Debemos reconocer que la imaginación
puede llevar lejos a un pueblo y que es un recurso poderoso, inagotable y
realizador de cualquier sueño. El conocimiento y la creatividad, con la
magia, seguirán transformando la humanidad hacia derroteros insospechados. En
esta receta, de pobres y ricos, una dosis de poesía, puede hacer la
diferencia, pero no sabemos si el género y la especie sobrevivirán a su
propio cataclismo. Ya esta en marcha el mundo hacia su precipicio global y
medio ambientalista, de acuerdo con informes de economistas y científicos que
han estudiado el tema sin compromisos comerciales o políticos.
Los chilenos tienen una imaginación deslumbrante. País de
poetas y de sultanes neoliberales, instalados en la mayoría de los mercados
del mundo, se hicieron presentes en el porvenir de la humanidad. No es de
extrañar, en un tiempo más, que Chile exporte elefantes o convierta los
veranos en invierno, sólo para importar golondrinas.
Leo, con el asombro que produce toda lectura asombrosa, por
ser casi irreal, acerca de un concurso literario para la diáspora, cuyo título
es deslumbrante fantasía oriental: ”Chilenos en el mundo, extranjeros y
etnias en lengua castellana, se reencuentran con la cultura en San Antonio y
la Quinta Región-Chile”. Veamos en que consiste este llamado que hace una
ONG denominada Reencuentro y que convoca
al Segundo Concurso Literario Internacional, en los géneros
de poesía, cuento y testimonios.
De esta lámpara de Aladino sorprenden no pocas cosas: en
el país de la fantasía global, la poesía de la diáspora es
una pobre huérfana indocumentada. Sigamos leyendo. La convocatoria
cuenta con más apoyo de instituciones que el Premio Nobel, de la Paz,
Cervantes y Pullitzer, entre otros: Dirección de bibliotecas, Archivos y
Museos, Sociedad de Escritores de Chile, Consejo nacional de la Cultura y las
Artes, Dirección organizaciones sociales del ministerio del Interior, ASONG,
la Intendencia Metropolitana, de Valparaíso, la Gobernación provincial de
San Antonio, la Ilustre Municipalidad de San Antonio, la Embajada de Francia,
Noruega, Suecia, la Fundación Pablo
Neruda, la Fundación Vicente Huidobro, ZONTA, Santiago, DICOEX, Empresa
portuaria de San Antonio, COPANACH y otros. Todo Chile acompañado de
embajadas emblemáticas de países que han sabido reconocer a sus escritores y
artistas.
La copiosa lista es más que sorprendente, porque se
vislumbra a simple vista, que el respaldo a los escritores de la diáspora de
Chile, la llamada XIX Región, es de una solidez extraordinaria y refleja como
se estimula a quienes un día partieron de Chile para no volver.
Ya veremos que
produce en lo práctico y real este apoyo descomunal, como si Chile se pusiera
de pie, para aplaudir a la diáspora, y la reconocieran desde y más allá el
olvido.
La jerigonza champoliónica de las bases y contra bases está
en la línea del Concurso: “El concurso está abierto a autores chilenos
residentes en cualquier parte del planeta, así como a los extranjeros y las
etnias de habla castellana, no se incluye a los residentes en Chile”. No sólo
pareciera ser un concurso para la diáspora chilena, sino a los extranjeros y
las etnias de habla castellana, lo que le transforma en algo universal, aunque
contradictorio.
Ante tamaño apoyo y oferta global, que incluye a
las”etnias del habla castellana”, en el 400 aniversario de Don Quijote
(cosas veredes Sancho, faltó la Embajada española en estos patrocinios
solemnemente fantasmales), los Premios son los siguientes:
Los trabajos ganadores serán publicados en la Antología
del Reencuentro y en la página web. Las copias presentadas no se devuelven y
serán incineradas. Habrá entrega de diplomas y premios para los primeros
lugares y galvanos y premios para las menciones honrosas y tanto a los
ganadores como a los participantes a éste reencuentro, dos ejemplares de la
Antología así como también a los miembros del jurado.
Detrás de estos premios, no de los de Cortázar, está
casi el 70 por ciento de las instituciones culturales de Chile con el
apoyo de importantes embajadas, y como los participantes viven fuera de Chile,
tendrían que pagarse el pasaje para recibir el premio además, recomienda la
ONG, que lleven sus seguros de vida, accidentes y de salud al día, porque los
organizadores no s e hacen responsables de
sus invitados.
La venta de la antología servirá para pagar parte de la
edición y mantenimiento de algunas actividades sociales de la ONG.
Rolando Gabrielli
PD: Las exportaciones chilenas subieron alrededor de 9 mil millones de dólares en el 2004 respecto del año anterior.