Mientras esta nota se escribe, luego de un simbólico abrazo en el edifico Guardacostas columnas de gendarmes y prefectos se dirigen a Plaza de Mayo, molestos por la respuesta que recibieron por parte del Gobierno a su reclamo de mejora salarial.
Según los uniformados, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, se les "rió en la cara". "Nosotros no nos vamos. Se nos ha reído en la cara", señaló el vocero Raúl Maza al tomar la palabra frente a cientos de efectivos en las escalinatas del edificio Centinela, en el barrio porteño de Retiro.
Más temprano, Tribuna de Periodistas cuestionó las palabras de Abal Medina y su par Hernán Lorenzino: "La conferencia que acaban de dar el Jefe de Gabinete y el titular de Economía, lejos de calmar las aguas, echará más nafta al fuego. ¿Qué persona en su sano juicio podría conformarse con semejante tomada de pelo? ¿Cómo podría interesar a uniformados que reclaman aumento salarial una explicación anacrónica del cual no se sienten parte?".
Allí mismo se aguraba que lo que vendría era "sumamente predecible": "Los reclamos se extenderán y seguramente lograrán la adhesión de otras fuerzas de seguridad. Imposible que ello no ocurra, sobre todo cuando los que protestan observan que los que les cortan el grifo son funcionarios que ostentan sueldos que superan los 30 y 40 mil pesos por mes. Estos a su vez dan cobertura a los militantes de La Cámpora, cuyos sueldos duplican a los anteriores. ¿Cómo pretender que prefectos y gendarmes vuelvan a sus casas ante este desigual panorama?".
A eso debe agregarse otra pregunta, ¿cuánto tardarán otros sectores sociales molestos con el kirchnerismo en acoplarse al reclamo de Prefectura y Gendarmería? ¿Para qué permite esto el Gobierno? ¿Busca victimizarse? ¿Quiere aplicar la Ley Antiterrorista u otra?
Si fuera una película, lo que se vive en estos días bien podría llamarse "La suma de todos los miedos". Solo hace falta ver lo que se dice en las redes sociales en estas horas:
Diego Golberg
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