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Sueldos a presos: incentivos para delinquir

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CONTRADICCIONES Y POLÉMICA
CONTRADICCIONES Y POLÉMICA

Las instituciones son, sencillamente, conjuntos de reglas y “señales” que contribuyen a la formación de un orden social, otorgando incentivos y desincentivos a los individuos para orientar su desarrollo en el medio social de una determinada manera que se considera deseable.

 

Aquello que se considera “deseable” e “indeseable”, depende en última instancia de los juicios morales que predominan en la sociedad. De ahí que las instituciones sean, en fin, un conjunto de “reglas de juego” que no flotan en el vacío, sino que se asientan sobre un marco ético que les precede.

El populismo comprende el carácter contingente e inestable de toda institución, y por ello apunta a modificar los pilares éticos sobre los que éstas se edifican. Se trata de la famosa “batalla cultural” a la que se refirió, en más de una ocasión, Cristina Kirchner.

En estos esfuerzos debe inscribirse la cooptación de instituciones clave por parte de cuadros de La Cámpora. Bajo el popular estereotipo –en la mayoría de las veces cierto– del ineficiente burócrata que ha sido premiado por el poder de turno en virtud de su adscripción política, muchas veces perdemos de vista al camporista ideológico, ese que, además de vivir del Estado, llega al Estado con la misión de inocular modificaciones ideológicas de fondo que provoquen, a la postre, modificaciones institucionales.

Es el caso del Sistema Penitenciario Federal, cuyo titular fue hasta hace muy poco el camporista Víctor Hortel, conocido por brindar fiestas de disfraces en las cárceles y por apoyar el surgimiento del “Vatayón Militante”, una organización kirchnerista de presos impulsada por La Cámpora que hace algún tiempo estuvo en el centro de la polémica al constatarse los privilegios que recibían aquellos reclusos que la conformaban (más comida, más horas en el gimnasio, más tiempo libre y salidas a actos políticos K).

Uno de los tantos cambios que introdujo Hortel, fue el aval al Sindicato único de Trabajadores Privados de la Libertad (Sutpla), que acaba de conseguir un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal para que los internos que trabajan cobren un salario mínimo, vital y móvil cercano a los $4.400, además de aguinaldo y vacaciones pagas. Es decir, para que el Estado los premie con condiciones mucho más gratificantes en comparación a las que padecen nuestros jubilados, quienes perciben un salario mínimo de aproximadamente $3.500.

El ENCOPE (Ente de Cooperación Penitenciaria) es el organismo encargado de darle trabajo a los presos. Su director es Rubén Fernández Escobar, no casualmente también militante de La Cámpora.

En concreto, se argumenta que estas medidas relativas a los reclusos se inscriben en esfuerzos de re-socialización. Constituirían algo así como “incentivos positivos” para que los presos, al salir, no vuelvan a delinquir. ¿Sería muy osado pensarlo a la inversa, y entender en consecuencia que estos incentivos podrían mostrarle al interno que tras las rejas vive más cómodo y seguro que en el marco de la libertad?

Comoquiera que sea, lo cierto y comprobado es que, aunque el presupuesto del Servicio Penitenciario Federal aumentó 1000% en 10 años, cada vez hay más reincidencia. Según las investigaciones del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia (CELIV), la tasa de reincidencia de los presos del Servicio Penitenciario Federal alcanza el 46.5%. Y el hecho de que casi uno de cada dos presos reincida al salir en libertad, confirma que el kirchnerismo ha sido también una “década perdida” en lo que hace al sistema penitenciario.

La inseguridad no es una “sensación” como pretendió durante algún tiempo Aníbal Fernández. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha constatado en 2013 que Argentina es el país con más cantidad de robos (973,3 cada 100.000 habitantes) de toda América Latina. La inseguridad es algo que se vive a diario, a pesar de los esfuerzos ideológicos por maquillarla e incluso justificarla.

En efecto, dichos artilugios ideológicos buscan presentar al delincuente no como un victimario, sino como “víctima de la sociedad”, modificando nuestros esquemas morales de cabo a rabo. Luego, aquél debe ser comprendido e, incluso, bonificado con una serie de derechos como el de percibir un salario superior al de los jubilados, aguinaldo y vacaciones pagas, todo lo cual es soportado por la “sociedad victimaria” del delincuente. Así pues, los términos se invierten: el delincuente deja de estar en deuda para con la sociedad en virtud de su mala conducta, para convertirse en acreedor de los sectores sociales de buen comportamiento.

La ideología en cuestión puede ilustrarse con un ejemplo claro. Pensemos en una situación en la que el Sr. López roba o asesina al Sr. García. De inmediato se nos dice que “la sociedad” es responsable de que López haya sido llevado a robar o asesinar a García, incluyendo de esta manera en esa responsabilidad al propio García, y exculpando a López. El sociólogo Arnold Green supo decir al respecto que “si la sociedad es responsable del crimen y los criminales no lo son, sólo quedarán como responsables aquellos miembros de la sociedad que no cometen crímenes. Sólo es posible engañarse con un disparate tan obvio conjurando a la sociedad como un demonio, un mal separado de las personas y de lo que hacen”.

