Para usar lenguaje futbolero, esta nota es “cortita y al pié”.
Hace unas horas, el autor de este informe se reunió con un viejo sabueso de la Policía Federal (ya retirado, pero que por sus conocimientos en delitos complejos sigue siendo consultado por las autoridades de su fuerza). ¿El tema de la reunión? Un escándalo que podría tomar ribetes problemáticos para el Gobierno si se hace público.
Un ex funcionario convertido en legislador el 10 de diciembre, tenía una cuenta secreta en un banco de los EE.UU con un depósito de 2.048.000 dólares. A las autoridades de ese país les pareció un tanto sospechosa, por lo que decidió investigarla. Con discreción minuciosa siguió el reglamento del caso. Averiguó quién era el personaje, cruzó datos con agencias federales y realizó la consulta con el BCRA y otros organismos argentinos.
Mientras tanto, decidió “pisar” el depósito, o sea, inmovilizar la cuenta hasta que apareciere el justificativo de la misma y salir —o no— de la sospecha de que podría tratarse de dinero blanqueado. El legislador no puede retirar ese dinero hasta tanto justifique el origen de la misma. Algo que es “Misión Imposible”.
Si EE.UU hiciera pública la situación, el gobierno nacional tendría un serio problema de imagen frente al escándalo inevitable.
Pero en medio de la conversación, quien escribe le preguntó al viejo comisario por el asunto antiguo y reflotado estos días sobre las denuncias de los prostíbulos del ex agente de la SIDE, Martins, que instó su hija Lorena.
A primera vista pareció, desde el comienzo, que la operación era una de las tantas movilizadas por el kircherismo para esmerilar la figura de Mauricio Macri, convertido desde octubre pasado en el único posible referente opositor capaz de disputarle la Presidencia al oficialismo dentro de cuatro años.
Se trató casi de una consulta de compromiso, ya que la respuesta no sería otra con la que se especulaba. Increíblemente, el hombre que sabe casi todo lo que ocurre en las trastiendas del poder y sus trabajos sucios, respondió así:
“No, estás equivocado, quien comenzó la operación resucitando el tema de los prostíbulos de Martins fueron los agentes de Mauricio Macri. Era una venganza contra Oyarbide que la pensaron desde que el juez encarceló al Fino Palacios. No sabemos si Lorena Martins fue consciente de qué había tras las denuncia. Pusieron a la ONG La Alameda detrás de la denuncia porque esa gente tenía credibilidad ganada con el caso de los departamentos del Juez Zafaroni. Pero el blanco de las denuncias era Oyarbide. En medio de la difusión del caso, a Lorena Martins la captaron los operadores de Nilda Garré y le dieron vuelta el argumento, consiguieron fotos de Macri con la gente del viejo explotador de mujeres y revirtieron el caso como un panqueque. No lo comenzó el Gobierno, solo que los agentes que trabajan con Garré son más inteligentes que los operadores macristas”.
El hombre lo relató con la seguridad absoluta de quien conoce los trasfondos que se manejan en estos casos subterráneos, donde la opinión pública solo ve la punta del iceberg pero ignora qué ocurre en la profundidad.
Dijo también que Jorge Macri, ahora intendente de Vicente López, pero manipulado por su primo Mauricio, —que le ordena privatizar la cosa pública y erigir torres de viviendas que obviamente se las adjudicarán a sus amigos— conocía esta maniobra e intentó disuadir a Mauricio que la llevara a cabo.
En la familia Macri le tienen terror a los arrebatos ingenuos (utilizó un término irreproducible para el buen gusto que intenta deslizar este artículo) de Mauricio.
La misma gente que lo acompaña ya está harta de soportar las chiquilinadas del jefe porteño, pues en su caída terminará arrastrando a todo el PRO.
De ahí que esta frustrada operación contra Oyarbide termine este año de convencer a algunas cabezas macristas de ir mudándose de partido antes que el barco se hunda.
¿Quiénes se irán de su lado? “Gabriela Michetti, que cada día tiene mejores relaciones con la Casa de Gobierno. Cristian Ritondo, que no hay que olvidar que estuvo mucho tiempo haciendo operaciones en la SIDE cuando la manejaba Miguel Angel Toma, que conoce cómo se trabaja en acciones de inteligencia y que lo considera a Macri un bobo total. Y Santilli, que sabe que Macri nunca le permitirá que intente sucederlo en la jefatura de Gobierno. Y con esto de Martins-Oyarbide, creo se colmó la paciencia de todos”.
Y la frase final: “El cerebro operador de todo el grupo Macri no fue Francisco como piensan todos, sino su hermano Tonino, quien una vez le gritó delante de Franco en la época que Mauricio era gerente de SOCMA: ‘Sos tan inservible que no servís ni para hijo’. Franco se quedó en silencio como refrendando las palabras de su hermano”.
Queda claro que si el propio Mauricio fue el iniciador de las acciones que le vinieron en su contra con el caso Lorena Martins, algo de razón pareciera tener el viejo Tonino.