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ELEMENTOS PARA ENTENDER LA CRISIS ENERGÉTICA

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LO QUE NO SE CUENTA
LO QUE NO SE CUENTA

I-Introducción

 

El presente documento contextualiza la actual crisis energética y aporta algunos elementos importantes, los que generalmente quedan fuera de la discusión acerca del comportamiento de las empresas privatizadas en las áreas de petróleo y gas y su responsabilidad en la actual crisis energética y nacional.

Es habitual oír en estos días que se esgrimen argumentos acerca de la falta de inversiones debidas a una ausencia de rentabilidad, causadas a su vez por el bajo nivel tarifario para los segmentos de transporte y distribución de gas y del precio del gas en boca de pozo post-devaluación, bajo el supuesto adicional de una ausencia de previsión estatal respecto a este desenlace. Se supone de este modo que si se hubiesen ajustado opotunamente las tarifas de transporte y distribución y el precio del gas en boca de pozo, esta crisis no existiría.

En esta argumentación se mezclan argumentos falaces y parcialmente válidos. En la primera categoría se hallan los que presumen la conexión automática entre rentabilidad e inversión y los que señalan una pérdida indiscriminada por parte de las empresas como consecuencia del "cambio unilateral de reglas de juego". En la segunda se halla obviamente la imprevisión estatal que se remonta al comienzo mismo de este proceso a comienzos de los noventa cuando se establecieron las reglas de juego del mercado petrolero y de gas en todos sus segmentos, librando el proceso de expansión a reglas de mercado bajo el supuesto de que ellas, por sí mismas, lo resolverían  de un modo óptimo.

 La restricción de oferta por parte de los productores de gas no se debe a la ausencia de inversiones ni de rentabilidad, si se considera que el ingreso petrolero total en el escenario post-convertibilidad las ha favorecido. Los precios siguen dolarizados para la porción más importante del negocio hidrocarburífero, el valor del crudo en el mercado internacional está en sus niveles históricos mas elevados y ellos rigen también las transacciones en el mercado interno. Esto compensa las supuestas "pérdidas" ocasionadas por la pesificación del precio del gas en el mercado interno.

 Con respecto a las restricciones de transporte de gas, ellas obedecen a una conducta rentista de las empresas transportadoras que sólo han realizado obras de expansión de corto plazo y ciertamente pueden ocasionar problemas de corte a usuarios interrumpibles durante los días pico del invierno según sean las condiciones climáticas. Sin embargo, el argumento del crecimiento de la demanda a corto plazo parece desmedido y no se sustenta en los datos disponibles. Un análisis del comportamiento histórico de estas empresas debería dar lugar a una profunda  modificación del marco regulatorio  vigente.

 Con respecto a la negativa de los grandes usuarios industriales de no aceptar aumentos en el costo del gas sin  transferirlo a precios es poco justificable, salvo por el hecho de que parte de este sector fue perjudicado durante la convertibilidad al tiempo que las empresas privatizadas recibían superbeneficios y muchas aún lo hacen. No obstante su negativa a ceder, y la exageración de la importancia del insumo energético en el costo total, forma parte de otra de las falacias que se esgrimen en esta puja interminable de intereses intersectoriales y la ausencia de un Estado fuerte capaz de imponer reglas de juego en beneficio de la comunidad . Los productos industriales han aumentado, hay sectores fuertemente exportadores y el costo laboral ha quedado prácticamente congelado en un nivel pavoroso.  Sólo en los sectores de electricidad, gas y agua y servicios financieros el salario medio de un trabajador supera el valor de la canasta que determina, según el INDEC, la línea de pobreza. Pero este sector da cuenta de poco más  del 3,3 % del empleo total. El resto de los sectores, es decir  el 96.7% de la población ocupada, percibe un salario medio inferior al valor de la citada canasta lo que implica sumergir progresivamente en la pobreza no sólo a los desocupados, sino a los hogares con trabajadores poseedores de un único ingreso. En ciertos casos, como los sectores de la construcción y el comercio este nivel raya la indigencia. Todo esto atenta contra un crecimiento sostenido de la economía y agrava el desolador panorama de deterioro social, del cual los empresarios no parecen querer hacerse cargo y reclaman del gobierno soluciones mágicas. En tal sentido siendo formadores de precios en el mercado interno, el peligro es que aprovechen un aumento de tarifas para incrementar los precios y perjudicar aún mas a los ya castigados consumidores.

