Si viviera Hugo Guerrero Marthineitz hubiera dicho, agregando su famosa muletilla “Estoy desesperanzado”, estos adverbios: “lamentablemente”, “desgraciadamente”, “infelizmente”, “infortunadamente”, “desdichadamente”, “desastrosamente”, “infaustamente”, “trágicamente”, “miserablemente”, “fatídicamente”, “calamitosamente”, “desconsoladamente” y cuanto otro modo de expresar lo que le pasaba.

Hoy, a dos años de su muerte y sin querer levantar una polémica sobre su trabajo periodístico, su estado de ánimo, considero, debe ser el mismo de toda persona que use el raciocinio y la buena facultad de análisis a la situación creada por los sucesivos gobiernos que supimos conseguir.

¿Qué nos puede llevar a tener semejante estado de ánimo? Paso a dar algunas razones que estamos viviendo y eso, mientras la ley de medios, no nos saque de la vidriera de Tribuna.

La inseguridad, el latrocinio, la difícil situación económica personal de muchos, la desocupación tapada con planes de subsidio a cooperativas que nadie sabe cuál es su actividad, además de cobrar por hacer número en cuanta ocasión habla la Presidenta y la sintonía fina que estamos teniendo en nuestros bolsillos con la quita de subsidios millonarios que fueron en su mayoría a parar a las arcas de los empresarios “amigos” del Gobierno.

También la justificación del Ministro de Educación de la Nación con respecto a la toma de escuelas por parte de alumnos, aunque las causas no sean de la gravedad que podría llegar a ameritarla.

La impresión de billetes por una empresa que no da a conocer sus dueños y encima los hace con deficiencias.

La obligada salida y renuncia del jefe de fiscales de la Nación, la de apartar, es decir, el quitarle los casos que salpican o rozan al poder y dárselos a jueces amigos y permisivos, el no acatar los dictámenes de la Corte Suprema de Justicia.

El disponer de la AFIP como un instrumento de apriete a quien públicamente se exprese en contra de aceptar los índices del INDEC o blanquear en medios de difusión la situación económica real de empresas.

El colocar en puestos claves de dirección a amigos aplaudidores, aunque nunca hayan manejado nada que justifique estar en semejante responsabilidad y luego subsidiar lo que haga falta para que funcione, no importa si es a pérdidas, sin tratar de analizar las verdaderas causas, en la mayoría de las veces, por falta de idoneidad.

Partir de que el fútbol es la pasión del pueblo y que se subsidie sin límite a lo que realmente es una publicidad del Gobierno a través de una pantalla con jugadores de pelota, sin por esto querer desmerecer el deporte, aunque sabemos la mafia que se esconde detrás de la AFA, los dirigentes de clubes y las barras bravas.

Envenenar las aguas de la Cordillera, sin importar las consecuencias ambientales y de salud de los pobladores aledaños (aconsejo leer el libro de Miguel Bonasso “El Mal”) y si un propio, denuncia en la forma que lo hace, demás estar decir la gravedad del problema, que la Sra. Presidenta ignoró en sendos vetos y falta de reglamentación y publicación oficial de la nueva Ley de Glaciares, permitiendo la continuidad del saqueo y perjuicios no reparables.

La compra de voluntades con la caja que generan muchos campesinos, que son defenestrados como productores y tildados de opositores, cuando el mayor porcentaje del PBI es generado por esos mismos despreciados colonos. No me refiero a las grandes corporaciones que acompañan en los viajes a la Presidenta en asientos preferenciales, sorprendentemente, a estos no se lo cuestiona.

Lo portentoso de darse cuenta de que hoy, a nueve años de gobierno, las viviendas que paga el Estado no deberían ser construidas por ONGs. Después del enfrentamiento Hebe vs. Schoklender, aplaudidores y encuestadores oficiales, comenzaron tibiamente a expresarlo públicamente.

El aumento de criminalidad y ferocidad de los homicidios a ancianos y otros, efectuados por cada vez mas jóvenes delincuentes y la frutilla del postre: la creación del Vatayón Militante, algo que ya no encuentra límites de razonabilidad.

El haber destruido a las fuerzas armadas en continuidad con el proyecto menemista, dejándonos indefensos frente a cualquier agresión que podríamos sufrir de algún descocido. Pudo verse que el expresidente uruguayo, Tabaré Vázquez, especificó que había medido la posibilidad de llegar a un enfrentamiento con la Argentina por el conflicto con Botnia. ¿Qué significa esto? Que si barajó esa idea es porque sabía que no tenemos más fuerza que para dos horas de municiones. Basta ver las diferencias que tenemos en cuestión de armamento con Chile, Uruguay, Brasil, Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y, que hasta Bolivia, decidió cuidar el gas boliviano con el apoyo del ejército.

La falta de comunicación con el pueblo a través de una verdadera conferencia de prensa, donde se le pueda preguntar a la mandataria sobre su accionar, y no el monólogo repetidor sobre lo bien que anda todo, con los “para todos y todas”.

Para los que hayan olvidado qué significa “mandataria”, sus sinónimos son “representante”, “delegada”, “apoderada” y “ejecutora”, y no “dueña”.

También, y de modo especial, el haber descendido en el ranking mundial 20 puntos en 10 años, con respecto a la educación. Me pregunto y pregunto: ¿quién gobierna durante los últimos 10 años?

Y si, hemos crecido mucho en algo, hay que destacarlo. Somos líderes en el consumo de drogas. 640.000 habitantes de nuestro país consumen algún tipo de substancia. Quizá, para el Indec de Guillermo Moreno, su interpretación sea un aumento en el standard de vida de los argentinos. Habría que preguntárselo.

En el plano internacional, las noticias no son alentadoras. En una carta anterior publicada en este sitio, se me cuestionaba el haber indicado que la Reserva Federal de EEUU, encargada de imprimir y administrar la moneda usada en el mundo (menos en la Argentina) fuera una empresa manejada por bancos privados, sin embargo las principales familias dueñas de la Reserva Federal son los Rothschild, Rockefeller, Morgan Lazard, Moses Israel Seif, entre otras.

En el informe “Al fin la respuesta del por que el mundo está tan mal”, se blanquea que el Banco Privado de la Reserva Federal se apoderó de Estados Unidos. Según el mismo informe, desde allí se declaran guerras, se financian atentados, se asesinan presidentes y se trafica con armas de destrucción masiva.

Dichos banqueros también son dueños de los medios de comunicación, como es el caso de Fox, CNN, NBC, ABC, New York Times, entre otros.

Aquí, en la Argentina, los medios que tenía Sergio Szpolski fueron comprados por el empresario Matías Garfunkel. El grupo Veintitrés es uno de los multimedios más grandes, y está compuesto por varios diarios, revistas, radios y un canal de noticias con mucha publicidad.

Será que la ley de medios será solo aplicada contra el Grupo Clarín que, por supuesto, también es un grupo de poder enorme y toma decisiones que nos afectan a todos los argentinos, me lo pregunto y se los sigo preguntando.

Escribiendo esta carta, me pregunto para qué lo hago y me respondo: “Esto de escribir también es una manera de desestresarse”. Supongo que también le debe servir a quienes la lean, si no, siempre nos queda la terapia de crash española. Sería un muy buen negocio en la Argentina si pudiésemos pintar o poner algunas “cabezas conocidas” en lo que vayamos a romper, creo que es una buena idea.

                                  Walter A. Gazza
info@tarjetatei.com.ar