Diálogo real en 1993:
- Me imagino que vas a ir, ¿no?
- No sé todavía…
- ¿Pero justamente vos que sos veneno de los Beatles te vas a perder a McCartney...?
- ¿Querés que te diga la verdad? Tengo miedo de verlo al hombre, que me dé un bobazo ahí nomás y quedarme seco en la tribuna...
Se anuncia de manera oficial que James Paul McCartney volverá a tocar en Buenos Aires el 14 y 15 de Noviembre de 2010. Uno está 17 años más viejo, Paul no.
No vamos a entrar en discusiones, que John era mejor, que a mí me gustaba más George, etc. etc. Eran Los Beatles, la música de fondo de la vida de tres generaciones alrededor del mundo.
Viene Paul McCartney y viene la propia vida de uno, y de tantos. Viene la imagen de un pibe tratando de conseguir una guitarra eléctrica porque I want to hold your hand le había volado la cabeza. Viene el primer amor adolescente y suena Yesterday. Viene el colegio y la admiración por ese compañero de séptimo grado que sabía tocar el acorde inicial de A hard day´s night en seis cuerdas. Viene un camping en Villa Gesell y 30 almas cantando Hey Jude... y tiempo después viene tu hijo, que un día te encuentra escuchando el Doble Blanco y se vuelve loco con Helter Skelter...
Ya en 1993 estremeció River con la banda anterior, aún con Linda en vida y detrás de los teclados, con un repertorio que recorrió el por entonces nuevo disco Off the ground y los inolvidables clásicos Beatles.
Uno no puede venir aquí a tratar de reflejar con palabras lo que se sintió al escuchar el One-Two-Three-Four! que cuenta la entrada de I saw her standing there, el tema que abre el primer álbum de la banda Please please me, de 1963.
Viene Paul y desata la catarata de sentimientos... como en New York, como en Rio de Janeiro, como en Tel Aviv, como en Moscú, donde los fans de los sesenta le explicaban cómo hacían para escuchar clandestinamente esa ilegal música británica que traspasó fronteras geográficas, idiomáticas, políticas y culturales.
Viene el que en 1967 se cargó al hombro a la banda más grande de todos los tiempos, que estaba cerca de la disolución al final de las giras y luego de la muerte de su manager Brian Epstein, y consiguió que nos continuaran regalando gemas por tres años más, desde Sgt. Pepper´s hasta Abbey Road.
Viene Paul y viene John Lennon con Give peace a chance, y viene George Harrison con Something...
Viene el músico que dentro de 100 años será estudiado del mismo modo en que hoy se hace con los clásicos.
Viene el que desde un escenario agarra una parte importante de tu alma, la desenrolla, la pone en el atril, la canta y la toca con su Hofner violín y después te la devuelve, acariciada.
“And in the end, the love you take, is equal to the love you make..." (Al final de cuentas, el amor que recibes es igual al amor que das)
Fabián Ferrante