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El juego de la fortuna

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LA CRITERIOLOGÍA CIENTÍFICA, CORONA AL ÉXITO A UN MODESTO EQUIPO DE BÉISBOL
LA CRITERIOLOGÍA CIENTÍFICA, CORONA AL ÉXITO A UN MODESTO EQUIPO DE BÉISBOL

Ficha técnica:

 

Título para Latinoamérica: El juego de la fortuna / Rompiendo las reglas

Título original: Moneyball

Dirección: Bennett Miller
Guión: Aaron Sorkin, Steven Zaillian (Libro: The art of winning an unfair game, de Michael Lewis).

Género: Drama – Apta para todo público.

Reparto: Brad Pitt (Billy Beane), Jonah Hill (Peter Brand), Philip Seymour Hoffman, Robin Wright Penn, Chris Pratt, Kathryn Morris, Tammy Blanchard, Glenn Morshower, Erin Pickett, Sergio Garcia.

Fotografía: Wally Pfister - Música: Mychael Danna.
Producción: Michael De Luca Productions / Scott Rudin Productions / Specialty

Films. - Web Oficial: http://www.moneyball-movie.com/

País: EE.UU. - Año: 2011- Duración: 133 min.- Estreno Arg.: 12/2011

 El juego de la fortuna es el film “del optimismo”: las adversidades, los sinsabores, todo quedan en el olvido. Es el optimismo, sembrado por el poder del conocimiento y las estadísticas científicas, que cambian la realidad social de los individuos y su circunstancia. Una historia apasionante desde los créditos, pero con una narración algo distraída del gran relato final.

 El film de la Columbia Pictures, hunde su cimiente en la historia real de Billy Beane (Brad Pitt), un frustrado súper estrella de béisbol, ahora enfocado a mánager (administrador) del equipo de los Oakland Athletics. Al iniciar la temporada 2002, Billy es anoticiado de la sangría de jugadores de su equipo, que migrarán a otros lares. Sin sus jugadores estrellas (reclutados por poderosos equipos de las grandes ligas americanas), debe imperiosamente contar con un plan B.

 Cualquiera que conozca los rudimentos básicos de la administración de una organización, sabe que el primer y último escollo a derrotar es “la resistencia al cambio”. Resistencia que involucra desde el Director Técnico (Philip Seymour Hoffman), que no creía en los nuevos conceptos; tampoco los colaboradores inmediatos. ¡Si hasta los jugadores no entendían cuáles eran los soportes de ese “cambio”!

 Billy asume la pesada tarea de desafiar a lo conocido hasta el presente. Con un magro presupuesto, ¿cómo podría competir con los grandes equipos de la Liga? Este acertijo, pronto será resuelto. Aparece en escena, un pesonaje singular: Peter Brand (Jonah Hill), un economista obsesivo por las estadísticas y matemáticas, aporta “la buena nueva” para redimirlos.

 Con una diplomatura de la Universidad de Yale, convence al desesperado mánager del jugoso fruto del éxito, apelando a la criteriología científica manifiesta. Es decir, la necesidad de cambios en la plantilla, según la perfomance de cada jugador. Así, aquellos jugadores de campo que no poseían crédito en el medio, son tenidos en cuenta pero en puestos diferentes, donde los mismos pueden revertir el estado de la cuestión. Todo un desafío de cara a la resistencia interna y externa (la prensa).

 La cinta viene conquistando múltiples adhesiones a su paso. Primero brilló en el Festival de Toronto, que indica un buen camino hacia el ansiado Óscar. Posee una condición excluyente para Hollywood: “un drama con raigambre histórico y nacional”. Donde el americano medio, se ve identificado con un tema popular. Pese a ello, notamos que la obra de Bennett Miller no cuenta a priori, con la legitimación estética para tales pergaminos.

Con la licencia debida, puesto que se ha vertido léxico científico, no aceptamos postulados contrafácticos. Pero con este guiño afirmamos: si el director de El juego de la fortuna, hubiese sido Clint Eastwood, otro vuelo tendría el pájaro del éxito. Pienso por un momento, en su magnífico rodaje Invictus. Toda esa parafernalia dialéctica y estética en conjunción, es el valor agregado que brilla por su ausencia en la película de Millar. Por ej: mal utilizado el espacio físico del campo de juego de de los Oakland, no hay “sonido a estadio” y por consiguiente, baja la tensión en la narración. Y con ello ausencia de quiebre en el espectador. El “Viejo” Clint, ¡como se hubiese divertido con este acápite…!

  

 Brad Pitt (Billy Beane), Jonah Hill (Peter Brand): un simpático dueto con gran empatía, coronan al estrellato a un modesto equipo de las ligas mayores

 El sentido último que nos propone el texto, es el tema del “cambio”. Cambia la cultura y el clima organizacional, al tiempo que propone el contagio a estratos superiores de la misma: jugadores, cuerpo técnico y hasta el presidente de la institución. ¿Y la resistencia de la que hablamos? La respuesta, en “rompiendo las reglas” y en el agudo espectador.

 Podrá adherirse a esta idea o no. Pero de lo que no podemos dejar de estar de acuerdo, es en la inmejorable idea-fuerza del conocimiento como hilo conductor a una determinada empresa. Sea una fábrica, un colegio, y hasta un equipo de béisbol.

 

Gustavo Contarelli

 

Puntaje del film: 4
Puntaje actor protagónico: Brad Pitt (Billy Beane) 5 Tribunas

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima

 

1 comentario Dejá tu comentario

  1. El tema del Oscar parece que obsesiona a muchos. La prensa siempre hace lobby para los más fuertes. No son necesariamente los mejores. Claudio

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