades del postulante del PS, Rubén Giustiniani.
A esta altura, está claro que mas allá de los motivos
económicos esgrimidos por la Casa Rosada, el rédito político queda expuesto, si
es que mañana el Senado convierte en ley el adelantamiento de las elecciones.
Walter Schmidt