Pese al relato oficial sobre la inclusión social, la redistribución del ingreso y las políticas que se aplican en aras de justificarlas, los números emanados de documentos oficiales, parecen empeñados en mostrar lo contrario.
La brecha entre quienes cobraron menos de $2.500 mensuales y quienes lo hicieron por más de $ 24.000 creció a favor de los ingresos más altos.
El dato no es menor considerando la fuente, esto es, el Boletín Fiscal correspondiente al primer trimestre 2012, elaborado por la Secretaría de Hacienda. La conclusión se obtiene al comparar las cifras mencionadas con las del año 2011.
Sin embargo, lo más curioso del caso es que la variación resulta bastante irregular.
Así por ejemplo, los ingresos menores a $2.500 tuvieron una variación negativa cercana al 30% y los superiores a los $24.000 crecieron más del 73 %.
Los ingresos entre $5.000 y $5.500 crecieron el 0,8%; entre $12.000 y $13.500 crecieron el 109%: entre $18.000 y 19.500 crecieron el 1,1%; entre $2.500 y $3.000 crecieron negativamente un 77,5%; etc.
El porcentaje más alto de masa salarial se encuentra entre los $6.000 y los $7.500 siendo superado únicamente por los ingresos superiores a $24.000.
Mientras la Encuesta Permanente de Hogares midió una reducción de la diferencia entre ingresos máximos y mínimos de 17,8 a 17,4 puntos, lo reflejado en el Boletín Fiscal indica que esa distancia creció en doce meses, de los 17,8 hasta los 19,2.
Asimismo se destaca que, mientras la suba promedio anual de remuneraciones declarada por el Indec fue del 20%, el PEN implementó casi un 25%. En ese contexto además, los más favorecidos fueron los sueldos superiores a los $24.000 que en la mayoría de los casos superaron los $33.000 y la brecha entre $12.000 y $16.500 cuyos incrementos fueron de 109 y 104% respectivamente.
Dicho en otros términos, los criterios salariales aplicados para el Poder Ejecutivo Nacional, parecen diferir de los implementados para el resto del sector público. En tanto el incremento promedio del primero estuvo en el orden del 25 % y el informe del Indec expone un promedio anual del 20%.
El PEN cuenta con una dotación de casi 350.000 trabajadores a los que se suman otros casi 30.000 de empresas y sociedades del Estado.
De esos 380.000, el 85% aproximadamente es dependiente y el 15% restante contratado.
La cantidad de personal contratado ha crecido cerca de un 10% en un año, mientras que el de planta lo ha hecho en algo más del 3%.
Nidia Osimani
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