El gasto del Estado para el sistema penitenciario ronda los $10.000 millones por año, lo que en promedio arroja que cada preso le cuesta a la sociedad cerca de $30.000 mensuales. Mientras tanto, la presión tributaria en Argentina se ubica entre las más altas del mundo, sin contraprestaciones de servicios públicos acorde a las exigencias impositivas.

Mientras todo esto ocurre en Argentina, el gobierno holandés ha decidido seguir a Dinamarca y Alemania e imponer a sus reclusos un pago por día de detención. “Se trata de que el preso entienda que forma parte de la sociedad, y si comete un delito, tiene la obligación de contribuir al gasto que ocasiona. Que sus actos no deben ser pagados, desde el punto de vista económico, solo por el resto de la ciudadanía”, explicaron autoridades holandesas.

Se trata de mentalidades contrapuestas que, como decíamos al principio, configuran instituciones disímiles y arrojan, a la postre, resultados diferentes.

 
 

15 comentarios Dejá tu comentario

  1. Doña Liliana, estoy TOTALMENTE EN CONTRA de lo que dice. Un preso NO PUEDE tener los mismos beneficios que una persona que está en libertad, ni siquiera en el aspecto laboral. En la cárcel, muchos presos trabajan porque los obligan, porque no tienen otra cosa que hacer, o porque al mismo tiempo sacan algún beneficio. Un preso no puede tener los mismos privilegios que una persona que esta en libertad, en particular por la finalidad que tiene su sueldo. El tipo tiene que trabajar en todo caso para solventar sus propios gastos y resarcir a las víctimas, y recién ahí quizá para ahorrar un poco. Sólo como ejemplo, las "vacaciones" no se le aplican, porque el preso no tiene vacaciones. A menos que ahora pretendan agregarlo como privilegio, ya que son "trabajadores"...En todo caso, lo que tendrá es un período en el cual no trabaja, pero como en ése período, si está "guardado", no tiene gastos, no tiene objeto pagarle "vacaciones". Lo mismo se aplica con el aguinaldo, bonificaciones, y demás. Tienen que dejarse de joder con la correción política y entender que un preso es una persona cuyos derechos se encuentran RESTRINGIDOS hasta que cumpla la condena. NO TIENE LOS MISMOS DERECHOS QUE UN TRABAJADOR HONESTO. Ya el hecho que pueda trabajar y ahorrar algo es un ENORME PRIVILEGIO, teniendo en cuenta que en muchos casos sus víctimas perdieron ésa posibilidad para siempre. Y en un país donde no hay plata para la gente honesta, es ridículo dar prioridad en los gastos a un montón de delincuentes cuando a un jubilado no se le da ni lo mínimo para que pueda comer y pagarse los remedios. Terminemos con la lástima hacia los presos. Habrá casos que realmente son dignos de tal, pero en la mayoría son actos voluntarios. Si tuviste una vida de mierda no necesariamente tenés que agarrártela con gente inocente, y si lo hacés, bancatelá.

  2. El tema de los derechos de los presos no debe confundirse con privilegios. Si trabajan, deben recibir retribución acorde al esfuerzo y producido que realicen. Respecto de los descuentos que se le realizan a cada trabajador en libertad, debe ocurrir lo mismo. Pero también, y creo que está contemplado en la disposición, deben indemnizar por los daños ocasionados, por los gastos de Justicia, y por su estadía en el Penal. teniendo en cuenta lo anterior, me reafirmo en mi pensamiento de hace varios años, respecto de la concesión de CÁRCELES PRIVADAS. Explico: cárceles que se autofinancien con el producido por los detenidos. No cualquiera. A los condenados que justifiquen ser pasibles de recuperación, se les ofrecerá el traslado a dichas cárceles, con el fin de aprender ofícios, si no los tienen, enseñar sus artes si los tienen, y tener una remuneración, tal vez superior a la que se está discutiendo, si su trabajo lo vale. Siempre, también, con los descuentos mencionados por estadía, contribuciones e indemnizaciones a las victimas. Los que no quieran acogerse a esta posibilidad, a la "perrera" que significa la cárcel estatal, con todos los vicios que tiene y la compañía de los indeseables. También hay que separar los presos condenados de los encausados, que hasta que no se termine su juzgamiento, tienen presunción de inocencia, aunque los indicios aconsejen su prisión preventiva y por eso están "guardados". Sería una buena solución para ampliar la capacidad de contención de tantos, cada vez más, delincuentes que esta Sociedad ha sabido crear.

