Desde hace algunos días, dos importantes abogados, la Dra. Claudia Balbín y el Dr. Daniel Llermanos, hacen incesantes esfuerzos para que la causa por la denominada “mafia de los medicamentos”, que tiene en sus manos el Juez Norberto Oyarbyde, pase a manos de su colega Claudio Bonadio; la primera, es defensora de Néstor Osvaldo Lorenzo, y el segundo, de Hugo Moyano.
Lo increíble del caso es que ambos letrados aún creen que las causas en cuestión —como la mafia de los medicamentos, los aportes a la campaña electoral del año 2007 y el triple crimen de General Rodríguez—, tienen la posibilidad de llegar a un arreglo político.
Gravísimo error. Son tres causas que, lejos de ir decayendo, cada vez revelan cuestiones que pocos argentinos podrían llegar a imaginar.
Hace unas horas, mientras leía la desgarradora carta de la madre de Leopoldo Bina, me preguntaba si alguien podrá explicarle a esta mujer qué fue lo que pasó para que su hijo terminara su vida de esa forma.
Luego me puse a pensar y hablé con el empresario Gabriel Brito quien brindó un relato donde por momentos su bronca lo hace quebrar: “Ninguno de estos señores sabe la vergüenza que sentís ante tus hijos cuando aparecés como uno de los mayores aportantes a una campaña y a los dos años no tenés ni para cubrir las necesidades básicas”.
Obviamente, no puede compararse una situación con otra, pero esa es justamente una clave para que esto no termine: los Kirchner y su trouppe han hecho demasiado daño y estos son sólo dos casos donde las partes se animan a hablar.
Una, habla con dolor de madre y, el otro, con bronca de padre. Esto no estaba en los cálculos de los asesinos ni de los que blanquearon dinero.
Tienen tanta responsabilidad los que vendían medicamentos robados o adulterados, como los que los ingresaban al mercado, los que financiaban, los que los robaban, y quienes amparaban este accionar delictivo desde la sombra del mismo Estado.
En otro orden de cosas, hay un tema que hasta ahora ni el fiscal Luis Comparatore ni el juez Oyarbyde han tenido en cuenta: hay decenas de causas judiciales diseminadas en diversos juzgados —como la del Yectafer adulterado— que deberán cruzarse en algún momento y entonces la eventual asociación ilícita llegará a niveles inimaginables. Todavía los jueces tienen material para analizar de sobra y, cuando crucen esos nombres con los procedimientos realizados por el ANMAT, habrá muchos que dejarán sus imponentes casas, sus autos de lujo y sus tranquilas vidas.
Por el momento desde el estudio de Alejandro Sánchez Kalbermatten, patrocinante de Brito, se promete una mega-denuncia por falsedad ideológica que será realizada en las próximas horas, donde demandarán a una lista importante de personas, entidades y empresas.
Seguramente este tema dará mucho que hablar y, los coletazos por la desesperante situación de Brito, promete desenmascarar a varios de estos personajes.
Es más, la Justicia viene cruzando declaraciones, hechos y causas que complicarán a más de uno. Y seguramente varios deberán cambiar de letrados hasta hoy especialistas en derecho comercial por otros que hagan derecho penal.
El Gobierno —y sus amigos— ya no duerme tranquilo, Sebastián Forza desde la tumba sigue arrastrando personajes, mientras Brito promete hacerlo desde la Justicia.
No casualmente, en las últimas horas, el nuevo Gerente del Órgano Consultivo de ANSES, el abogado Sebastián Gramajo, insiste en preguntar quiénes han sido citados a declarar en la causa que investiga los aportes de campaña 2007.