Hasta el cansancio hemos escuchado las voces de quienes son los responsables de velar por nuestra salud, acentuando siempre con énfasis que “tenemos la mejor salud”, “Los mejores hospitales” y, resulta que lo “único mejor” que tenemos son los profesionales que sostienen al sistema.
La señora Presidenta ya recuperada de su dolencia, tenía la oportunidad de demostrarnos que todo aquello que se publicita es cierto, si hubiera elegido para su problema algún hospital estatal ya que según se dice tienen la mejor tecnología al servicio de la ciencia médica, pero no, prefirió mejor no arriesgarse a que la mentira afecte su cuerpo y se internó en el Hospital Austral de Pilar, uno de los más reconocidos a nivel mundial y obviamente más caros también. En buena hora que pudo y el resultado fue positivo.
El otro caso y mucho más fresquito es del gobernador de Formosa, quien a los cuatro vientos en cada ocasión que se presenta, destaca las bondades del Hospital de Alta Complejidad de la capital provincial y la verdad tiene razón. Está considerado como uno de los centros de salud de excelencia ya que se realizan trasplantes de todo tipo y llegan para atenderse pacientes de todo el país y América, pero no, el gobernador decidió operarse de la glándula tiroides (uno mas) en la Clínica de la Trinidad de Capital Federal, algo que para nosotros el común de la gente, es un poco difícil lograr.
Y así, con este grado de hipocresía, se sigue discriminando una y otra vez al ciudadano común, que al no contar con medios suficientes, en la mayoría de los casos le cuesta horrores poder acceder a una consulta o tratamiento en los mismos hospitales públicos que estos dos mandatarios desecharon. Basta consultar con cualquier persona que tenga o haya tenido que concurrir a un hospital público para darse cuenta que hay que madrugar para conseguir número y ser atendido y ni hablar de conseguir los medicamentos.
Siempre tengo la esperanza que algún alguien les ilumine la mente para que se aclaren sus pensamientos y puedan bajar de ese viaje en las alturas que los mantiene permanentemente alejados de la tierra y de la gente.
El coordinador del Centro de Estudios Nelson Mandela, Rolando Núñez, denunció el fallecimiento de un bebé toba en Villa Río Bermejito a causa de un golpe de calor, luego de su nacimiento y en condiciones que encuadró como una posible alta prematura del centro asistencial. Aseguró que la falta de agua potable lleva a la villa a una crisis sanitaria grave.
El refrán dice “no aclares que oscurece” y ahora los responsables nos dicen que no hubo negligencia, pero ¡oh casualidad!, ya intervinieron la Cooperativa de agua en Villa Bermejito para optimizar la calidad de los servicios.
Ricardo Bustos
DNI 7788556
Resistencia-Chaco