A una semana de las elecciones, el agro nacional tiene claro que el 29 de junio seguirá tanto o más vigente la entramada crisis que soportan la mayoría de las actividades rurales en el país y preanuncian tiempos difíciles si el diálogo sigue interrumpido con el Gobierno.
En la práctica, con protestas sectoriales que ya comenzaron en diversas zonas del país, la asamblea nacional que realizarán los tamberos mañana aparece como la muestra más contundente de la bronca incontenible que, región por región, vienen expresando los chacareros del país.
Por caso, el campo está también en la recta final de su propia campaña, con elevada participación política en elección alguna de que se tenga memoria: llevarán más de 400 referentes del sector, en todo el país, a las candidaturas que, de concretarse, esperan para mejorar el desempeño parlamentario desde diciembre próximo
No ignoran, sin embargo, que hasta entonces, las autoridades podrán motorizar a los aún fieles al FPV para que aprueben los proyectos más impensados, incluyendo la reedición de un 'reacomodamiento porcentual, hacia arriba", en las retenciones, además de la puesta en marcha del temido ente que termine concentrando la comercialización de granos en el sector oficial.
Más allá de preguntarse cómo podrán contener a las bases después del 28 de junio, en un nuevo intento por impedir expresiones masivas de protestas hasta tanto logren restablecer el diálogo con el Gobierno, los gremialistas del campo saben que ese 'día después' sólo será el comienzo de una larga y nueva lucha sectorial, que apuntará directamente a buscar respuestas a los reclamos que, sin aflojar la cincha, seguirán haciendo los ruralistas.
La Mesa de Enlace está recorriendo el país y exhortando a los productores a respaldar con sus votos a los candidatos del campo y, aunque apremiados por la falta de financiamiento para encarar la campaña de este ciclo, no quieren recurrir rápidamente a la presión. Saben que ese método, que tanto reclaman los chacareros, irrita a las autoridades y deslizan que, aunque logren mayor presencia en el Congreso y las comunas, deberán hacer un culto de la logística estratégica en cada palabra que pronuncien. No buscan volver a la confrontación pero tampoco quieren la provocación y el ninguneo.
Así, el devenir de las actitudes que asumirán los dirigentes es impredecible y una vez más, les guste o no, deberán mantenerse unidos como 'imagen' del gremialismo rural, cuyo frente de unidad ya se intentó quebrar en numerosas ocasiones desde el poder político.
Tampoco dudan que sea cual fuere el resultado de los comicios, por ahora con candidatos haciendo más de un esquive a las propuestas, como 'verónicas a un toro', la arremetida oficial será inevitable. Quieren estar preparados, tan serenamente como puedan, para ese día después desde el cual ellos mismos tendrán que salir a contener a los chacareros del país, que siguen endeudados, con quiebres casi terminales en la ganadería y la lechería, además de escasísimas perspectivas de remontar la crisis a través de una buena cosecha que, por el momento, sigue tan desconcertante como la que finalizó, por las mismas causas.
Gladys de la Nova
DyN