La intensidad de la pelea electoral cuyo
corolario será el 28 de junio, provocó que tanto el oficialismo como la
oposición trasgredieran pilares hasta hace unos años inamovibles en el sistema
democrático argentino.
Tras la jugada de Néstor Kirchner de proponer que el
gobernador Daniel Scioli y varios intendentes bonaerenses vayan como candidatos
sin renunciar a sus cargos y sin compromiso alguno de asumir las bancas
legislativas que ganen, la oposición buscó asestarle un doble golpe mediático al
oficialismo.
El macrismo ideó un argumento para anunciar la candidatura a
diputada nacional de Gabriela Michetti: por culpa de la actitud del gobierno
nacional, la administración porteña no pudo cumplir muchas promesas de campaña
—con el traspaso de la Policía— y por eso se vio obligada a enviar al
Congreso nacional a una de sus mejores espadas, con el objetivo de pelear por lo
que el kirchnerismo no le dio.
Pero si bien la renuncia de Michetti a la Vicejefatura fue
presentada como una actitud ética en comparación con las denominadas
candidaturas testimoniales, el macrismo pasó por alto que la dirigente deja un
cargo para el que la gente la votó por cuatro años. No menos. Es más, ensayando
algo de futurología, si Macri fuera candidato a presidente en 2011, ¿es muy raro
pensar que Michetti lo sea para jefa de gobierno porteño? Si así ocurriera,
Michetti volvería a dejar trunco un mandato para ser diputada nacional por 4
años.
Estas actitudes, tanto oficialistas como opositoras, no hacen
mas que contribuir a la involución del sistema electoral, lo que se traduce en
un mayor alejamiento de la sociedad de la política. Obviamente con la
contribución de las candidaturas de quienes no cumplen con los requisitos
electorales, o las actitudes de los tránsfugas, es decir, los que asumen por un
partido y a los meses cambian de fuerza.
De todas formas, Kirchner comenzó a recorrer la provincia de
Buenos Aires, su única carta para salir airoso de los comicios legislativos,
llevando tres mensajes para sumar más bonaerenses. El primero, que Stolbizer y
el frente con los radicales recrean el fracaso de la Alianza UCR-Frepaso; luego,
que De Narváez es el menemismo y la propuesta neoliberal; y a modo de desenlace,
por sí algo no quedó claro, es que si esas dos opciones triunfan, la provincia y
los municipios serán los principales afectados. El santacruceño apuesta a la
estrategia de "Yo o el caos", aunque permita que se trasluzca su debilidad.
Esa debilidad no está sostenida en la "sensación" sino mas
bien en la real división del peronismo en distintas provincias que antes
obedecían a Kirchner, sin dudar.
Tanto en Córdoba como en Santa Fe el kirchnerismo irá con
candidatos propios, mientras que el peronismo de esas provincias apoya
mayoritariamente a candidatos "disidentes" como Eduardo Mondino o Carlos
Reutemann. La lista K, incluso, podría quedar muy relegada en esos distritos. En
Entre Ríos, el PJ responde al gobernador Sergio Urribarri, que se mantiene fiel
a la Casa Rosada, pero el ahora disidente Jorge Busti, prometió hacer campaña en
Córdoba junto a los candidatos del gobernador Juan Schiaretti.
Demás está decir que el chubutense Mario Das Neves cambió el
nombre de su fuerza —Frente para la Integración en lugar del Frente
para la Victoria— con duras críticas hacia la conducción de Kirchner, y que
tanto el sanjuanino José Luis Gioja como el salteño Juan Manuel Urtubey, entre
otros, hace tiempo que observan que después del 28 de junio habrá mucho debate
interno en el PJ.
No obstante, el peronismo sigue adoptando la figura de
oficialista y opositor, sin permitir que el frente del radicalismo, la Coalición
Cívica y el Socialismo logre polarizar la campaña.
Las especulaciones de Elisa Carrió sobre su candidatura a
diputada nacional por la lista en la Capital, generaron mas dudas que certezas.
De todas maneras, mas allá de su tercer lugar en la lista, públicamente asumió
la responsabilidad por lo que, el resultado en los comicios de seguro afectará,
para bien o para mal, sus aspiraciones presidenciales.
Cobos, Binner y Carrió apostarán sus proyectos presidenciales
el próximo 28 de junio. Solo uno de ellos podrá liderar ese frente.
Walter Schmidt
*La foto que ilustra la presente nota pertenece al sitio jorgeasisdigital.com