Título para Latinoamérica: Magia a la luz de la luna.

Título original: Magic in the Moonlight.

Dirección y Guión: Woody Allen.

Género: Drama, Comedia - Apta para todo el público.

Reparto: Emma Stone (Sophie), Colin Firth (Stanley), Marcia Gay Harden, Hamish Linklater, Jacki Weaver (Grace), Eileen Atkins (Tía Vanessa), Catherine McCormack (Olivia),Simon McBurney (Howard Burkan).

Producción: Woody Allen, Letty Aronson, Stephen Tenembaum.

Dstribuidora: Warner Bros. Pictures.

Productora: Perdido Productions – Montaje: Alisa Lepselter.

Web: www.sonyclassics.com/magicinthemoonlight/

Fotografía: Darius Khondji - Música: Varios.

País: EE.UU. - Año: 2014 – Duración: 97 min. Estreno Argentina: 09/10/2014.

El multifacético Woody Allen, nos invita a degustar una comedia romántica de autor. Con una reconstrucción de época exitosa; una fotografía histórica de los años ´20 de París, como vehículo de un romance asimétrico. Magia a la luz de la luna (2014), expresa la lírica más íntima y ese equilibrio entre el fondo y la forma del producto cultural.

El oriundo de Brooklyn, ha cambiado de locación pero no la profundidad de campo que impregna a cada fotograma de su obra. Ahora viaja por el mundo destellando talento y melancolía. Iniciado su tour de éxitos con Midnight in París (2011), hasta Blue Jasmine (2013), como postal de un creador más avezado y explosivo. Ahora, con Magic in the Moonlight (2014), cancela el relato como un optimista de la vida. ¡Quizá los magos no hagan magia! ¡O no haya un Todopoderoso creador que nos acoja en su seno! Pero su cine nos deja enseñanza y valores.

La historia nos remite a la Costa Azul en Francia. Eran esos “Felices Años Veinte”, donde la opulencia y el boato hacen el contraste social. Muchos timadores /charlatanes de feria, aprovechan la bonanza - superada la Primera Guerra Mundial -, para robar el dinero de las familias de la oligarquía europea. Un gentleman inglés, llamado Stanley (Colin Firth), de profesión mago/ ilusionista, recibe el encargo de desenmascarar a estos timadores. Para ello deberá confrontar a la psíquica Sophie (Emma Stone). ¿Logrará Stanley refutar a la bella joven “iluminada”?

En la encrucijada, acompaña el elenco: Jacki Weaver, Marcia Gay Haren y Hamish Linklater, y repite en el apartado dirección fotográfica, Darius Khondji. La paleta / la luminosidad de la fotografía adquiere con el acompañamiento musical un mención especial. El mapa sonoro integra: charleston, music hall y jazz. Su estética es más europea que muchos directores de la “Vieja Europa”. Fotografía y música es el fetichismo cinematográfico de Woody Allen.

Para entender los fundamentos intelectuales/racionales y emocionales del protagonista (Stanley), el cosmopolita director escribe, dirige y mete picardía, poniendo “guiños” o “giros” de autor en distintos cuadros. Así, Eileen Atkins (Tía Vanessa), como personaje central en la trama a la hora de describir la lógica y las circunstancias del mago inquisidor. Tía Vanessa, contiene emocionalmente a su sobrino, al tiempo que lo legitima. Todo un logro. Pese a todo, hay un demérito manifiesto en la trama: ciertos cortocircuitos en un guión en progreso. Hay historias /intertextos que no cierran. No sabemos la suerte de otros personajes… (¿?)

Sí, quedamos ufanados en la descripción del mago y la vidente. Emma Stone: luce joven; ingenua; absolutamente adorable y revoltosa. Logra su cometido al hacer reflexionar al mago sobre sus creencias y el sentido último de la existencia. El duelo de antagonistas es memorable. Sophie enamora a la platea con sus ojos destellantes de luz; impone una corriente empática de aquellas comedias clásicas que tanto añoramos. El juego de amor/odio tensa a la platea y conmueve. Sophie es el modelo femenino que puede dinamitar toda nuestra racionalidad. ¡Imposible no rendirse a sus pies! Todo lo puede, y como buena pseudocientífica (charlatana), es “manipuladora” de sujetos. ¡Touché!

Para aquellos que sostienen que el metraje es un alegato demoledor en contra de la razón (EJ: “los racionalistas no son felices, o no pueden enamorarse libremente”, etc.,), es un craso error. Un film es una ficción, un producto cultural audiovisual. Si es el amor el fin último del relato, tal aserto es una falacia. El amor no es enemigo de la razón. Hay que imitar a Colin Firth: “un escéptico apasionado”, el resto es vanidad. <Escepticismo organizado y apasionado>, es la metáfora propuesta de Woody Allen, Premio Príncipe de Asturias (2002), “Aportación relevante al patrimonio cultural de la Humanidad”.

Colin Firth, compone un personaje delicioso. Nos muestra sus virtudes intelectuales y sus miserias. Ese doble matriz es determinante para la construcción de una personalidad avasallante y seductora. Es un seductor permanente. Su forma de hablar, de gesticular, sus silencios…El ganador del Óscar por su interpretación protagonista en The King's Speech (2011), muestra sus realeza y su oficio.

Moraleja: una historia de amor con personajes disímiles, no lo es cuando la luz de la Luna los transporta al rendezvous de sus corazones. Al fin, <el amor, es la magia que nos inventamos para olvidarnos de la muerte>.

Colin Firth: el romanticismo y su magia que asedian a la razón.

Gustavo Contarelli 

Puntaje del film: 4 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Colin Firth (Stanley) 5 Tribunas

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima