"Si antes era un punto de escala para los narcotraficantes, Argentina se ha convertido ahora en un destino", aseveró el prestigioso diario The New York Times en su edición electrónica (1).
“En la medida en que el tráfico de drogas ilegales empieza a hacerse presente en Argentina, los residentes se están acostumbrando a las primeras planas con información de operativos de droga, tiroteos y la macabra realidad de un país que ya no es simplemente un punto de tránsito para los narcotraficantes más buscados del mundo de lugares como México y Colombia.
“Para muchas de estas personas que viven fuera de la ley, Argentina se ha convertido en su base, un refugio confortable donde muchos de ellos tienen un bajo perfil mientras mantienen una mano en la industria (del narco)”, señaló The New York Times.
Argentina brinda las condiciones para que los narcotraficantes mexicanos y colombianos puedan esconderse, indicó el matutino neoyorquino.
“Debido a que las bandas del narcotráfico están tratando de ampliar sus operaciones, Argentina —que en los 90 era un punto de tránsito— se ha convertido en un mercado rentable, hay mucha demanda local de droga y a diferencia de otros países de la región que están ocupados en agresivas guerras contra las drogas, el gobierno argentino aún no ha dirigido el poderío militar contra los narcotraficantes”, indicó.
“No han tenido ningún problema en las cortes, no hay una guerra contra los narcos en Argentina. Ellos operan aquí con comodidad total”, señaló el diario al citar a Claudio Izaguirre, presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina y columnista de Tribuna de Periodistas.
La publicación, que citó al profesor mexicano de derecho Eduardo Buscaglia, apuntó al hecho de que se han vuelto cotidianas las noticias sobre redadas y tiroteos, puesto que su país ya no es simplemente un punto de tránsito para los narcotraficantes.
Según el sitio Excélsior, Buscaglia, quien terminó el año pasado una misión en Argentina para Naciones Unidas, señaló que hay áreas marginales de ese país donde los narcotraficantes se han instalado para ofrecer servicios a cambio de silencio.
Agregó que son lugares en donde las probabilidades de que se proceda legalmente son “extremadamente” bajas, porque las autoridades en las provincias no tienen la capacidad de investigar crímenes complejos, y por lo general no cooperan internacionalmente.
“El cártel de Sinaloa ha infiltrado comunidades pobres en el área tropical limítrofe con Paraguay y Brasil al norte, en donde, en complicidad con autoridades locales, pueden actuar con impunidad”, remarcó.
The New York Times citó a autoridades policiacas, según las cuales narcotraficantes colombianos y mexicanos viven con sus familias en algunas de las más exclusivas áreas de Argentina, a las que consideran “más seguras” que sus propios países.
Las mafias nombran intermediarios locales para administrar sus operaciones, añadió.
El diario anotó también que hay reportes de recientes actividades frustradas por las autoridades argentinas, que involucraban intentos de contrabandear cocaína a Estados Unidos y Europa vía Cancún.
El periódico estadunidense publica historias como la de Héctor Jairo Saldarriaga, quien trabajó como sicario para el “prominente narcotraficante” colombiano Daniel Barrera Barrera, El Loco, y tras su muerte se descubrió que utilizaba tres pasaportes argentinos con nombres falsos y vivía en una “zona discreta” de Buenos Aires.
El artículo no es nuevo, se publicó el pasado 8 de julio; sin embargo, los funcionarios vernáculos aún no se han pronunciado al respecto. En realidad, nada nuevo bajo el sol.
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(1) La foto que ilustra la nota es un montaje "ilustrativo" de Tribuna.