Anoche, a las 21 se pudo ver cómo Cristina Kirchner salía de la Casa Rosada con paso apurada, después de haber descansado durante más de dos semanas en su lugar del mundo: El Calafate.
No bien llegó a su despacho, la presidenta se reunió con el jefe de Gabinete y el ministro de Economía, Jorge Capitanich y Axel Kicillof respectivamente.
Este miércoles se preveía que estuviera al frente de su primer acto oficial de 2014, pero ello no ocurrirá. Así al menos se ha comunicado oficialmente desde presidencia, lugar desde donde se había hecho trascender que Cristina se mostraría junto a su cuñada Alicia Kirchner, a la sazón ministra de Desarrollo Social de la Nación.
Por lo antedicho, muchos se preguntan en estas horas: ¿Qué le ocurre a Cristina? ¿Por qué insiste en no mostrarse?
El mutismo presidencial aparece en el peor momento, luego de la crisis energética que afectó a gran parte de la ciudadanía, especialmente de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
A ello debe agregarse que la agencia presidencial cuenta con pocas precisiones, y que Cristina la modifica sobre la marcha, por lo que resulta un misterio hasta para los miembros de su Gabinete.
Allí aparece un dato inquietante, filtrado por funcionarios del oficialismo: la jefa de Estado estaría pensando en retomar de lleno la actividad presidencial recién después del 1º de marzo.
El por qué es impreciso. Hay quienes aseguran que Cristina no está del todo preparada para volver a tomar la responsabilidad de la gestión en un 100%. Otros sospechan que nunca se recuperó del todo del cuadro que se desencadenó luego del hematoma subdural crónico y que derivó en una arritmia de imprecisa gravedad.
A ello se agrega una lipotimia que fue alertada por el periodista y médico Nelson Castro: “Los desafíos de la presidenta son dos: uno es la lipotimia, que puede producirle una sensación de mareos que la puede hacer trastabillar o desvanecerse y golpearse, y obviamente la persona que ha sufrido un hematoma subdural crónico queda con una fragilidad capilar que la expone a repetir el cuadro; y el otro tema importante es el estrés, porque es un factor de riesgo para los pacientes que han sido sometidos a una operación por un hematoma subdural crónico”, explicó Castro.
Según el periodista, “es importante que Cristina enfoque o tenga una manera distinta de afrontar la gestión y de hecho en eso están trabajando los médicos, está trabajando el psicólogo y por eso todo este aislamiento de la escena pública que la presidenta está manifestando”.
Por lo pronto, lo poco que se sabe es que la mandataria tiene previsto participar el 28 y 29 de enero de la reunión del Celac en La Habana y después estar en Venezuela el 31.
El misterio sigue siendo parte de sus decisiones y el armado de su agenda. Para mayores precisiones habrá que esperar. Solo Cristina sabe cuánto tiempo más.
Diego Golberg
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