Evidentemente, Cristina Kirchner aflojó la pulseada al ver lo que piensa la gente, sobre todo aquella que analiza y ve que la medida de cerrarle el grifo a la provincia de Buenos Aires no daba en las encuestas más que pérdidas de imagen de la Presidenta y diferencias notables con Scioli.

La gente no come vidrio y, por más que se esfuercen en decir que se pusieron de acuerdo en la víspera del Día del Amigo, lo que se aprecia a simple análisis es el retroceso del Gobierno en la compulsa.

No sé cómo reaccionará Scioli frente a este afloje, lo más probable es que se llame a silencio, ya que su globo de ensayo, en “Si Cristina no se presenta a un nuevo período, yo podría ser candidato en el 2015” le dio una evidente conclusión: no hay que hablar de candidaturas antes de dos años como mínimo, si quiere seguir siendo gobernador y que no le incendien la provincia, con el ahogo financiero.

Y en el “mientras tanto”, ¿qué se debería hacer para evitar la paralización de la provincia por falta de fondos frescos? Poco y nada según los métodos ortodoxos.

Sin embargo, hay soluciones: ¿Quién le impide emitir un bono en dólares para el pago de proveedores con un vencimiento que se produzca antes del fin de su mandato? Si logra enderezar los números, esto le daría la trascendencia necesaria para que su gestión se considerara como exitosa.

Ese mismo bono se podría tomar en pago por ARBA, la AFIP provincial y su rescate podría apoyarse en algún tipo de impuesto no coparticipable.

Asimismo, aplicado a alguna cooperativa, formada por pequeños y medianos productores —que con el apoyo y auspicio del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, gestionara exportaciones de productos agropecuarios en el camino— podría ser acompañado por la Federación Agraria, ya sabemos que los dirigentes rurales, así como los dirigentes obreros, tienen aspiraciones de ser funcionarios; algún puesto tendrían como parte del proyecto.

Por supuesto que Scioli, gracias al apriete del Gobierno central con el revalúo de las propiedades rurales, se indispuso con los campesinos; pero dándoles el beneficio de llegar a mercados externos en forma directa, sin la exacción que conlleva los exportadores habituales, que tienen ganancias importantes en los precios internacionales, considero que recompondría esa relación, sobre todo en los sectores más bajos de los productores.

Esos bonos podrían ser una forma para que también inversores deseosos de contar con la moneda norteamericana, lo atesoraran; lo que le daría un buen sustento y andamiaje a esta herramienta de pago, un estilo del Boden 2012, pero con un servicio adicional, arancelado en dólares.

No sería la primera vez que se emiten cuasimonedas, pero en este caso estas serían bienvenidas por la población, no así por el Gobierno Central, pero esto sería una nueva oportunidad de poner en vidriera, las verdaderas intenciones del gobierno de Cristina K.

Es un humilde aporte que le hago al equipo económico provincial y consideren que no hablé en absoluto de TEI, para aquellos que ven en mis artículos, subliminales publicidades al respecto.

Como dice Christian Sanz, “no es poco”.

Walter Gazza