Las manifestaciones que se dieron en todo el país, en el marco del "8N" convocado a través de las redes sociales para protestar contra el gobierno nacional, tuvieron las repercusiones previsibles. Mientras que los referentes de la oposición apoyaron la movida y juraron que ellos nunca, jamás de los jamases, ignorarían puteadas tan masivas, el oficialismo planteó que los millones que salieron a las calles son todos sobrinos y nietos de Jorge Rafael Videla.
Pero el senador Aníbal Fernández, fiel a la agudeza que lo caracteriza, planteó un enfoque original al decir que los manifestantes "no tienen una propuesta ni un mensaje claro". Angaú Noticias se contactó con el legislador y ratificó su reproche: "No hay propuestas”, planteó, “Es una protesta hueca, donde no se dice cómo reactivar la Comisión Nacional de Energía Atómica, qué podemos hacer para mejorar la rentabilidad de los productores de tomates perita o resolver la contradicción entre masa, tiempo y velocidad que intrínsecamente plantea la Teoría de la Relatividad".
Aquí, el esclarecedor diálogo.
-¿Lo sorprendió la magnitud de la protesta?
-No, me pareció una manifestación discreta, tirando a pobre en cuanto a su poder de convocatoria.
-¿No le pareció que era muchísima gente?
-Es relativo. Mucha gente concurrió engañada. Les dijeron que iba a haber gente cambiando dólares en las esquinas, que se iban a entregar riñones a los enfermos renales dializados que fueran, que los paralíticos caminarían.
-Parecía como que el estímulo era otro.
-El 92,7% de esa gente son familiares de militares detenidos por crímenes de lesa humanidad, dueños de casas de cambio e integrantes del directorio anterior de YPF. Obvio que no quieren a este gobierno.
-Se veía a mucha gente común.
-Gente común de otros países. Fue algo vergonzoso. Trajeron en colectivos pagados por los grandes grupos económicos gente de derecha de Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay, Ecuador...
-No se puede traer a tantas personas de un día para otro.
-Desde enero están entrando colectivos al país.
-En resumen, no le pareció que hubiera tanta gente.
-Hoy la imagen se manipula muy fácilmente, la tecnología lo permite. Si usted veía anoche TN, parecía que la 9 de Julio, desde el Obelisco hacia el Bajo, estaba llena. Y no. Yo fui con mi hermana a ver, y eran nueve. Nueve contándonos a nosotros dos, además.
-¿No se descomprimiría un poco el clima si el Gobierno aceptara la existencia de algunos problemas, como la inflación o la inseguridad?
-La inflación es bajísima. Yo el año pasado fui a pedir diez billetes de 5 pesos al quiosco que hay en la esquina, y a cambio entregué 50 pesos. Anteayer fui a hacer lo mismo, y de nuevo me salió 50 pesos. Entonces, ¿de qué inflación me hablan?
-Insisto, pareciera que no se saben manejar las críticas.
-La crítica destructiva no la maneja ni le gusta a nadie. La crítica constructiva sí. A mí no me hacen el diario de Yrigoyen, le aclaro. Mi entorno, la gente con la que me vinculo a diario, es bastante crítica, y yo los escucho sin problemas, como corresponde.
-¿Qué críticas hacen en su entorno?
-No sé, por ahí ahora no tengo presentes todas. Pero, por ejemplo, que no hagamos un gobierno tan de excelencia, porque por ahí cierto nivel de gente no lo entiende y piensa que es malo. Que deberíamos tener algunas falencias y errores también, para que la gente pueda cuestionarnos con argumentos y los medios de la oposición no tengan que mentir. Que no seamos tan maravillosos, porque eso siempre genera envidia. Esta mañana, sin ir más lejos, un analista de un medio me decía que robemos a veces, para que no parezca que nos queremos alejar de América Latina. Cosas así, duras, pero que hay que bancarse.
-¿Por qué se descalifica tanto a la oposición?
-Nunca hubo un gobierno que respetara tanto a la oposición como éste. Serán unos reverendos pelot… y una manada de inútiles conspiradores bancados por la CIA y el narcotráfico, pero los respetamos y sabemos que cumplen un rol en el sistema democrático.
-¿No falta diálogo político?
-Las bandejas de entrada de nuestras cuentas de correo electrónico están abiertas de par en par.
-¿Qué opinión tiene sobre el rol que juegan las redes sociales en este tipo de movidas?
-Tengo mis serias dudas sobre la transparencia de esas redes. Mark Zuckerberg, el dueño de Facebook, es gente de Macri. Entonces...
-¿De dónde saca eso?
-Macri tiene un perfil en Facebook. A ese perfil Facebook no se lo cobra. No hay que ser un genio para sacar conclusiones sobre lo que eso significa.
-Conclusión, desconfía de las redes.
-Desconfío del capital puesto a comunicar. No son el Facebook ni el Twitter de otros tiempos.
-¿En qué sentido?
-Sabemos que las redes sociales jugaron un rol determinante en la gestación del 17 de octubre de 1945, pero el contexto era otro. Facebook y Twitter eran del Estado, administrados por un consejo que integraban el general Mosconi, don Arturo Jauretche, y otros grandes hombres del pensamiento nacional. Era otra cosa.
-¿Cree de verdad que hay estructuras partidarias detrás de estas manifestaciones? Es seguro que ayudan, decir lo contrario sería muy ingenuo, pero parece improbable que la oposición pueda hoy mover tanta gente.
-Acá el principal motor, como lo dijo en la misma noche del 8N el programa 6,7,8, es el partido Alternativa Social, de Alejandro Biondini. Y le repito, no lo digo yo, sino un programa televiso de claro tono crítico hacia el gobierno.
-Biondini, un nazi declarado.
-Exacto.
-¿Pero y él tiene tanta estructura como para generar todo lo que hubo ayer?
-El mejor truco del Diablo es hacer creer que no existe.
-Pero, ¿Biondini?
-El nazismo mantiene intacto su poder internacional. Todo el planeta está cruzado de túneles intercontinentales por donde circulan información, lugartenientes y también recursos.
-¿Túneles intercontinentales?
-Haga una prueba sencilla. Cabe un hoyo de no menos de 35 metros de profundidad en su patio. Comenzará a salir agua. De los océanos. Es por los túneles.
-¿O por las napas freáticas?
-Freáticas, nazis, de distintas ideologías.
-Más allá de todo, ¿lo hizo reflexionar lo que vio?
-Sí, creo que nos hace reflexionar a todos. Pero ya se nos va a pasar.
Angaú Noticias
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