Exactamente a esta hora pero veinticuatro horas atrás escribíamos un título que recorrería el mundo. Hoy la villa turística se muestra gris, el cielo perdió el brillo y los que lloran a su vecino ilustre pasan por el frente de la residencia familiar del matrimonio Kirchner como buscando que alguien les cuente lo que pasó. Turistas y periodistas se mezclan en un paisaje pueblerino amodorrado por la falta de actividad impuesta por el feriado del duelo.

Hace exactamente 24 horas atrás en nuestra Redacción escribíamos “Kirchner falleció en El Calafate” y cuando hicimos el último “enter” en la compu, disparamos la noticia más inesperada y triste para Santa Cruz. Exactamente 20 minutos después de que falleciera el ex presidente, cuando recién algunos estaban despertando en sus casas para esperar al censista, en OPI aportábamos la primicia que cambiaría la historia política del país: había muerto el creador del Frente para la Victoria.

Hoy, exactamente a la misma hora de aquel anuncio, salimos a caminar por El Calafate y cruzamos la ancha avenida que bordea lago, interrumpida por rotondas y flanqueada por veredas empedradas. La residencia cerrada y silenciosa, sólo protegida desde el exterior por la guardia de todos los días, permanece como mudo testigo de los hechos que llenaron de tristeza a este hermoso lugar y especialmente a la provincia de Santa Cruz.

Nos cruzamos con algunos curiosos que pasan mirando hacia el interior del parque donde una cortina de árboles dificulta la observación en detalle del enorme predio y dibuja difusa la silueta de la mansión que hace algunas horas abandonó la familia presidencial. Algunos vecinos parados en la vereda de enfrente es como si esperaran que alguien saliera de la casa a decirle que “El Lupo” no murió. Otros, visitantes ocasionales, extranjeros en su mayoría, pasean, cámara en mano, cumpliendo con la rutina del itinerario que le fija el paquete turístico que compraron en Europa para visitar la Patagonia.

“El lugar en el mundo” de la presidenta ya no es el igual. Algunos vecinos con los que hemos hablado insistieron en señalar “Calafate no va a ser el mismo sin Kirchner”. El tiempo lo dirá. Hoy la herida emotiva aún está abierta.

Recién han pasado 24 horas desde que anunciáramos la muerte de Néstor y se empieza a escribir la nueva historia política de Santa Cruz y el país. (Desde El Calafate OPI Santa Cruz)

Redacción de Tribuna de Periodistas