La verdad que los argentinos tenemos la suerte de que es muy raro que se televisen los supuestos debates parlamentarios, ya que lo que vimos a partir del jueves 3 de septiembre pasado en el plenario de las comisiones de Comunicaciones e Informática, de Presupuesto y Hacienda y de Libertad de Expresión que iniciaron una reunión conjunta, fue un vergonzoso desorden que puede utilizarse como ejemplo de lo grotesco, donde el respeto y la educación esmerada están totalmente ausentes.
El comportamiento lamentable de los “asesores” de los diputados oficialistas hace recordar a las patotas y matones que se alquilan, lo único que les faltaba era que hagan ostentación de las cadenas, las navajas y las pistolas que normalmente portan. Son útiles para “Acción Psicológica” dijo un diputado del FPV (Frente para la Venganza, según Alfredo Leuco) de Santa Fe, además de disimular la ausencia de diputados que luego hacen aparecer como presentes.
Lo triste parece ser que los diputados no pueden ir solos a debatir o discutir las propuestas, tienen que llevar su custodia personal para que hagan las barbaridades que quieran como en el caso de la diputada Graciela Camaño. Inadmisible y vergonzoso pero rigurosamente cierto.
¿Por qué hicieron un plenario de tres comisiones?, pues resulta que por separado en dos de ellas no tenía mayoría el oficialismo, pero si se juntaban todos si podían tenerla. Una viveza criolla dirían para justificarse los K$. ¡Pero el reglamento…etc. etc.! siempre aparecen con la letra chica y si no respetan ni a la misma Constitución Nacional ¿cómo pretender que respeten las instituciones?
Luego votaron y con sorpresa consuman el mayor fraude a la vista y oído de todo el mundo, ya que no había el número suficiente de diputados para aprobar resolución alguna, cuando con su mejor cara de cemento el oficialista que hacía de presidente le contestó a la diputada que objetaba “el quórum lo dan las firmas en la resolución”, rarísima interpretación del diputado K$, es la inversión de la prueba, si estoy presente puedo firmar y no al revés, puesto que salieron los “asesores” disparados a buscar firmas o a fabricarlas, daba lo mismo, para lograr el número requerido.
Al no cumplir con los requisitos mínimos, esa resolución salida del plenario de las tres comisiones, no tiene validez y se puede probar con las filmaciones grabadas, las fotografías y los testimonios de los presentes además hay trabajo para los peritos calígrafos dado que varias firmas se hicieron en los pasillos del Congreso mientras el diputado faltante estaba en otro lugar.
¿Nadie cuestiona lo ocurrido?, la UCR con los diputados Miguel Ángel Giubergia; Silvana Giudici; Heriberto Martínez Oddone; Sandra Rioboó; Margarita Beveraggi; Carlos Ulrich; Luciano Fabris; y Liliana Bayonzo; los senadores Ernesto Sanz, Alfredo Martínez y Roy Nikich; además del titular del Comité Nacional, Gerardo Morales; el presidente de la Convención Nacional, Hipólito Solari Yrigoyen; el vicepresidente, José Cano (Tucumán); el secretario general, Mario Jaraz (Chaco); el tesorero, Raúl Salmoirago (Misiones); y los secretarios Miguel Bazze (Buenos Aires), Luis Naidenoff (Formosa), Emiliano Afara (Córdoba), Jorge Astone (Buenos Aires), Dardo Villa (Tucumán), y María Luisa Storani (Buenos Aires); que se reunieron el último 16 de septiembre.
¿La Coalición Cívica, el Pro y los otros tampoco objetan?, no hablemos de los Socialistas Santafesinos que no pueden explicar su comportamiento. No son confiables como aliados. ¡Qué interesante comportamiento de toda la izquierda, les encanta el totalitarismo K!. Después hablan de democracia y se desesperan para tener cámara, que los entrevisten, y hablar de democratización de lo que sea.
Como dijo la impresentable, “Mostrabilidad”, palabra inexistente inventada pensando que sus escuchas son infradotados, que no tiene significado alguno pero que a lo mejor quiso aplicarla a algo, sin embargo tiene cierto parecido a las referencias de muestra o mostrar y entonces quizás pueda aplicarse a lo demostrado por los diputados oficialistas, como una conducta ejemplar de madurez cívica y pulida educación, y si todos son iguales de cultos como la Mostrabilidad, no esperemos mucho. Después pretenden que se los respete y en 25 años de vida democrática no aprendieron a ser dignos del cargo.
José Alberto Gil