Resulta doloroso, pero parece innegable. Buena parte de la historia institucional reciente de la Argentina se modificó por crímenes. El crimen de una adolescente liquidó el feudo de los Saadi en Catamarca, el asesinato de un conscripto terminó con el servicio militar obligatorio, la eliminación de un fotógrafo develó la impunidad empresarial avalada por el Estado. Y fue decisivo el fusilamiento de dos piqueteros para que Eduardo Duhalde adelantara las elecciones del 2003 que encumbraron a Néstor Kirchner.

Los objetivos de aquellos asesinatos eran mezquinos, acotados a la mentalidad salvaje de quienes los perpetraron. Pero la presión social por sus esclarecimientos derivó en consecuencias institucionales saludables. Ahora, otra muerte violenta puede llegar a revelar esa trama oculta y siempre sospechada de los aportes económicos a las campañas políticas. El balazo en el pecho que mató al empresario Raúl "Cacho" Espinosa en Puerto Madryn, el 30 de enero del 2003, traerá derivaciones difíciles de medir. Ya preocupaba al Gobierno que los dos empresarios españoles prófugos, acusados de instigar el asesinato, mantuvieran una estrecha vinculación con los Kirchner. La pesquera Conarpesa de los prófugos Álvarez contaba con la presencia de la ahora pareja presidencial en las inauguraciones de sus plantas. Y el equipo de básquet Conarpesa llevaba en sus camisetas el eslogan Kirchner 2003 como contribución a la campaña electoral.

El asesinado Espinosa había sido empleado de Conarpesa, pero dejó a los Álvarez para fundar su propia pesquera San Isidro, y entrar así en una guerra interempresaria conocida por todos en el sur.

Lo nuevo. Ahora, su viuda Lorena Gabarrus reveló que no sólo Conarpesa contribuyó para Kirchner. Más aún, Espinosa accedió a los pedidos de aportes de dos hombres ligados al santacruceño. Y, por si fuera poco, a instancias de ellos, el empresario llevó a pasear en su barco a Julio De Vido, actual ministro de Planificación Federal, en medio de las presuntas entregas de dinero a los recaudadores de campaña.

¿Qué le dijo Espinosa aquella vez a De Vido? Según la viuda del empresario, le habló pestes de sus competidores y hoy investigados como sus posibles victimarios. Dos meses después, Espinosa caía baleado en la puerta de su casa.

Según Gabarrus, la mayoría de las empresas pesqueras patagónicas aportaron para Kirchner presidente porque estaban convencidas de que, de llegar al gobierno, mejoraría la situación regional. Este periodista consultó el detalle de ingresos y gastos que presentaron ante la justicia electoral el responsable político de la campaña, Alberto Fernández –actual jefe de Gabinete-, y el responsable económico, Héctor Capaccioli –ex jefe de asesores de Fernández y ahora funcionario porteño-. Según esa declaración, donde se detallan quiénes y cuánto aportaron, no figura ninguna pesquera. Ni siquiera la San Isidro de Espinosa, que según amigos del muerto, habría acercado tres cuotas de 20.000, aunque no pueden precisar si fueron dólares o pesos. De cualquier manera, entre los aportes privados presentados por la kirchnerista "Alianza Frente para la Victoria", ninguno sobrepasa los 10.000 pesos.

Es bueno recordar que a muchos les pareció poco creíble la rendición de los gastos de campaña de Kirchner. Los 800.000 pesos declarados no se condecían con la abrumadora publicidad que trataba de instalar al candidato que venía del sur. El ARI, que por carencias de fondos evitó los spots de tevé, gastó 400.000. A la fundación Poder Ciudadano, que aboga por la transparencia en las prácticas políticas, le resultó curioso que, aunque Kirchner inundara todos los canales a todo horario, declarara una cifra tan módica. Pero no los sorprendió demasiado. Durante la campaña, la ONG tampoco pudo lograr que Kirchner les entregara su declaración jurada personal ante la AFIP.

¿Por qué resulta grave que no se conozcan a ciencia cierta quiénes aportan a las campañas presidenciales? En Brasil, Lula Da Silva fue salpicado semanas atrás porque se descubrió que su ex subjefe de asuntos parlamentarios de la Presidencia aparecía en un video pidiendo contribuciones de campaña a un banquero del juego ilegal "bicheiro". En una investigación realizada en ese país en el 2002 por Transparencia Internacional, las contribuciones de campaña aparecen en segundo lugar en la lista de métodos para obtener favores de la administración pública. De las 92 empresas que respondieron el cuestionario, casi el 60% reconoció esa situación, sólo superada por el pago de prebendas en el área de las licitaciones para obras públicas. ¿Se repetirán esos índices en el resto del Mercosur?

Los recaudadores. Según la viuda de Espinosa, los encargados de gestionar los pagos fueron Rudy Ulloa y un tal Uberti. ¿Quiénes son? El primero fue fácil de individualizar porque fue el chofer histórico de Kirchner, y ahora es propietario de un multimedio provincial. Del segundo, Lorena Gabarrus sólo indicó que es alguien muy cercano al Presidente. En Río Gallegos, periodistas y políticos opositores le desconocen su trayectoria. Podría tratarse de Claudio Uberti, hoy al frente del Organismo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), un área que está bajo el poder del superministro De Vido. Uberti tiene a su cargo el organismo que controla a las empresas de peaje. En ese rubro, el Gobierno concretó la primera privatización de su gestión, al transferir seis de los corredores viales más transitados del país a seis empresas.

Cinco de las cuales ya tenían negocios con el Estado y la Auditoría General de la Nación las había denunciado por incumplimientos graves. Por caso, el grupo COVICO cobrará peaje sobre 1.514 kilómetros de las rutas 9 y 34. Antes, había sido concesionaria de la ruta 188, donde se constató un incumplimiento de inversiones del 84 por ciento. ¿Qué le ofrecían los kirchneristas a Espinosa a cambio de su aporte de campaña? Según la viuda, nada.

Pero amigos del fallecido dicen que "Cacho" había comentado que más allá de la atención a los negocios pesqueros, los recaudadores lo habrían tentado con una línea urbana de colectivos en Río Gallegos. ¿Uberti tenía algún cargo en el área que se ocupaba de monitorear el transporte urbano de aquel lugar? No se sabe. Cuando se intentó hablar con él, su secretaria derivó al Ministerio de Planificación que comanda De Vido. Donde nadie atendió.