 En cuanto a la generación eléctrica, la no disponibilidad de gas ha elevado el costo de generación acumulando deudas en el fondo compensador de CAMMESA que finalmente deberá aportar el Estado. A la falta de oferta de gas se suman las condiciones de un año seco, la necesidad de entrada en mantenimiento programado de una central nuclear, la indisponibilidad parcial del parque térmico y el alto costo de los otros combustibles.

 En este complejo panorama existen soluciones sólo si los actores perciben que las pérdidas pueden ser mayores que las ganancias y el Estado actúa con independencia y firmeza, aún a riesgo de debilitar ciertas alianzas estratégicas. De otro modo inevitablemente el propio gobierno recibirá el peso de la responsabilidad de una situación ciertamente  heredada, pero agravada por la ausencia de una respuesta contundente, basada en posibilidades reales, hoy tibiamente encaradas, como movidas erráticas en un juego de ajedrez con fuertes peligros de desenlace en  jaque mate.

 

En lo que sigue se presentaran algunos elementos objetivos que permiten formar un juicio acerca de las responsabilidades relativas de cada sector y la búsqueda de una fórmula para dar una salida racional a la crisis energética.

 

II- Las modificaciones del ingreso en el sector de hidrocarburos.

 Los precios medios del crudo se han incrementado entre un 33 y un 38 % en promedio para los datos 2002-2004 respecto a los vigentes durante el período 1991-2001, pero en más de 51% si se consideran los vigentes en el 2004. En el caso de Argentina esto representa ingresos adicionales del orden de los 500 a 1500 millones de dólares anuales a pesar de las retenciones y de los menores niveles de producción. Las "pérdidas" por el precio del gas pesificado rondan los 1000 a 1280 millones de dólares. Pero ambos sectores enfrentan hoy costos menores en dólares y un posicionamiento favorable en términos de poder adquisitivo interno. Han gozado de un excedente de explotación cercano a los 2800 millones de dólares por año durante casi diez años e incrementaron la producción sin incurrir en riesgo minero o comercial alguno. Las reservas incorporadas han sido en áreas ya exploradas y explotadas por YPF. Sus costos disminuyeron debido tanto a la reducción de personal como porque al explotar áreas de alta productividad, la producción promedio por pozo se incrementó tras la privatización y desregulación del sector.

 

También los precios de los derivados han aumentado notablemente de modo tal que para ciertos productos como el gas oil, fuel oil, glp y kerosene los precios actuales llegan a superar en dólares los percibidos en el pasado. Si las naftas no han aumentado en proporción al dólar ello es porque el Estado pesificó la parte correspondinte al impuesto a la transferencia de combustibles líquidos, es decir renunció a una parte de la renta petrolera.

 

Por lo tanto este sector está en condiciones de absorber la pesificación del precio del gas en el mercado interno sin incurrir en mayores alteraciones respecto a sus ya elevados niveles de rentabilidad. En todo caso un ajuste tenue aplicado a usuarios industriales y el aumento de las retenciones petroleras para financiar con urgencia obras de expansión de infraestructura de transporte no deberían descartarse ni ser vistas como una medida teñida por una ideología antiprivatista.

 

III-Endeudamiento de las empresas transportadoras y distribuidoras de gas comparado con el incremento de su infraestructura entre 1993 y 2000, el costo de adquisición de los activos y su valor de reposición al momento de la privatización.

 

En el cuadro N° 1 se presenta la relación entre: 1- el valor de reposición de los activos calculado en el momento previo a privatización de Gas del Estado; 2- el monto pagado en efectivo y total  (expandido al 100% de la participación accionaria);3- la expansión física del sistema entre 1993 y 1999-2000 en términos de km. de red  para el mercado interno y aumento de la capacidad de compresión de las transportadoras y el endeudamiento de las empresas transportadoras y distribuidoras al 31-12-01.

 

Sobre la base de las estimaciones efectuadas en el cuadro N° 1 , en el cuadro N° 2 se tiene una estimación del valor comercial de los activos incluyendo las inversiones, los montos expandidos del costo de acceso a la concesión incluyendo títulos, efectivo e inversiones y la deuda contraida al 31-12-01.

 

Como se puede apreciar la deuda contraida  al 31-12-2001 por las dos transportadoras excede el valor total  pagado por los activos privatizados, aún expandiendo el porcentaje accionario al 100% de los activos e incluyendo la estimación de las inversiones realizadas en el período 1993-2000 valuadas al costo medio del valor de reposición de los activos. En el caso de TGS el endeudamiento representa 169% de dicho valor. Y en el de TGN  un  110 % el total de dicho valor. En el caso de las Distribuidoras Metrogas y BAN presentan también elevados índices de endeudamiento ( 80 y 56 % respectivamente). Aún considerando el valor comercial total estimado de los activos otorgados en licencia, el porcentaje de endeudamiento es muy significativo para estas cuatro empresas, en dos de las cuales Repsol YPF participa como socio accionario. En TGS la deuda representa 61% del valor estimado de los activos y en Metrogas cerca del 80%.

