“En 1974 Kirchner participó como extra en
-Porque lo era. Y, además, no pagaba sus deudas. ¡Si hasta le quedó debiendo diez mil pesos a mi abuelo!
Rafael Flores no sólo tiene reparos por lo que considera una operación de marketing de Kirchner para aparecer como víctima de la dictadura. También le cuestiona la actuación de sus primeros años como abogado.
-Mientras muchos nos dedicábamos a defender gratis a los presos políticos, Néstor se dedicaba a representar a represores y a perseguir a deudores hipotecarios -informó, con papeles de viejas demandas en la mano, mientras tomamos un café en un bar de la avenida Santa Fe, en la ciudad de Buenos Aires.
Flores era fiscal del Estado provincial en 1981, cuando pidió veinte años de prisión para el segundo jefe de
Néstor, Cristina y su otro socio, Domingo Ortiz de Zárate, no solo aceptaron la defensa. También argumentaron que no podía considerarse violación forzar a una mujer a practicar sexo oral.
Pero lo que más indignó a Flores no fue ese litigio.
Lo que más lo "sacó" fue la demanda que los Kirchner iniciaron contra una mujer humilde para quedarse con su única propiedad.
Rafa sostiene que este episodio revela cuál es la verdadera relación del matrimonio Kirchner con el dinero.
La mujer se llama Ana Victoria y es la madre de Henry "Pilo" Olaf Aaset. Pilo tiene diez años menos que Néstor, pero fue uno de sus operadores políticos más consecuentes desde fines de la década de los noventa hasta hace muy poco. Su absoluta fidelidad hacia Kirchner hizo que negara el caso de la demanda de su mamá una y otra vez. Pero ahora que abandonó a su jefe lo reconoce sin problemas.
-Y qué se le va a hacer... La vieja firmaba cualquier cosa, y al final la engatusaban -le comentó a un amigo en el café de un hotel de Puerto Madero.
Cuando presentaron la demanda, los Kirchner eran apoderados de una consultora y financiera llamada Finsud. Su especialidad eran "las cobranzas extrajudiciales". Era la época de la circular 1050 de José Alfredo Martínez de Hoz. Las tasas de interés para los créditos hipotecarios llegaron a 150 por ciento y se hicieron impagables. En ese contexto de desesperación, Néstor y Cristina se habrían quedado con los pagarés de la señora de Aaset, en vez de romperlos después del cobro.
Fue durante 1982. La señora Aaset se lo contó a Flores, y el abogado inició una demanda penal contra los Kirchner. Los argumentos que utilizó para atacarlos fueron demoledores.
Rafa comparó a Kirchner con Shylock, el usurero judío protagonista central de otra obra de Shakespeare, El mercader de Venecia.
Escrita entre 1594 y 1597, cuenta la historia de Bassanio, un noble pero humilde veneciano que, para cortejar a Porcia, una rica heredera, pide prestados tres mil ducados a su amigo, un comerciante llamado Antonio. Pero Antonio tiene casi toda su fortuna invertida en los barcos que posee en el extranjero. Entonces decide pedirle prestada la suma a Shylock. El prestamista accede, con una sola condición: si Antonio no se la devuelve con los intereses y en el tiempo pactado, le tendrá que dar una libra de su propia carne, la más próxima a su corazón.
Flores ganó el juicio, pero el juez lo reprendió por comparar a los Kirchner con uno de los personajes más avaros y miserables de la historia de la humanidad.
Ese día, al encontrarse a la salida con Cristina, Flores le pidió disculpas por los fundamentos de su acusación, pero después le preguntó:
-Decime, ¿para qué hacen esto? ¿Cuál es la necesidad?
Estaban en la calle, en la esquina del juzgado, en la avenida Roca y Chacabuco.
Jura Flores que ella le habría contestado:
-Queremos hacer política. Para hacer política en serio se necesita "platita".
La platita en efectivo sería una de las obsesiones más notables de Kirchner. Decenas de testimonios recogidos para este libro confirman la sospecha.
Aunque Néstor y Cristina perdieron el juicio por la casa de Aaset, su persistencia y su ambición les permitió comprar a precio de bicoca decenas de propiedades que estaban por rematarse.
Entre 1977 y 1982 adquirieron veintiún inmuebles. Según una vieja declaración jurada, el más chico tenía
“La actividad legal de Kirchner se especializó en la asesoría a comercios locales y como apoderado de empresas. Automotores de Dios,
No sólo el niño Aaset sufriría al abogado Kirchner, los descalabros provocados por
“En abril de 1980, el Banco Central emitió la célebre circular 1050, con la manifiesta intención de fomentar los préstamos hipotecarios, reactivar la construcción y cubrir un déficit habitacional que ya entonces era estructural en
El estudio ya tenía las cuentas de los bancos Cabildo, del financista Jorge Pirillo, y Patagónico y de las financieras Sic y Finsud, de Bahía Blanca, que terminó vaciada después de una quiebra fraudulenta. Algunos testimonios insisten en que su posición en los bancos le permitió a Kirchner comprar las hipotecas que pasaban a remate, una práctica ilegal (los abogados tienen una incapacidad de derecho para adquirir bienes en los que hubieran participado como letrados) que le habría permitido incrementar sustancialmente su patrimonio inmobiliario. En la declaración jurada presentada por Kirchner en 2003, aparecen 21 bienes inmuebles, entre departamentos, casas y terrenos, adquiridos entre 1977 y 1980, cuatro de los cuales están a nombre de Cristina” (El último peronista, la cara oculta de Néstor Kirchner, de Walter Curia)
¿Qué hiciste en la dictadura, papá?
Estas tres instantáneas, ilustran de manera cabal que el matrimonio gobernante, en ese entonces, no eran lo que pretenden ser ahora. Durante los años más sangrientos, se dedicaban a una actividad mucho más lucrativa que militar por los derechos humanos.
Cabe recordar que mientras ellos recurrían a la especulación inmobiliaria, miles de argentinos eran secuestrados, torturados y finalmente desaparecidos, mientras otros debían recurrir al exilio forzoso o a no mirar, no hablar y no escuchar.
Por más que se ofendan por esto, no se puede renegar de un pasado al asumir un engañoso presente para que una mentira, por más estúpida que esa, se consagre como la única verdad.
Fernando Paolella