Luego de una ardua lucha de doce años, finalmente la ley 13.935 sancionada recientemente por la Legislatura bonaerense procura obturar una deuda pendiente con aquellos efectivos de la policía bonaerense heridos o caídos en actos de servicio que antes de la misma se hallaban al margen de protección y reconocimiento estatal. Para ilustrar mejor esto, se entrevistó al jefe de la misma, comisario general Juan Carlos Paggi:

-Hay un tema central que por ahí no tiene que ver con el apoyo que los policías heridos en acto de servicio nos brindan sino con que este es recíproco. Hay todo un ida y vuelta, una retroalimentación en esto. Nosotros al principio de esta gestión hemos considerado que era un tema central, que ya lleva dos años y dos meses, que era atender a todos los heridos en servicio que consideramos que hasta el momento de asumir había una serie de resoluciones de resoluciones dando vueltas pero nada abarcativo, nada que aglutinara a la totalidad de ellos y mucho menos que los asistiera por parte específica del Estado. Por eso se buscó desde el primer momento una de las primeras medidas que dictó el doctor Stornelli fue reunirnos con los representantes de los heridos en servicio y buscar la forma de hacer un proyecto de ley para que tuviera esa fuerza, y que venga quien venga en lo sucesivo, las diferentes gestiones venideras tengan que subordinarse a esto, que eso se mantenga como política de Estado. Así fuimos construyendo el proyecto de ley con el ministro, los asesores legales del ministerio de Seguridad y los representantes de los heridos, fundamentalmente atender a las expectativas de tratamiento psicofísico y cuestiones materiales que podrían asistir a aquellos que de algún modo habían arriesgado su vida en defensa de la ciudadanía. Esto me parecía tanto como desde lo personal y profesional era una asignatura pendiente que teníamos con nuestros camaradas heridos y caídos en el cumplimiento del deber.

- ¿Antes de eso podríamos decir que ellos padecían una sensación de orfandad?

-No sé si el término es orfandad, pues los mismos heridos acá presentes podrían decir qué es lo que realmente sentían. Pues había varias resoluciones dando vueltas, pero ninguna los tomaba en su totalidad. Estos resarcimientos se iban consumiendo con el tiempo, y ahora con la ley se mantienen actualizados los ingresos que tiene el herido. Antes de esto, lamentablemente el policía herido en acto de servicio se perdía la posibilidad de efectuar horas cores y adicional, sí había un prorrateo que tendía a ver como se les subsidiaba que llevaba un tiempo importante que tenía que ver con el cierre de las actuaciones sumariales y judiciales. Hoy por hoy con la ley una vez que alguien es caratulado como herido en servicio, automáticamente será asistido por la misma. Hace un mes atrás el gobernador Scioli firmó el decreto reglamentario, lo que convierte a la misma en una plena realidad.

-¿Por qué esta ley demoró 12 años en implementarse?

-Porque llevó su tiempo armarlo como tal, además yo en persona por indicación del ministro Stornelli, junto con algunos heridos, fuimos a la Legislatura a hablar con diferentes diputados y presidentes de bloques. Me acuerdo que también hablamos con el subsecretario de asuntos municipales, con la presidenta de la comisión de seguridad, con diferentes autoridades como para poder ir haciendo un camino que de algún modo nos garantizara que íbamos a tener el apoyo de los diferentes bloques que integran la Legislatura. Paralelamente el ministro habló con el gobernador, y éste decidió presentarlo como un proyecto del Ejecutivo. Y esto es mero trámite parlamentario, luego se trató en comisiones hasta que finalmente hace un año atrás se llevó a una sesión ordinaria de la Cámara de Diputados y luego lógicamente la de Senadores.

-¿Existieron resistencias por parte de algún sector?

-No, en su momento hubo que dar explicaciones acerca de los alcances de esta ley, el inevitable cómo, por qué, cuándo.  Si bien este proyecto fue mandado por el gobernador, los diferentes sectores requirieron lógicamente mayor información al respecto. Porque el mismo una vez sancionado debería abarcar a todos los heridos, aquellos que estaban retirados, y otros que aún están con trámites a cuestas. Consideré que todos deberían tener el mismo tratamiento, porque en definitiva todos ofrendaron lo más preciado de sí mismos.

-¿Se puede decir que esto viene a zanjar una cuenta pendiente?

-Creo que fundamentalmente viene a zanjar una cuenta pendiente que tenía quizás el orden institucional de la Provincia, no solamente el ámbito policial. Y en esto no solamente quiero destacar no sólo la actitud del ministro de querer promocionar este proyecto de ley, digo promocionarlo porque era alentarlo, instalarlo, poder llevarlo a que se sesione, se discutiera y se hicieran las modificaciones que se consideraran pertinentes. Pero finalmente era poder instalarlo de manera tal que el ámbito donde debía discutirse era la Legislatura de la Provincia, lo realizara, cosa que se logró. Pero también debo destacar la actitud altruista del Gobernador, que desde el primer momento de que se enteró del mismo, lo tomó como propio y lo llevó adelante. En definitiva creo que el máximo referente gubernamental se puso al frente de esta cuestión, porque entendió que no sólo era una causa humana sino también una causa justa, y ahí va de plano nuestro reconocimiento como institución policial a Scioli y a su referente en la cartera de Seguridad que es el doctor Stornelli.

-¿Cómo ve el después de esta ley?

-Lo veo con una gran esperanza. Aunque parece que pasó poco tiempo, dos años para que la misma se reglamentara, transcurrieron doce largos años para que se tomara la decisión de implementarla, que de algún modo en forma abarcativa protegiera a aquellos que habían tenido la desgracia de ser heridos y fallecidos en acto de servicio, y que también alcanzara a sus deudos. Me parece que es una forma digna de reconocimiento institucional y social a quienes arriesgaron su vida en defensa del conjunto de la ciudadanía.

-Muchas gracias por su tiempo.

-De nada, me sentí muy cómodo.

Fernando Paolella