“La justicia es una tela de araña que atrapa a las moscas y deja libre a las águilas”. (Proverbio inglés)
La imagen de la mujer rutilante enciende los flashes, y baila en los rayos catódicos de la pantalla televisiva. El hombre semicalvo se dirige hacia ella con majestad esbozando una sonrisa, se inclina levemente y con suavidad le toma la mano derecha para besarla. No estamos en 1947, aunque el lugar es el mismo, pues los protagonistas son bien diferentes. El escenario es el Palacio de la Zarzuela madrileño, la mujer de marras no es otra que la Primera Ciudadana Cristina Fernández de K y su anfitrión, el rey Juan Carlos de Borbón.“España es la puerta. Ayer y hoy, España es ineludible si se quiere conquistar a Europa desde el sur. Así lo hizo Eva Perón en 1947, cuando inició su gira europea que deslumbró a muchos. Así lo hace Cristina Fernández de Kirchner ahora, quien al igual que la mujer del general dejó a su marido en las pampas para hablar en su nombre”, según señala acertadamente Darío Gallo en la edición de Noticias del viernes 17 de diciembre de 2004.
Pero los medios, como se puntualizó recientemente, los encandiló tanto glamour que dejaron escapar nuevamente la tortuga. Apenas le prestaron atención a la revelación apocalíptica de la nombrada, cuando dijo al diario ABC que era imposible cancelar cash la deuda externa y desembarazarse de la odiosa tutela del FMI.
La cámara de la liebre se pone en movimiento nuevamente, y desciende en la intersección de Avenida de Mayo y Tacuarí. Son las 17:58 del lunes 20 de diciembre, y un atronar de motos centra el encuadre. Se trata de los famosos motoqueros, los mismos que 3 años atrás aguantaron la embestida y los tiros de plomo de sus similares de la Federal. Sobre el mismo asfalto caliente de antaño, la nutrida columna evoca a su muerto Gastón Marcelo Riva, y a los demás caídos aquel día interminable.“¡Presente!”, corean cuando cada nombre es evocado. Algunos transeúntes apurados los oyen al pasar, con paso rápido se alejan como pretendiendo patear tan pesado recuerdo.
“Gustavo Benedetto, asesinado por la represión policial en la rebelión popular del 20/12701. Nunca te vamos a olvidar. Tu madre y tu hermana”, reza una placa de cerámica enclavada en el mismo lugar donde cayó asesinado el aludido, junto a los restos de otra. La segunda fue reventada por personal policial de civil, una madrugada posterior a los hechos narrados. La imagen se detiene en la esquina de Avenida de Mayo y Chacabuco, donde cinco policías uniformados charlan y observan de reojo a los que se conduelen ante la placa de marras.
“A juzgar con la conducta cada vez más irascible del presidente Kirchner, parecería que dichos límites ya le son visibles. Será por eso que ha reanudado su guerra contra el Fondo y está peleándose con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, que optó por no darse por aludido, con el duhaldista Roberto Lavagna y con el presidente brasileño Luiz Inácio “Lula” da Silva. Además de reflejar la voluntad instintiva de un político peronista de exportar los problemas nacionales, trasmutando lo que son asuntos internos en conflictos con el resto del mundo, la agresividad presidencial puede atribuirse a la sospecha de que en adelante las circunstancias no sean tan favorables como ha sido durante el primer año y medio de una gestión cuyo logro principal ha consistido en reconciliar a la gente con la clase política nacional diciéndole que las calamidades de los años últimos se han debido casi exclusivamente a la maldad ajena”, puntualiza acertadamente James Neilson en la citada publicación.
Mejor con careta
El oficialismo declara, jura y perjura ante la tortuga mediática que es progresista, nieto de las Abuelas de Plaza de Mayo e hijo de las Madres. Pero la realidad es muy otra, pues como reza la convocatoria al masivo acto en Plaza de Mayo“quienes agitaron el pañuelo de las Madres en la ONU, se han desbarrancado a una represión que mantienen encarcelados a más de 30 presos políticos, atacó a obreros, piqueteros, vendedores ambulantes, estudiantes, quienes tenemos ahora más de 4000 procesados”.
Como muestra de esto, basta con evocar aquella entrevista realizada por este escriba al preso Pablo Amitrano, vendedor ambulante de San Telmo, cuya novia Alejandra pugna juntando firmas y movilizándose pero la justicia pingüinera insiste en que es huésped involuntario de Devoto a causa de los delitos de “coacción agravada y resistencia a la autoridad”.
La cámara que porta la liebre se deja de evocar, y vuelve a enfocar a la Plaza de Mayo en el declinar de la tarde del lunes citado. Desde el palco se evocan a los caídos de hace tres años, y los que siguen muriendo víctimas de la impunidad del gatillo fácil. Al igual que antes, un bosque de puños en alto se yergue ante cada “¡Presente!”, como si los aludidos se alinearan en una revista eterna más allá de las estrellas.
Mientras el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, digita desde su despacho las tapas de los matutinos y colma de publicidad oficial al periodismo obsecuente, agrupaciones católicas ultramontanas logran suspender muestras artísticas lesivas a la civilización occidental y cristiana, y la Biblia se da de pelos con el calefón Orbis. Sí, ese mismo de la publicidad añeja del simpático diablito. Entonces, que prosigan los éxitos pues. Porque el 2005 quién sabe cómo nos encontrará.
Pero la molesta liebre, con su cámara virtual seguirá estando.
Fernando Paolella