Me dijo que le dijo que le dijeron que le
diga que dicen………..
Dijo un cantante popular mexicano: “No sé tu, pero yo….”, a
lo que agrego “creo que tenemos que aprender a pensar, luego a decir,
considerando a los sectores más postergados de nuestra sociedad, en un marco de
respeto y solidaridad con nuestros semejantes”
Como si cualquiera pudiera entender de todo así de una y sin
una mente entrenada varios años en una disciplina, que por ser “una” y no ser
“todas”, dificulta y hasta puede tornar imposible el intento de “comprenderlo
todo” y opinar en consecuencia, sin al menos haberse asesorado convenientemente
por quienes tienen una acabada idea del tema.
En este contexto se expresan muchos diciendo lo que se les
ocurre sin siquiera saber de qué hablan. Esto justamente me acotaba con mucha
sensatez el Director Ejecutivo de Tribuna de periodistas, Christian Sanz,
días pasados: “Nidia, cualquiera habla y opina de cualquier cosa en cualquier
lado y lo único que dicen son idioteces”
Se lee con “demasiada frecuencia” en varios portales,
publicaciones diversas que pululan por todas partes, en foros, y demás, las
hipótesis que sostienen un sinnúmero de teorías acerca de quién gobierna nuestro
país.
Muchas veces esos titulares encabezan diarios o revistas que,
suspendidos de algún pertinente broche en los puestos de diarios le interceptan
a uno el paso cuando se desplaza apurado a sus obligaciones cotidianas.
No es menor lo que se expone en programas de radio o
televisión…..y cualquier “mequetrefe” (dijera el Ministro Aníbal Fernández) dice
lo que se le ocurre con una liviandad que paraliza!! (¿¿sabrá del tema el
Ministro??)
Algo de esto, pero con otro enfoque, dejé expresado en
artículos de mi exclusiva autoría “El soberano idiota” [1] y “El kirchnerismo
supera sus propios desaciertos: esta vez el soberano no resulto ser el idiota”
[2], publicados en Tribuna y que en estos días, un par de cibernautas con
escasez de escrúpulos no dudaron en “plagiarme”. ¿Comodidad?, ¿Escasa
creatividad?. ¿Necesidad de reconocimiento que no duda en robar producciones de
otros para exponerlas como propias y elevar la baja autoestima?. Creo que no lo
sabré nunca. Solo sé que jamás se me hubiera cruzado por la cabeza plagiar a
nadie, primero porque es una perfecta falta de respeto y segundo porque mas allá
de que quien plagia puede ocasionalmente recibir felicitaciones o aplausos, en
su fuero interno sabe que no fue él quien tuvo la capacidad o el ingenio para
crear aquello que robó, y eso le vuelve a situar su autoestima por el suelo.
Pero en fin, siguiendo con la idea original de esta temática
acerca de lo que muchas veces se publica o expone como verdades absolutas,
observo que resultan tragicómicos ciertos razonamiento que inducen a falacias
descomunales y en lugar de aclarar desorientan mas y generan cada vez mas
desazón y angustia en la población, sobre todo en quienes viven el día a día con
la única posibilidad de rebuscársela para poder beber al menos un sorbo de agua
ni siquiera potable, revolver la basura para ver si encuentran algo (inclusive
en mal estado) pero única posibilidad de ingerir algo, frente a la incertidumbre
de si llegarán al final del día o no por padecer enfermedades serias frente a un
Estado que prefiere dilapidar millones en anuncios falaces sobre obras públicas
inexistentes, fútbol gratis para mantener anestesiada a la masa (el Soberano
Idiota), erogaciones extraordinariamente superfluas sustentadas en caprichitos
vanales, que lo único que hacen es exacerbar la verdadera naturaleza de quienes
ostentando el máximo cargo de la Nación, dejan al desnudo su vacío interno, su
esencia desequilibrada y enferma, la miseria mas alta que puede exhibir un ser
humano. Demuestran ser muchísimo mas pobres que el mas despojado de los
mortales, o como solía decir mi padre: “Son tan pobres que lo único que tienen
es dinero”
En este contexto, retomando lo dicho al principio, he
escuchado y leído hasta el hartazgo las teorías de quienes dicen saber qué
autores o ideologías inspiran a nuestro presidente de facto en ejercicio.
Presidenta no digo porque estas reflexiones no las sustento en la ciencia
ficción.
Muchos opinan que sus inspiraciones se basan en teorías
hitlerianas, otros que es keynesiano, otros que se apoya en el sionismo, otros
que se fundamentan en Carl Schmitt, en fin…. Tamaña mezcolanza de temáticas que
nada tienen que ver entre sí y eso demuestra la poca seriedad de las opiniones.
Para mi gusto, demasiada cultura general tendría en ese
caso el Sr. Presidente de Facto en ejercicio para entender las
necesidades públicas tan exactamente al revés logrando precisamente lo opuesto a
lo que él se propone: perpetuarse en el poder, y si es posible, mas allá de la
muerte.
Lo que nadie parece advertir, o al menos no lo he escuchado
ni leído en ningún lado, es una verdad de perogrullo, algo tan elemental y tan
simple como que “ninguna persona con el perfil conductual del Sr. Presidente
de Facto en ejercicio, cuyas características frívolo-materialistas
excluyentes se han descripto acabadamente en varias obras literarias y se han
verificado con testigos que lo han conocido en diferentes etapas de su vida, es
capaz de estudiar seriamente nada y de comprenderlo verdaderamente,
sencillamente porque tiene averiado el único sistema intrínsecamente humano que
hace posible desarrollar la inteligencia”.
Quiero decir con esto que nadie cuya única motivación en la
vida es el dinero y el poder cuenta con un excedente libidinal como para
dedicarlo al estudio serio de ninguna disciplina que pueda hacerlo mas humano,
mas intelectual, mas culto. De ser así, se hubiera transformado en un presidente
carismático, querido por el pueblo, de cuya honestidad y hombría de bien nadie
dudaría, perpetuándose en el poder sin el menor esfuerzo ya que la misma gente
lo constituiría en presidente vitalicio.
Asimismo, es fácil deducir que todo aquello que haya leído en
su vida el Sr. Presidente de Facto en ejercicio, lo transformara en
información distorsionada acorde con su capacidad de interpretación; sin ir mas
lejos, estudió leyes para saber como quebrantarlas permanentemente sin el menor
vestigio de cargo de conciencia.
Sería correcto que muchos informadores dejaran de
confundir gordura con hinchazón y aserrín con pan rallado y empezaran a apuntar
hacia lo que debería ser puesto en evidencia en aras de mostrar a la sociedad al
verdadero personaje.
Todo ese derroche de elucubraciones y palabras como si se
tratara de un ser digno en el que perder el tiempo ocupándose.
En el film “Merlín”, la bruja malvada omnipotente solo le
teme a una cosa: “que el pueblo la olvide”, porque esa es la única manera en que
su poder llega a su fin, por lo tanto, desaparece. Es parte del “secreto”.
Nidia Osimani
[1] Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=5665
[2] Ver https://periodicotribuna.com.ar/articulo.asp?Articulo=5682