Luego de mucho trajinar de dimes y diretes, al fin Cristina Fernández de Kirchner tuvo su ansiada reunión con su homólogo del Norte, Barack Obama, con fotito incluida. Aunque los personeros de este régimen sumamente extraño trinen por los cuatro costados, asegurando que los K son nacionales, populares, antiimperialistas y amigos eternos de los progres Morales y Chávez, las relaciones actuales con EEUU amenazan ir convirtiéndose progresivamente en un remedo de aquellas vilipendiadas relaciones carnales del menemismo:

‘’La presidenta Cristina Fernández ofreció una conferencia de prensa, luego de las reuniones que mantuviera con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con el titular de la ONU, Ban Ki-Mon, con el presidente de la República Popular China, Hu Jintao, y una vez concluída su participación en la Cumbre por la Seguridad Nuclear que tuvo lugar en Washington.

Allí anunció que el presidente norteamericano apoyó su propuesta de realizar la próxima reunión de los sherpas en Buenos Aires, a fines del corriente año, y que en la cumbre quedó de manifiesto el liderazgo argentino en lo que respecta a desarrollo nuclear para fines pacíficos. Los ‘sherpas’ son los coordinadores técnicos que cada país designa para preparar distintas cumbres, como la del G-20 o, en este caso, el encuentro de Seguridad Nuclear que se concretó en la capital norteamericana. Sobre la cumbre de Seguridad Nuclear, Cristina Fernández señaló que en el cónclave recordó que Argentina y Estados Unidos fueron los únicos países del continente afectados por ataques del terrorismo global, que nuestro país puede mostrar una trayectoria de 60 años de desarrollo nuclear totalmente pacífico y que la América del Sur es una región libre de armas nucleares. En ese marco, resaltó la existencia de una agencia de control nuclear conjunta entre Argentina y Brasil, y del alto valor que tiene ‘la paz y la no conflictividad’ en el subcontinente. ‘Estamos construyendo un rol internacional de la Argentina que no teníamos’, expresó la Mandataria. ‘Son pasos importantes que estamos tomando para colocar a la Argentina en el lugar que se merece’, dijo, y agregó: ‘No tomamos partido por los más fuertes y poderosos, tomamos partido por lo que dicta nuestra identidad’.

Asimismo, señaló que ‘nos comprometimos a estudiar y profundizar toda la reglamentación vigente’ en torno a no proliferación nuclear. ‘Fue una muy buena reunión, es la primera en la que se comienza a abordar este tipo de temas en forma global’, explicó la mandataria, y resaltó además que ‘no es alocada ni fantasiosa la posibilidad de que agentes del terrorismo global tomen control de elementos atómicos’. Por eso, advirtió que vivimos en ‘un nuevo mundo que tiene la regulación de un mundo que ya no existe más’. ‘Estamos ante la ausencia de instrumentos e instituciones que puedan procesar la conflictividad’, lamentó.

Además, informó que el canciller Jorge Taiana firmó un acuerdo con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, sobre control de puertos bajo operación de técnicos argentinos.

Consultada sobre la situación de Irán y su tratamiento en la reunión, explicó que el tema ‘apenas fue mencionado en la cumbre’ y que en este tipo de encuentros ‘no sirve estar contra nadie’. Lo importante, explicó, es tomar medidas para ‘controlar materiales de altísima peligrosidad’. La preocupación es seria y la aplicación de controles ‘no es una introducción limitante para tal o cual país y su desarrollo nuclear’, aseguró la Mandataria.

No obstante, reclamó a las grandes potencias nucleares que cumplan sus compromisos de desarme nuclear. "Si no hay un desarme nuclear, no va a ser sustentable el discurso (de las potencias nucleares) ante los demás países", aseveró. En esa línea, sostuvo que "hoy la supremacía de Estados Unidos en el mundo no se debe al hecho de tener la bomba".

‘Fue una conferencia positiva, sin lugar a dudas’, aseguró la Jefa de Estado’’, según informó la web de Presidencia de la Nación en su edición del pasado martes 13 de abril.

Resulta muy clara la intención estadounidense de seguir manteniendo el monopolio de la espada de Damocles nuclear, en cuyo selecto club también está su más digno aliado en Medio Oriente, Israel, aunque abiertamente aún se niegue a admitir el arsenal que tiene en secreto en Dimona.

Sabidas son las permanentes presiones de este país a Irán, que bajo la excusa de que dicha república islámica pretende elaborar este armamento no convencional, intenta por todos los medios la aprobación de un eventual ataque preventivo a fin de paliar esa supuesta amenaza. Dicho espurio recurso remeda aquel cuento inefable de George Bush Jr. acerca de las inexistentes armas de destrucción masiva en poder de Saddam Hussein, bolazo que contó con la adhesión del británico Blair y del español Aznar, ambos luego vilipendiados a muerte por haberle mentido a su gente y usar ese estúpido recurso para invadir Irak.

Juego peligroso

Desde hace 6 años la Argentina kirchnerista mantiene un peligroso juego de alineamiento implícito con el binomio Washington-Tel Aviv, que coloca al país en una línea coherente con las relaciones del mismo palo elaboradas por Carlos Menem y el padre del anterior presidente estadounidense. En ese momento, ellas fueron necesarias para encubrir los atentados de la embajada israelí y la AMIA, para que jamás se sepa ni se investigue de modo oficial la participación de los servicios secretos sirios en ambos, socios ocultos de la CIA y el MOSSAD en el sinuoso mundo del recontraespionaje. A pesar de que hace más de una década la actual presidenta, en su papel de titular de la Comisión bicameral destinada a esclarecer ambas masacres, señalaba con su dedo a Damasco como principal responsable de las mismas; desde un poco antes de la asunción de su esposo radicalmente varió su posición alineándose con los detentadores del cuento persa.

Efectivamente el año 2000 nos encontró dominados, y ahora paradójicamente con un gobierno nominalmente justicialista se llega a un alineamiento estratégico con la única potencia dominante, pero blandiendo en casa un discurso de barricada anti yanqui que hace las delicias de una gilada rentada pero cada vez más confundida.

 Fernando Paolella