Andrea siempre soñó con viajar al Caribe, fue algo que toda su vida imaginó y que formó parte de sus pensamientos más íntimos.
Luego de haberse recibido de médica, comenzó a trabajar y, como pudo, juntó peso por peso para cumplir su ilusión. “Al fin cumpliré el sueño de toda mi vida”, pensó para sus adentros.
Sin embargo, Andrea no contó con un dato crucial: vive en la Argentina, donde el dólar comenzó a mostrar incómodas variaciones en pocos meses.
“Yo necesitaba $6.000 pesos para cancelar mi viaje porque había cambiado el dólar turista de 6.12 a 8.20 y me aumentaron sobre el final este monto”, dijo la médica a este portal.
Para solucionar su problema, ante la urgencia de resolver su viaje, Andrea recurrió a un prestamista. “Acudí a esta persona, que teóricamente presta plata a negocios y cambia dólares, el flaco se presentó como Federico Magri, pero luego mandaba mail desde un cuenta que era CristianMagri@.....”.
Cuando Andrea lo contactó telefónicamente, el “prestamista” le juró que no estaba en Mendoza pero que le iba a solucionar el problema “en el transcurso de unas horas”. Según la médica lo haría “de una manera muy sencilla”: le giraría el dinero a su cuenta.
Para eso, Magri dijo que tenía que pedir el dinero a su socio, Cristian Leonardo Turello, ello previo a firmar unos papeles y realizar un supuesto “sellado de garantía” para asegurarse de que Andrea fuera a pagar en el futuro. “Por ese motivo, me pide que, para realizar este papelerío, yo debía enviar a través de Pago Fácil o Western Union un giro de $380. Lo hice esa misma tarde”, dijo la profesional a este cronista.
La sorpresa llegaría a la mañana siguiente, cuando Andrea se dirigió al banco y el dinero que le había prometido Magri no estaba. Fue entonces que decidió llamarlo: “Me dice que tuvo un problema con los cheques y la cuenta de mi banco, que iba a realizar una nueva transferencia y que lo depositaba de cuenta a cuenta. Para ello, había que volver hacer el supuesto sellado, entonces me pide nuevamente el dinero con un plus que rondaba en algo cercano a los $700”, reveló Andrea a TDP.
-¿Por qué volviste a girarle dinero a quien se veía claramente como un estafador?
-Lo hice porque teóricamente, cuando se me otorgara el préstamo vendría esa plata también depositada de vuelta. Y a la vez, Magri me ofreció cambiar dólares a un precio muuuuuy barato, con la facilidad de poder pagarlos en cuotas sólo si depositaba $1000 en la cuenta de su socio, donde hice todas las transferencias.
-¿Quién es su socio?
- Cristian Leonardo Turello.
-¿Cómo siguió la historia?
-Luego de realizada esas operaciones, me envía un comprobante “trucho” del banco HSBC —el documento está en poder de este medio— diciendo que el dinero estaba en mi cuenta y los dólares también. Acto seguido, al otro día voy al banco y no está el dinero, entonces ahí comienza a vueltearme durante 4 días diciendo: "estoy llegando a Mendoza", "tenés la plata en el banco", pasándome durante días y días números falsos de transferencias en Western Union y demás.
-¿Hasta dónde llegó la trama?
-Murió ahí. Después de eso, dejó de atenderme el teléfono, lo comenzaron a llamar familiares míos y él los citaba en lugares que no existían. Luego, no respondió más.
Historial de estafas
La historia de Andrea está calcada de infinidad de otras similares, de acuerdo a lo que pudo saber este portal. A la cabeza de esas operaciones se encuentra Cristian Leonardo Turello, DNI 20-23226234-7, domiciliado en la calle Leopoldo Lugones 1071 de Río Cuarto, Cordoba.
Para darse una idea de quién se trata, basta mencionar que tiene 69 cheques rechazados por un total de más de dos millones de pesos. A su vez, tiene otros 53 que están pendientes de pago por más de un millón y medio de pesos.
Turello es un verdadero pillo: aparte de sus cheques incobrables, estafó a varias entidades financieras, entre las cuales se encuentra Tarjeta Naranja, el Nuevo Banco de Santa Fe, el HSBC Argentina y el Fideicomiso financiero Consubond. Gracias a ello, se ha convertido en moroso irrecuperable y se encuentra en el Veraz.
No obstante, Turello sigue adelante con sus negocios turbios a la espera de algún incauto que caiga en sus redes. Vive de eso, no sabe hacer otra cosa.
Su último empleo “decente” fue para la firma Smartphone Córdoba S.A. —30-70709353-2— donde trabajó más de 12 años y fue eyectado el 31 de marzo de 2001.
Turello es vivo, pero no inteligente. Se cuida de no tener propiedades a su nombre, pero sí tiene un vehículo registrado con sus datos personales. Se trata de un Volkswagen Fox modelo 2011, patente KEJ816. Lo adquirió el 19 de julio de 2011.
La legión de personas que buscan a este hombre bien podrían empezar por intentar embargar su auto. Sería un buen comienzo.
Luego, la Justicia tendría que actuar, ya que Turello ha cometido varios delitos penales, empezando por la estafa. También ha falsificado documentos privados y públicos y ha cometido otras fechorías.
Es la primera vez que su nombre sale a la luz, no será la última.