 

Es decir que las principales empresas tomaron préstamos por encima de sus necesidades de inversión total incluyendo inversiones en el período y la expansión de las cifras al 100% de la participación accionaria. Por otra parte cuando se compara con el valor pagado en efectivo y se tiene en cuenta que los títulos de la deuda aceptados como parte de pago de los activos otorgados en licencia tenían un valor de mercado muy inferior al reconocido en la licitación, el nivel de endeudamiento supera a las necesidades totales de financiamiento genuino. Si además se considera que el 73% de la deuda total de las licenciatarias de gas fue contraida entre enero del año 2000 y diciembre del 2001 puede concluirse que se trata de una estrategia financiera ajena a las necesidades de inversión. Se debe recordar por otra parte que las empresas de gas obtuvieron entre el año 1993 y 2001 alrededor de 3800 millones de dólares  de los cuales el 81%  se repartió en forma de  dividendos.


Cuadro N° 1

Endeudamiento, valor de los activos, valor pagado y expansión física del sistema para abastecimiento del mercado interno.


 

 

 


Fuente: estimaciones propias con datos del ENARGAS y Ministerio de Economía.

 

Cuadro N° 2

Deuda contraida al 31-12-01 en comparación con el estimado del total de activos e inversiones y los valores pagados por los activos por las concesionarias incluyento inversiones para el mercado interno

 

 

Empresa

Valuación comercial Mc Kinsey (año 1991) +Inversiones valuadas a costo medio

Total pagado en efectivo + estimación de Inversiones 1993-2000

Total pagado (valor expandido incluyendo títulos e inversiones)

Deuda contraida al 31-12-01

Deuda contraida al 31-12-01/Total pagado incluyendo títulos, efectivo e inversiones

TGS

1802

281

647

1,094

169%

TGN

1224

278

539

591

110%

Metrogas

528

159

524

421

80%

BAN y Litoral

513

157

440

247

56%

Centro

151

17

150

38

25%

Camuzzi Sur

295

76

224

102

45%

Camuzzi Pampeana

421

100

410

102

25%

Cuyana

385

205

365

31

9%

Gasnor

281

81

150

76

51%

Total

5946

2153

4249

2,703

64%

 

Fuente: estimaciones propias con datos del ENARGAS y Ministerio de Economía.

 

 

Los gráficos N° 1, 2  y 3 representan algunas de las relaciones indicadas.


Gráfico N° 1


Comparación del valor pagado por los activos actuales y por las inversiones estimadas respecto del endeudamiento al 31-12-01

Fuente: estimaciones propias con datos del ENARGAS y Ministerio de Economía.

 


Gráfico N° 2

Comparación de las inversiones estimadas respecto del endeudamiento al 31-12-01.

 

Fuente: estimaciones propias con datos del ENARGAS y Ministerio de Economía.


Gráfico N° 3

Porcentaje del endeudamiento obtenido en los años 200 y 20012 respecto al endeudamiento total al 31-12-01.


 

Fuente: estimaciones propias con datos del ENARGAS y Ministerio de Economía.

 

 

Esta estrategia financiera antes de la caída de la convertibilidad pudo tener como propósito obtener del gobierno una absorción de la deuda,  al responsabilizar a éste de una ruptura unilateral de reglas con el abandono de la convertibilidad y la pesificación de las tarifas, y también mejorar la posición negociadora frente a las autoridades bajo el argumento de que con las actuales tarifas no podrían hacer frente a su delicada situación financiera, argumento que también pueden utilizar con los acreedores externos. Por otra parte la vinculación entre grupos financieros y estas empresas es notoria.

 

Cabe también señalar que en el caso de las distribuidoras una parte sustantiva del aporte de la inversión real la efectuaron los usuarios toda vez que el ENARGAS les permitió reembolsar a los usuarios una parte del valor de las obras y no el costo real de las mismas.

 

Sin embargo el impacto mas delicado ha sido el peso del conjunto de las empresas privatizadas en la demanda de divisas durante la convertibilidad, lo que hace al uso efectivo de los préstamos recibidos por la Argentina con el apoyo del FMI durante todo el período 1992-2001, más allá de que este peso haya acabado recayendo sobre el Estado a través de su propia política de endeudamiento. Sobre esto trata el siguiente punto.

