En las últimas horas, Hebe de Bonafini, reapareció públicamente dando su punto de vista sobre algunos candidatos a diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires, la Corte Suprema de Justicia, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y hasta de los padrones electorales.
¿Cuál es su real estado de salud? Pocas semanas atrás, su abogado, Eduardo Fachal, había dicho que la titular de las Madres de Plaza de Mayo estaba “convaleciente”.
El careo, ordenado por el juez federal Norberto Oyarbide, entre Sergio Schoklender y Bonafini, jamás se terminó de concretar por el estado de salud de la Madre. La justicia citó a declarar al médico que la atendía pero desestimó el pedido del ex apoderado de la Fundación de presentar los certificados correspondientes.
¿Cuál es la verdad? ¿Podía Bonafini acercarse a los tribunales de Comodoro Py a enfrentarse, cara a cara, con su ex hijo adoptivo?
La única verdad es la realidad, decía el General Juan Domingo Perón y la respuesta es que podía pero no quería. Los contados ministros del gobierno nacional que aún le atienden el teléfono tampoco deseaban darle de comer a los medios críticos entregándoles en bandeja semejante noticia. Sin embargo, le sugirieron a la Madre que dejara de aparecer públicamente ni diera entrevistas en las sucesivas semanas.
Hebe cumplió por un tiempo y masticó la bronca del silencio durante varias semanas. Esta semana, la candidatura de Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires, la polémica sobre la confección de los padrones electorales y las últimas decisiones de la Corte Suprema de Justicia, la despertaron del letargo. Pero no sólo se trata de una protección de Bonafini hacia la figura de Sergio Schoklender.
Dos fuentes dentro de la Fundación Madres de Plaza de Mayo afirman que la relación de Hebe con las pocas madres que le quedan a su lado, “se rompió”. Seguramente, el trascendido será negado pero “poca gracia le hizo a las Madres tener que ir a Tribunales a sacar la cara por Hebe y su hija”, afirman las fuentes que temen perder su puesto de trabajo. Entre marzo y abril de este año, Oyarbide le tomó declaración testimonial a las Madres de Plaza de Mayo que tomaban algunas decisiones dentro de la Fundación. En realidad, solo firmaban algunas actas.
No aportaron nada interesante a la Justicia y sumaron algunas contradicciones a las ya expresadas por Bonafini quien llegó a decir que creía que Doris Capurro era una de las procesadas. El rol de la consultora preferida de la Presidenta de la Nación, Capurro, es una de las pistas que la justicia prefirió no profundizar.
La historia, la lucha de estas mujeres que, muchas de ellas, tienen más de 85 años, no podía ser manchada para cubrir los desaguisados administrativos de los que Alejandra y Hebe Bonafini fueron parte. Pero los involucrados son demasiados y los procesados van por más. No se conforman con estar libres sino que insistirán en la culpabilidad de la titular de las Madres de Plaza de Mayo en el delito de enriquecimiento ilícito de su hija y personal.
En los próximos días, se producirá una novedad que será festejada por varios de los protagonistas.
Luis Gasulla
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