El intendente de Morón, Martín Sabbatella, mira para otro lado, se hace el distraído pero sabe que está en falta. Está protegiendo a Perla Mabel Fernández, su directora de Acción Social, que ha sido acusada por el matrimonio formado por Silvina López y Waldo Azcua, de estafa, asociación ilícita, abandono de persona y posible homicidio culposo, causas que se encuentran radicadas en los Departamentos Judiciales de Morón y La Matanza.
    Silvina y su esposo se fueron a trabajar a Uruguay, lo que fue aprovechado por Fernández y sus dos hermanas para apropiarse de bienes importantes de la madre de Silvina. Hay que destacar que la madre de Silvina era tía de las hermanas Fernández y, por supuesto Silvina, su prima.
    El primero de los hechos sucedió cuando Perla Mabel Fernández acompañó a su tía a un banco, donde la indujo a retirar 40 mil dólares, de una cuenta que la señor tenía con su hija. Era una cuenta recíproca e indistinta.
    El segundo episodio sucede cuando en colaboración de sus hermanas, Fernández le hace vender un departamento a terceros, en la calle 25 de Mayo 324, donde el dinero se esfumó.
    El tercer hecho delictuoso transcurre cuando su sobrina Adelina Fernández le compra una casa en la calle Riglos, pleno barrio de Caballito, por la que le paga 35 mil dólares, cuando según la tasación de una inmobiliaria zonal, en un sitio donde podrían construirse por ejemplo, un edificio de siete pisos, lugar que fue tasado en una suma cercana a los 400 mil dólares.
    Esta casa Adelina no la pudo vender porque está alquilada, hasta octubre o noviembre del corriente año, por una familia que la ocupa desde hace varios años.
    La operación se consolidó en una inmobiliaria de La Matanza, por eso hay una denuncia de Silvina López y Waldo Azcua en ese Departamento Judicial.
    Para borrar huellas fueron con la señora a visitar al escribano Luis Rogelio Llorens, a su estudio de 9 de julio y García Silva, donde le hicieron firmar a la mujer una "manifestación de voluntad anticipada", donde constaba que la señora no quería ver a su hija, ni a su yerno, ni a sus nietas o nietas.
    Con ese fin las hermanas Adelina Mirta, Stella Maris y Perla Mabel Fernández, le impedían todo contacto a Silvina con la tía que habían estafado.
    En marzo de 2006 la mujer es internada en la Clínica Modelo de Morón, donde cuando llega Silvina a verla, su prima Perla le exhibe la famosa "manifestación de voluntad anticipada", donde figura que la señora no quiere ver a su hija.
    Silvina desesperada, le entrega copia del papel a su esposo Waldo, quien ingresa a la habitación donde está internada, para pedirle preguntarle sobre ese documento. La mujer dentro de sus limitaciones, por la demencia senil que padecía, atinó a decirle: "está mal puesto esto".
    Silvina y Waldo pidieron la curatela, pero esta le fue negada por dos Tribunales de Familia, dicen que uno de ellos lo integraba un ex novio de una de las hermanas Fernández.
    Según datos que se pudieron conocer la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires, habría sumariado o apercibido a uno de estos triunviratos.
    En mayo de 2008 la infortunada mujer es internada con un cuadro de deshidratación, neumonía y los médicos le observan posibles hematomas.
    Silvina entonces, ante la grave situación, la trasladó a su casa, donde a pesar de los cuidados se descompensó el día 7 de julio, falleciendo un día después el 8 de mayo de 2008.
    Lo cierto es que en la casa de esa señora que tenía varias propiedades, dinero en el banco, después de morir, cuando entraron a la casa donde había ocupado durante tantos años, no se pudo siquiera encontrar una moneda de 25 centavos.
    A una de las personas que cometió ese delito el intendente de Morón Martín Sabbatella, que ahora se postula a diputado nacional, para dar cátedra de transparencia en el Congreso, la mantiene en el cargo.
    No es de extrañar, no somos pocos lo que sabemos quien es en realidad el jefe comunal. Un lobo con traje de cordero.
Un impostor que cubre a estafadores.
    La asociación ilícita que formaron las hermanas Fernández, pudo quedarse con dinero que no le pertenecía, alcanza a tratarse de una suma que oscila el millón de dólares.

Roberto Cuzzani