Cinco muertos por las inundaciones. Un sistema de transporte colapsado. Autos bajo el agua y casas destruidas. Escenas devastadores que remiten al tornado que hace un año provocó 17 muertes y cientos de evacuados. Mientras los medios televisivos muestran las penurias que están pasando los vecinos de los barrios de la zona norte de la ciudad de Buenos Aires, otros inundados esperan respuestas de un Estado ausente.
El flamante oficialismo de C5N no dejaba de mencionar la falta de respuestas del gobierno porteño ante la inundación. En Crónica, la vicejefa de gobierno de la ciudad, María Eugenia Vidal, daba una conferencia de prensa junto con algunos ministros del PRO y el titular del SAME.
Los seguidores a ultranza del gobierno nacional, ni lerdos ni perezosos, comenzaban una escalada furibunda de ataques al ausente Mauricio Macri. Unos y otros evitaban mencionar barrios porteñas sin tanta prensa y un conurbano bonaerense que también amaneció devastado por el temporal.
En las tierras del afamado amigo de Diego Armando Maradona, el intendente Osvaldo Granado, Alejandra de Ezeiza relataba para Tribuna de Periodistas que “la pobreza, la corrupción y el agua” conformaban un cóctel explosivo, no solo este 2 de abril, sino cada vez que llueve. Calles anegadas, barro y basura por todos lados y un grave problema con el sistema de desagote y las cloacas. En el Complejo Sol de Oro, sus habitantes estaban debajo del agua intentando salvar sus pertenencias.
“En 30 años nunca me pasó algo así”, explicaba Jorge de Beccar, zona acomodada de la zona norte de la provincia y cercana a San Isidro: “El agua entró a los chalets, a pesar de que están muy elevados y los colectivos no tenían por donde pasar por el túnel tapado de agua que va hacia San Isidro”. Los vecinos hablan de un problema irresuelto de las capas de napas más elevadas que de costumbre. En “La Palangana”, en Laferrere, Patricia explica que sus vecinos estaban indignados por la indiferencia de los bomberos que “nos respondían que nosotros éramos los que teníamos que llamar a los médicos por los chicos con asma y asustados por el agua”.
En La Palangana, el agua también superó el metro de altura y el Estado, en el momento en que se escribían estas líneas, aún no se había hecho presente.
CABA
Barrios sin luz, teléfonos sin señal, una potencia sin igual del agua entrando y saliendo de las casas son algunas de las postales presentes este 2 de abril del 2013 en que Cristina habló, en cadena nacional, en que “La patria es el prójimo” con un sonriente Guillermo Moreno aplaudiendo sonriente. ¿Habrán estado presentes en ese acto sus 12 apóstoles? Cristina habló de historia, colonialismo, amor y Él pero no se refirió a las inundaciones que afectaban, en ese instante, a más de 10 millones de personas y que ya habían provocado 5 víctimas fatales.
El Partido Obrero, en un comunicado denunciaba que “las villas miserias y los asentamientos también sufren un descalabro absoluto cada vez que llueve, con calles anegadas, caída de los servicios básicos y, en varias ocasiones, derrumbes con resultados fatales. En este caso, a diferencia de lo prometido por los gobiernos, no hay ningún plan de urbanización o de obras que apunten a contener esta situación”.
Cuando hablé con Luis de Ciudad Oculta estaba tratando de rescatar a unos vecinos de su casa entre las chapas que se habían volado en el barrio de la zona sur de la ciudad. “En los Piletones tomaron el obrador que era de las Madres”, mensajea un ex trabajador de la zona. Margarita Barrientos explica que la situación “es un desastre” y que “se metieron los propios kirchneristas, como lo hicieron en el Indoamericano, en una interna feroz”. Rubén Pocho Brizuela, encargado de la seguridad, estaba reunido con sus hombres en el Club Sacachispas, donde también se ocupa de la limpieza, para ver “cómo resolver la situación”.
A las 10 de la mañana de hoy, en medio del caos y la tormenta, un grupo de gente tomó el obrador abandonado por la Fundación Madres de Plaza de Mayo que había prometido construir 432 viviendas, seis años atrás. En este momento Gendarmería estaba en la zona intentando ingresar al predio. La lluvia no solo trajo inconvenientes entre los ciudadanos que temen perder sus autos y viviendas sino también, avivó un malestar latente: el de la falta de vivienda y a los oportunistas de siempre´.
Según punteros locales se trataría de las familias de las manzanas 9 y 10 de Los Piletones que se inundaron por la tormenta. Los vecinos denuncian que no pueden vivir más entre las ratas y con el olor a podrido del lago Soldati convertido en un basural. Niños y grupos de jóvenes habrían participado en saqueos a los negocios lindantes. Desde la Junta Vecinal informaron que se han realizado denuncias a la Secretaría de Habitat e Inclusión y a la Defensoría de la Ciudad pero jamás fueron escuchados.
La pregunta es cómo y quién los motivó a tomar el obrador en medio de la tormenta.
Luis Gasulla
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