Primera notificación antes de redactar esta historia increíble. El Parlamento paraguayo está debatiendo un asunto que incumbe a toda América Latina. Una denuncia del socialismo apoyada por todos los partidos en el Congreso de Asunción, está debatiendo un asunto por demás polémico. Ahí se dice con información fundamentada que todos los países de la zona están siendo operados para la elección de sus futuros presidentes por las multinacionales de telecomunicaciones y las energéticas (combustible, gas y sus anexos), de ahí saldrán las decenas de millones de dólares necesarias para posicionar un candidato con posibilidades de triunfo. Y si hay que hacer campaña sucia contra un presidenciable que no transe con esos monstruos, todo el dinero que haga falta ya se sabe de dónde saldrá.
Segunda notificación para seguir el hilo de esta historia. El primer candidato a quien nominó Cristina para ser su sucesor fue el entrerriano Sergio Urribarri. ¿Quién es el casi desconocido gobernador de Entre Ríos? No sólo el mismo Urribarri cuyo chofer fue encontrado con 20 kilos de cocaína (“para consumo personal”, diría el insólito curita que preside la Sedronar), sino el mismo dirigente que hizo traer a Buenos Aires a su comprovinciano Miguel Matías Galuccio para que abandone Inglaterra y se ponga al frente como CEO de la ¿estatal? YPF.
Que un hombre como Galuccio abandone Gran Bretaña para unirse al proyecto kirchnerista de la petrolera comprada a Repsol ameritaba dos interpretaciones. O el hombre sintió melancolía por la Argentina o que venía a cumplir una cruzada patriótica digna de un soñador empedernido. Pero que volviera a su patria (donde se recibió de ingeniero del petróleo hace justo 20 años) casi como delegado de la British Petroleum Company inglesa sonaba casi a conspiración. Ahí está su historia que la podés leer en la ya convertida Biblioteca de la Risa, como es Wikipedia (cada cual escribe su propio relato, para quienes no conocen cómo se armó ese sitio en internet).
Galuccio volvió a su patria para cumplir ese mandato que ahora se denunció en Paraguay, y obviamente presionó al Poder Ejecutivo (o sea, a Cristina) para que mencionara a su comprovinciano Sergio Urribarri como presunto presidenciable para el 2015 en la Argentina. Oriundo de Paraná ambos, no importaba si Urribarri se paraba en la esquina porteña de Corrientes y Florida y nadie se percataba que era un desconocido para todos. Había que manipular un candidato de las multinacionales de energía y ahí estaba el CEO de YPF para su “misión imposible”.
Y ahora el plato fuerte del film. Galuccio hizo como si YPF fuera privada y contrató en forma directa, ni concurso de precios ni licitación, la compra de gas para la provisión del período 2015/2016 a… ¿a quién? Nadie lo sabe, fue una compra directa, una adjudicación escrita en otro idioma (inglés, posiblemente) y cuyos requisitos figuran encriptados de tal forma que ni siquiera los Anonymus ni otros hackers podrían deducir.
Operación tan transparente como el Riachuelo, si vale la comparación. Solo trascendió que una cuota de la licitación fue a parar a manos de Repsol, para no echarse en contra a los 2 directores españoles con que cuenta la petrolera argentina.
Si esta denuncia no hubiera tomado estado judicial, no nos atreveríamos a creer en semejante desatino. La UCA (Unión de Consumidores Argentinos, entidad que nunca pudo doblegar Guillermo Moreno) presentó una denuncia que está radicada en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal nro. 1 a cargo del doctor Ernesto Marinelli, secretaría de Javier Pico Terrero. Hace horas quisimos ver ese expediente pero el juzgado nos corroboró la denuncia pero como le dio traslado al fiscal no pudimos tener acceso al mismo.
El titular de la UCA, el dirigente radical y periodista Fernando Blanco Muiño y denunciante del asunto, nos ratificó lo que parecía digno de un mundo de locos.
¿Cuántos miles de millones de dólares invierte YPF en esa operatoria digna de traducirse en el llamado terrorismo económico? Ni idea, la cabeza de la UCA no tiene precisiones como deberíamos tener todos los argentinos del precio a que se compró en forma directa el gas que consumirá nuestro país los 2 años venideros. Repsol calla porque es parte del negocio.
¿A cuánto pueden subir las tarifas de los usuarios en el próximo período? Blanco Muiño no da vueltas cuando die: “Si cuando esa operatoria fue transparente los usuarios vienen recibiendo importes de hasta el 600 por ciento de aumento, tenemos temor que esos valores se dupliquen en el período 2015/2016”. Y hasta teme quedarse corto con ese importe.
Para protegerse de los tsunamis que se aproximan, Galuccio contrató para prensa e imagen a una ex asesora de Francisco Macri, llamada Doris Capurro.
Era la mano derecha del jefe de SOCMA hasta para los detalles personales. Cuando el padre de Mauricio comenzaba unos de sus acostumbrados romances con adolescentes, Capurro (esposa de un socio de Héctor Timerman en la revista insólita llamada Debate) se encargaba de averiguar la edad de la nueva pretendiente para asegurarse que el abuelito Franco no entrara en el terreno de la pedofilia.
Aquí no termina la historia (la seguimos en la próxima entrega), pero la frutilla del postre. ¿YPF le concedió a su contratada Doris Capurro publicidades por varios millones de pesos para que la use a discreción, siendo incompatible con los usos y normal del Estado?
A Galuccio no le importa ni la ética ni esos menesteres. Vino al país a cumplir las órdenes de sus mandantes ingleses y el resto no interesa. ¿Si la justicia no avala el procedimiento de compra directa?
Es jaque mate porque no hay vuelta atrás. Si se suspende la operatoria de YPF, la Argentina no tendría suministro gasífero en el período que viene. Los ingleses vuelven a ganar la guerra, esta vez de la mano de un argentino que traicionó a su Patria.