El salario congelado desde noviembre del
año pasado y afectado por la inflación, la situación de varios miles de docentes
interinos sin estabilidad, el presupuesto que "deglute" el 95 por ciento de los
recursos en salarios, el retorno de la jubilación con el 82 por ciento y los
posgrados gratuitos, serán parte del glosario de reclamos que llevarán
dirigentes de los profesores universitarios a la paritaria 2009.
El lunes 20 se sentarán los dirigentes de las agremiaciones
CONADU, FEDUN y CONADU Histórica, con funcionarios de la secretaría de Políticas
Universitarias del ministerio de Educación y los rectores del Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN), para retomar la negociación que concluyó en
noviembre pasado.
De los tres sindicatos, ya dos —CONADU, que lidera el
platense Carlos De Feo, y CONADUH, a cargo de la santafesina Claudia Baigorria—
se pronunciaron por cumplir huelgas anticipadas la semana del 13 de abril en
las casas de estudios públicas, en una señal de descontento con la "demora" en
la convocatoria a la negociación y tal vez en elíptico mensaje de fuerza antes
de sentarse a la mesa.
El porteño Daniel Ricci, secretario general de FEDUN y de los
docentes de la UBA de ADUBA, adelantó que dará la oportunidad de escuchar la
propuesta salarial, la que someterá a la consulta de las entidades de base de
diversas universidades del país.
Los sindicalistas, a pesar de no contar con una cifra
concreta, pedirán para el cargo testigo —el de ayudante con dedicación simple,
el más bajo de la escala— alrededor del valor de una media canasta familiar y
oscilarán en sus demandas entre un 20 y un 30 por ciento de aumento en los
haberes para el resto de la pirámide.
Sin embargo, según revelaron algunas fuentes, el gobierno
nacional —del que dependen las 39 universidades estatales— no estaría dispuesto
a hablar de más del 15,5 por ciento de suba, que fue la pauta que fijó para los
maestros de los primeros niveles educativos. Lo que la secretaría de Políticas
Universitarias anotó en su "haber" por el momento es que regularizó la situación
de 3.000 profesores ad honorem existentes en diversas casas de estudios, que a
partir de este año cobran un sueldo, pero aún tiene frente a sí el reclamo de la
existencia de unos 17 mil docentes en situación de "interinos", con contratos de
tres meses y sin estabilidad laboral.
Otro posible logro lo tendría con la casi inminente
aprobación de la ley que retorna a la jubilación con el 82 por ciento —que tiene
media sanción en el Parlamento— conquista que les fue modificada durante la
gestión de Carlos Menem, quien dejó ese beneficio sólo para los docentes
titulares con dedicación exclusiva, los que representan apenas el 20 por ciento
del escalafón.
Con mayor o menor énfasis, los dirigentes de las centrales de
los universitarios correrán casi a fines de abril en busca de un aumento de
emergencia o la triplicación del presupuesto universitario —que provee el Estado
nacional y aprueba el Congreso— para hacer frente a nuevas designaciones, becas,
reformas edilicias y otras necesidades de las cátedras y laboratorios para que
funcionen las casas de altos estudios.
Otro de los aspectos en los que batallará Ricci será el
pago de un "plus" a los profesores que se capaciten a través de maestrías y
posgrados, los que deberán ser gratuitos.
Para los estudiantes, los dirigentes plantearán la "falta
de becas necesarias" para que los ingresantes a la educación
universitaria puedan costear sus estudios, ya que, según asienten funcionarios,
alumnos y profesores, el factor económico es una de las principales causas de la
deserción en el primer año de la mayoría de las carreras.
Otros, también anticiparon su reclamo de un "boleto
estudiantil universal" a 10 centavos en todo el país, ya que lo consideran "una
medida inclusiva y que garantiza el acceso irrestricto y la permanencia" en el
nivel universitario.
Laura Hojman