La presidenta sigue asombrando con sus medidas insólitas en el marco de sus usuales arribos al aeropuerto de El Calafate. Al muro contenedor de fotógrafos y a la acusación por espionaje a los reporteros gráficos del medio sureño Opi Sanata Cruz, se le suma otra que ocurrió este último fin de semana.
Es que la mandataria quiso evitar que la fotografiaran en sillas de ruedas y la seguridad presidencial tomó todos los recaudos para aislar a CFK de miradas indiscretas
Según bien cuenta Agencia OPI, “la presidenta de la Nación llegó a El Calafate a bordo del Tango 01 el día viernes 21 después de las 18:00hs. El horario no fue casual. De acuerdo a fuentes altamente confiables de esta Agencia, CFK había ordenado que se aprestara el aeropuerto para evitar que alguien pudiera observarla bajando de la máquina en sillas de ruedas”.
Hay que recordar que la Presidenta, a raíz de su esguince de pie, tiene prescripto inmovilidad del tobillo y prohibición total de caminar y apoyar el pie, aunque no lo viene siguiendo a rajatabla. Por este motivo, y en virtud de tener que movilizarse en silla de ruedas, para trasladarse en trayectos largos, Cristina ordenó a su seguridad presidencial y a los secretarios que la asisten, adecuar los medios para que “nadie vea que la presidenta se mueve en sillas de ruedas”.
“Los objetivos eran dos: evitar la foto (fundamental) y no facilitarle títulos a la prensa”, indica OPI.
Así, y para tal fin, pidió expresamente que el personal del aeropuerto de El Calafate, fuera desalojado en momentos previos a su llegada y se les permitiera reingresar luego que ella hubiera partido de la estación aeroportuaria.
“El aeropuerto de El Calafate, el día viernes, terminó su actividad aérea (con vuelos de línea) aproximadamente a las 17:30, por lo cual el avión presidencial arribó a la pista después de las 18:00hs, cuando ya no había particulares en la terminal”, plasma OPI.
Fue en ese momento cuando el Jefe de Aeropuerto ordenó que “todo el personal sin excepción, tiene que dirigirse al sector de estacionamiento”, mientras se encargaba de corroborar que empleados de torre, administrativo, de buffet y de seguridad, desalojaran el edificio y se colocaran en la parte exterior del mismo, sobre la playa de estacionamiento.
“De allí no es posible ver lo que pasa en la dársena de embarque ni percibir quien ingresa desde el playón de embarque al edificio del aeropuerto”, cuenta OPI.
Así, el Tango 01 hizo las maniobras de rutina para acoplar a la manga de embarque y por ella transitó la presidenta en silla de ruedas, acompañada por sus secretarios. De allí la mandataria se retiró a su residencia particular y concluido el operativo, el personal del aeropuerto (en esos momentos poco más de una decena de personas) fue autorizado a reingresar al edificio y retomar sus tareas habituales luego del suceso.
Según los empleados, fue la primera vez que se pide tan insólito desalojo al personal del aeropuerto.
Pese a los esfuerzos de Cristina para no aparecer en los titulares, en insólito operativo provocó el efecto contrario y OPI ya está trabajando sobre la única fuente que pudo documentar el momento en que la mandataria se desplazaba en la silla.