El Instituto General Roca de la provincia de Tucumán es un establecimiento de recepción de niños en conflicto con la ley penal, cuya tutela está a cargo del Poder Ejecutivo Provincial.
Tiene un historial de muerte. Los padres de los encarcelados, saben que sus hijos, de entre 14 y 17 años, si son apresados y enviados a este lugar, pueden salir adictos, violados, mutilados o muertos.
El 70% de los niños y adolescentes que habitan sus celdas son adictos al paco, y los que quedan a la fuerza deben consumir por imposición de sus pares y el descontrol de las propias autoridades, como el ocurrido el lunes pasado, cuando ingresó subrepticiamente, un encendedor a un calabozo que se prendió fuego.
Ese día, 20 de noviembre a las 22.15, comenzó un incendio en una de las celdas, donde estaban encarcelados tres adolescentes. La versión oficial indica que tres de ellos manipulaban fuego.
Apenas llegaron al hospital, los tres adolescentes fueron llevados al quirófano por los graves daños que el fuego les provocó en la piel.
A las 8.15 del día siguiente falleció Marcelo Pavón López de 17 años, quién tenía quemaduras en casi el 80 % del cuerpo, informaron en el hospital.
El otro joven, el de 16 años continúa grave y en estado desesperante, con quemaduras en el 70% del cuerpo.
Los derechos humanos en Tucumán nunca fueron respetados, ni en la época de Antonio Bussi, ni en el gobierno actual.
En Tucumán, ese poder total oculta fallecimientos de niños en los niveles más aberrantes, como la violación seguida de muerte de una niña de 16 años, en la casa de una actual jueza de familia, hasta decesos de niños producidos dentro de instituciones del propio Poder Ejecutivo Provincial (1).
En el año 2006, Fundación Adoptar pudo probar judicialmente, que en este mismo instituto,
Finalmente fue condenada por homicidio por la muerte del niño Ariel Llanos, pena que jamás cumplió, ya que el expediente hasta el día de la fecha está perdido y, por supuesto, a nadie le interesa que aparezca.
Julio César Ruiz
Fundación Adoptar
(1) Ver: Usted miente, señora (primera entrega)
Usted miente y encubre señora (segunda entrega)