El estado de salud del ex presidente Raúl
Alfonsín, quien sufrió una recaída por una neumonía por broncoaspiración, se
agravó durante la jornada de hoy, según indicaron los médicos que lo asisten, lo
que aumentó la fuerte preocupación que ya había en su entorno sobre su
situación.
"Está levemente peor", admitió su médico personal Alberto
Sadler, durante el segundo parte que brindó en la puerta del domicilio del ex
mandatario, en el que aclaró que el líder radical no recibe asistencia
respiratoria sino que se le está proporcionando "oxígeno por una cánula nasal".
Alfonsín, que padece hace más de un año cáncer de pulmón con
metástasis ósea, permanece "en un estado de tendencia al sueño, y si uno le
habla responde con preguntas simples", precisó el profesional, que volverá a
visitarlo por la noche para evaluar su estado de salud, dijo.
En tanto, Ricardo Alfonsín afirmó que su padre "está
perfectamente lúcido, conciente de su enfermedad y tratando de superarla", en
tanto desmintió que esté conectado a un respirador artificial.
"No está con respirador, sino con terapia respiratoria",
aclaró el hijo del ex mandatario, quien está atravesando un delicado estado de
salud.
Alfonsín hijo salió a la calle al mediodía para hablar con la
prensa en compañía del titular del radicalismo, el senador Gerardo Morales,
quien concurrió al domicilio de la familia para interesarse sobre la salud del
ex presidente.
Morales no pudo ver al paciente, por lo que debió conformarse con hablar con la
familia.
En tanto, Ricardo Alfonsín aseguró que su padre "se va a
quedar aquí", con lo que descartó, al menos por ahora, la posibilidad de una
internación.
Dijo que el líder radical "claro que está conciente, cuando
no está durmiendo, por supuesto. Sabe de la situación delicada de su salud, con
absoluta lucidez", agregó.
Confirmó que "continua en estado reservado", aunque
"peleando" para superar el trance, y dijo que "puede hablar".
En otro orden, Alfonsín hijo comentó que habló "con todos"
los dirigentes del radicalismo y ratificó que "me llamó la presidenta de la
República (Cristina Kirchner) desde Qatar", además de haberse comunicado
nuevamente con el vicepresidente Julio Cobos, quien ayer estuvo en el domicilio
del paciente. A media mañana pudo visitar al enfermo monseñor Justo Laguna,
amigo de largos años de Alfonsín, quien muy compungido detalló a la prensa que
el ex presidente "no soltaba" su mano, durante el breve momento que permaneció
en su domicilio.
Confirmó que en diciembre pasado Alfonsín le había pedido
que le administrara los sacramentos —incluida la extremaunción—, por lo cual
afirmó que su función sacerdotal ya la había cumplido.
También acudieron a interesarse por su evolución el ex
senador Adolfo Gass y el ex diputado Luis Brandoni, quien dijo estar "muy
angustiado y muy triste" e informó que no pudo saludarlo, porque aparentemente
ya se había cerrado el acceso a las habitaciones de Alfonsín a todos los que no
fueran sus más cercanos familiares y sus médicos.
"No pude pasar del hall" del edificio donde vive Alfonsín, en
Santa Fe al 1600, dijo Brandoni, que afirmó que "estos son días muy tristes".
Simpatizantes de Alfonsín organizaban misas para rogar por su
recuperación, luego de la fuerte recaída que sufrió hace dos días a raíz de una
neumonía por broncoaspiración.
Ayer los informes médicos eran moderadamente optimistas e
indicaban que Alfonsín estaba lúcido, que había leído los diarios y que incluso
había hecho muchas preguntas al médico sobre su situación.
Hoy sin embargo se reconoció que "indudablemente se agravó"
su estado.
Walter Schmidt