Manejan la Inteligencia del país hace una década. Todos, en distintos momentos tuvieron su minuto de fama y gozaron de la confianza presidencial. Hoy y en medio del clima de fin de ciclo están presos de las internas y tratan de acomodarse.

Los que llegaron con el kirchnerismo saben que el 10 de diciembre de 2015 se irán a la casa, pero los agentes de carrera hacen todo lo posible para sobrevivir. A través de una investigación del periodistas Rodis Recalt, Revista Noticias revela quién es quién dentro de la Secretaría de Inteligencia.

Héctor Icazuriaga. Lo llaman el “Señor 5″, nació en Chivilcoy, pero hizo su carrera política en Santa Cruz. Allí conoció a los Kirchner y cuando llegaron a la presidencia lo premiaron con el puesto de Secretario de Inteligencia. Nunca pudo hacer pie dentro de “La Casa” de los espías, porque su segundo, Francisco Larcher, era el hombre de confianzas de Néstor Kirchner. Hoy tras la pérdida de poder de Larcher, tampoco puede hacerse del control de la Secretaría. El General Cesar Milani le ganó de mano.

A pesar de su despoder, goza de la confianza de Cristina Fernández y de su hijo Máximo Kirchner, a quienes suele llevarle papers con información sensible sobre políticos aliados y opositores, periodistas y empresarios.

Francisco Larcher. Es el subsecretario de Inteligencia, pero dentro de la jerga de los espías se lo conoce como “Señor 8″. Desde su desembarco en “La Casa”, era quien llevaba las riendas, pero tras la muerte de Kirchner todo cambió. Hoy casi no pisa la sede de la calle 25 de Mayo, frente a la Casa Rosada y se lo ve poco por el Country Abril, donde tiene una mansión, que fue revelada en 2009 por Noticias y por la cuál la justicia lo investigó. Dentro de la Secretaría siempre fue hombre de Kirchner, pero cuentan que Cristina nunca le tuvo confianza, porque era el compañero de juerga del ex presidente.

Terminó de caer en desgracia cuando le dio información erronea a CFK sobre la candidatura de su amigo Sergio Massa en 2013. Larcher afirmaba que no se presentaría como candidato a Diputado, pero la presidenta tenía información, por otro lado, sobre que sí lo haría. Hubiera sido un caso de mala praxis si no fuera porque las intenciones del “Señor 8″ eran otras: le había pedido a Massa que le diera un lugar en la lista. Larcher ya estaba jugando para el tigrense antes de intentar pegar el salto. El verdugo del subsecretario de Inteligencia fue el General Cesar Milani. Afirman que Milani tiene una grabación en la que se escucha cómo Larcher le dice a Massa que quiere irse con él.

Antonio Stiuso. Es el Director General de Operaciones y un histórico dentro de la Secretaría. Siempre estuvo enfrentado con el espía Fernando Pocino, pero hoy esa pelea está congelada. Era el jefe de Pedro “el lauchón” Viale, acribillado por el Grupo Halcón, de la Policía Bonaerense, en julio de 2013. Afirman que Stiuso sigue convencido de que fue un ajuste de cuentas y no una simple fatalidad en medio de un enfrentamiento armado. “El Lauchón”, dice Stiuso, estaba tras los pasos del jefe de la Bonaerense, Hugo Matzkin –probable jefe de la SIDE en un futuro gobierno de Daniel Scioli–, y supone que eso le pudo haber costado la vida. Hoy Stiuso está también relegado y trabaja a reglamento al igual que la mayoría de sus agentes. Cuentan que presentó la renuncia en más de una oportunidad, pero nunca se la aceptaron.

Fernando Pocino. Es el Director General de Reunión y está a cargo del cuartel Billinghurts, la dependencia más grande de la Secretaría de Inteligencia. Allí trabajan los espías de carrera, quienes se infiltran y recaban información. Las fuentes consultadas para la nota principal de Noticias afirman que Pocino es uno de los aliados de Milani dentro de la Secretaría de Inteligencia y que está enemistado con “paco” Larcher.

Fue jefe de Personal durante la gestión de Fernando de Santibañez y con Miguel Ángel Toma ascendió al área de Reunión.

Sonia Fornasero. Es la Directora General de Administración y Finanzas. Maneja los millonarios fondos reservados de la SIDE y goza de la total confianza de Cristina Fernández. Es contadora y conoce a los Kirchner desde que trabajaba en el Banco de Santa Cruz junto a Francisco Larcher. Es oriunda de Rivadavia, un pequeño pueblo de la Provincia de Buenos Aires, donde vivió hasta los 17 años. Su padre es el tornero del pueblo y su madre se jubiló de bibliotecaria. Trabajó junto a CFK en el año 2000 cuando la actual presidenta era Diputada y estaba en la comisión de lavado junto con Elisa Carrió.

Alberto Mazzino. Es el Director General de Análisis. De este hombre de carrera dentro de “La Casa” depende el área donde se estudia toda la información que reúnen los espías para luego hacer los diagnósticos de situación.

El sector comandado por Mazzino funciona como un constante comité de crisis integrado por profesionales de distintas áreas y que en el último tiempo incorporó militantes de La Cámpora por orden de la Presidenta y su hijo Máximo Kirchner. Los “camporitos”, como los llaman, fueron asignados a la división de Comunicación Social, donde se hace análisis de medios.