 

IV-Estimación del destino del endeudamiento externo entre 1992 y 1999 y Responsabilidad de las empresas privatizadas en la demanda de divisas.

 

Si bien no todas las empresas privatizadas corresponden al área energética, representan una porción muy importante del total de las privatizadas en términos de ventas y beneficios. El cuadro N° 3 intenta recomponer el destino efectivo del endeudamiento externo a través del origen de la demanda de divisas durante la convertibilidad, las que estuvieron disponibles gracias al desembolso de los préstamos avalados por las sucesivas misiones del FMI.


Cuadro n° 3


Estimación del destino del endeudamiento externo a través de la demanda de divisas

 

Fuente: elaboración propia con datos del Ministerio de Economía.

 

En tal sentido cabe remarcar que la rentabilidad de las empresas privatizadas no sólo no contribuyó a la expansión del sistema sino que agravó doblemente el problema del endeudamiento, en tanto las empresas sólo reinvirtieron una pequeña parte de sus utilidades, al tiempo que generaron nuevas deudas, pago de intereses y remisión de utilidades.

 

V- La evolución del consumo de gas por tipo de consumidor.

 

Mucho se ha señalado el crecimiento de la demanda industrial y el del sector eléctrico como factores críticos. Sin embargo las cifras no parecen avalar una situación de incrementos fuera de los rangos manejables, aunque es cierto que las condiciones hidrológicas y la indisponibilidad de parte del parque nuclear pueden causar problemas en algunos días pico de este invierno. Pero la situación esta lejos del colapso. El siguiente gráfico muestra que los niveles de demanda industrial en el 2003 no superaron tanto a los del período 1998-1999, ya caracterizado por la entrada en la recesión. El dinamismo del mercado de GNC no debería ser utilizado para desalentar el consumo con aumentos desmedidos por ser la única alternativa barata para una importante parte del parque automotor que enfrentó aumentos en las naftas y el gas oil. En total la demanda interna de gas ha crecido al 3.6% anual entre 1993 y 2003, pero el mayor crecimiento relativo se produjo no en el sector industrial sino en la generación eléctrica. Esta tendencia se revirtió durante el lapso 1998-2003. El incremento total interanual de la demanda fue de sólo el 1.4 %.

 

Gráfico n° 4


Incremento en la demanda de gas 1998-2003

Fuente: estimaciones propias con datos del Enargas.

VI-Conclusiones y recomendaciones.

La historia reciente y el comportamiento monopólico  de los agentes con capacidad de restringir arbitrariamente la oferta de un producto estratégico como el gas, o en el futuro el propio crudo, debería llevar a reconsiderar la conducta gubernamental respecto a estos sectores demasiado amparados por los marcos regulatorios vigentes. Mas efectivo que cortar las exportaciones a un país vecino- aunque es una buena medida de presión frente a conductas que ponen en peligro el abastecimiento interno- es establecer un sistema de retenciones móviles sobre los ingresos totales y no sólo sobre las exportaciones petroleras. Ello podría dar lugar a un fondo para la construcción de infraestructura de transporte de gas y de electricidad. Por su parte los usuarios industriales grandes deberían poder absorber un mayor costo del gas (razonable) sin trasladarlo a precios, en caso contrario el gobierno también podría actuar sobre la política tributaria, aplicar retenciones móviles a sus productos. El riesgo de un boicot empresario contra el poder político puede tener un costo político similar al permanecer en la inacción o actuar sólo en beneficio de un sector. Lo que de ningún modo sería admisible es que las medidas afecten una vez más a los consumidores de ingresos medios y bajos. El diseño técnico de este esquema es sin duda más sencillo que su implementación política y  que torcer el rumbo de apropiación indiscriminada de la riqueza nacional al que asistimos en los últimos años. El último gobierno cayó sin gloria por su inacción, en todo caso es preferible caer con el honor del intento de implementar racionalmente soluciones justas, lo que si la memoria no falla pocas veces se hizo. Si la declaración de principios que efectuaron algunos representantes de las petroleras en el Seminario de Calidad organizado por el IAPG en el Llao Llao las cumplen, sería una buena señal de que apuestan a un país viable en el largo plazo. Los escenarios de fragmentación nos han empobrecido y la totalidad del sector empresario debe mejorar cuanto antes su imagen frente a la sociedad, dado que desde el exterior nos acusan de ser un país pobre con empresarios ricos. Pero ahora muchos de ellos ya no son argentinos, claro, por lo cual, somos un país con una pobre calidad de integración en el mundo globalizado y no precisamente debido al comportamiento ciudadano.

Roberto Kozulj

 

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