Diputados de la Coalición Cívica-ARI, el Frente Peronista, el Frente Cívico-Córdoba y el Gen, entre los que se cuentan Alfonso Prat Gay, Eduardo Amadeo, Gumersindo Alonso y Gerardo Milman, solicitaron al titular de la Comisión de Finanzas de ese cuerpo, Carlos Heller, el tratamiento urgente de proyectos referidos a la emisión de billetes de $ 200 y $ 500.
Los mencionados legisladores, fundamentan su pedido en la significativa pérdida de poder adquisitivo del billete de $ 100, el cual ya supera el 80 % de su valor debido a la inflación.
Por su parte, el presidente del bloque Coalición Cívica-ARI, dejó en claro que las requeridas emisiones, “no generan un costo fiscal, sino mas bien un ahorro para el Banco Central de la República Argentina, no requiriendo partidas adicionales para su impresión”.
Ya en agosto del año pasado, el senador Carlos Reutemann, había presentado un proyecto de ley que se sumaba a otra lista de propuestas de sus pares hacía meses. El mismo contenía el pedido al BCRA para que se emitieran billetes de 500 pesos. Entre los argumentos expuestos, se destacaban por ejemplo, la necesidad de incrementar la seguridad a la hora de transportar mayores sumas en bultos menores, evitar que los cajeros automáticos se queden sin efectivo los feriados o fines de semana dada la capacidad física limitada de los mismos para albergarlo, subir el techo de extracciones máximas, disminuir los costos de impresión y obviamente poder responder mejor a la creciente demanda.
Desde hace al menos tres años, se escuchan con más frecuencia opiniones de economistas, banqueros locales, la Asociación de Bancos Extranjeros y legisladores, entre otros, a favor de la emisión de billetes con mayor denominación que 100 pesos.
Dicha sugerencia se sustenta en el hecho de que con esta medida se solucionaría la escasez de efectivo, frente a tanta demanda derivada de la política llevada adelante por el Gobierno Nacional de impulsar indiscriminadamente el consumo.
La cantidad de billetes de cada monto que se emite en cada economía, depende de la circulación y utilización que tengan.
Si bien no existe consenso en torno al valor del billete que debería emitirse, dado que todo depende del año que se tome como referencia para realizar el cálculo, el criterio se unifica a la hora de evaluar la necesidad de contar con dinero cuya nominalidad supere al máximo actual.
Hacia fines de 2010, un billete de 100 pesos rendía aproximadamente unos 27 en términos reales si se comparaba con el 2001. Un ejemplo lo constituye el hecho de que si se tomara el año 2003 como año base, finalizando el 2010 se deberían haber emitido billetes de 300 pesos. Y esto surge de comparar la recaudación fiscal “real” (no la que dice la AFIP), el gasto público y los salarios.
Nidia Osimani
Twitter: @nidiaosimani
Nota: la foto que acompaña a la presente nota es meramente ilustrativa.