  3. Se nace delincuente, no se hace. Se mata o se roba, por voluntad propia, nadie obliga. Desde que el mundo es mundo, el hombre se pervierte, por sí solo. Sea por ambición, prestigio o poder. Hoy se ve cada vez más, esta sociedad incivilizada, despojada de humanidad y caradura al máximo. La ley del esfuerzo, se murió. Impera la ley del mal hasta perder la vida. Y en esa calesita, se premia lo peor, se justifica lo injustificable, y se utiliza para un fin determinado. El gobierno es delincuente y tiene una asociación comun con la delincuencia,que protege y apaña, basta ver a Boudou y sobran las palabras. Será una lucha de delincuentes contra sociedad arrasada por estos. Mientras los que estamos viviendo este mal cuento, no nos levantemos, sin miedos, la guerra ya la instalaron y seremos avasallados por esta lacra humana que ya jugó su vida y no tiene nada para perder. Y en ese fango está este gobierno delincuencial y perverso como ninguno, o donde estan los fondos de STA CRUZ, o la prisión de Baez?? o donde esta el Sr. Lopez por ej. Como así también, las negaciones del 82% a los jubilados, que seguramente fueron entregados para las regalías de todos los presos bajo esta ley que los ampara. Una nueva casta apareció en esta nación, los LADRONES DE GUANTE BLANCO DEL GOBIERNO y los delincuentes que arrasan la sociedad toda y que conjuntamente actuan en contra de la vida común y digna de millones de argentinos. Donde en cada estamento del gobierno, hay un delincuente de poca monta, ejerciendo el miedo y cubriendo las espaldas hasta de los intendentes, faltando solo que custodien hasta los perros de la Federal misma, por indicar otro asunto clarito y real. Aquí tienen que pagar todos los que están en este baile, empezemos a quemar los penales con todos adentro y luego sigamos por la sociedad de delincuentes de esta mal democracia instalada de guante blanco del poder. QUE MUERTO EL PERRO, SE ACABARA LA RABIA. Como bien dice, el dicho y que los DERECHOS HUMANOS se los metan donde no les da el sol, a los que griten, porque por culpa de estas cosas, todos los simples y honestos estamos a la sombra y enrejados, sin ser como ellos y pagando con la vida, los caprichos de esta mafia mal parida. Y que nadie se escandalize, porque si llega la hora, y son mandados ellos volcarán sobre nosotros todas sus perversiones. Por las dudas, como dice un criollo, no hay mejor cosa que hablar clarito y al pie, y quien se admire o blasfeme en mi contra, piense que lo mismo le envio por cobarde o tapador o porque negocia su destino con dineros manchados en sangre y vidas perdidas a manos de carroñas humanas. Esta argentina tiene la Gran Enfermedad de la Hipocresía, y así el mal avanza y destruye el país desde el norte al sur desde el este al oeste, y sobran millones de ejemplos para seguir por los siglos de los siglos abonando esta real teoría.

  4. Me parece que el tema no se agota en el derecho de los presos. Como bien dice Tarufetti, tienen sus derechos restringidos, hasta que cumplan la condena. Ademas si se los pone al nivel de trabajadores comunes, implicitamente estamos admitiendo que son empleados publicos, pues su empleador es en definitva el Estado. Cuando salgan, exigiran que les cambien el destino, al menos que alguno prefiera seguir trabando en la Carcel. Entonces no seria raro ir a cobrar la jubilacion y ser atendido por el violador de Villa Ballester o por degollador de San Isidro. O ir a cualquier oficina publica y que te atienda la envenenadora de San Telmo. Y si encima te invita a tomar un Te con Masitas, fuistes ... Esto sirve como preambulo, para decir que nadie piensa en las consecuencias que se derivan de una medida absurda y poco pensada. Ahora sigo con mi post anterior, yo hago referencia a que es el Estado quien debe indemnizar de inmediato a la victima de cualquier ilicito, ya que se reserva para si y en exclusiva el uso de la fuerza y la mision de la seguridad en la sociedad. Cuando se juzga a un delincuente, es el Estado quien asume el rol de querellante, no la victima que pasa a segundo plano, lo hace asumiendo que se quebranto la ley por el impuesta y por lo tanto es la sociedad (entelequia) la destinataria de la injuria del delincuente. A la victima solo le cabe, luego del veredicto penal favorable, accionar en lo civil. O sea un segundo juicio de no menos de 5 años, con el resultado ganado de cumplimiento imposible. Demas esta decir que el 95 % de los delincuentes no tienen patrimonio a su nombre, o directamente no tiene ninguno y por lo tanto la mayoria desiste de hacerlo. Siendo el Estado el responsable por el daño causado a la victima, es el quien debe resarcirla de inmediato por el daño sufrido. Porque sino el ciudadano es una doble victima, porque a mas del daño fisico (hasta la propia muerte) que sufre el y su familia, se le agrega el daño pecuniario ocasionado, directo en caso de robo o daño y como consecuencia en caso de asesinato de alguien que es sosten de un hogar, o esta en edad productiva. La abstraccion que hace la ley, de reemplazar a la victima por "la sociedad" que juzga la injuria, es una vision ideologica que tendria que revisarse y permitir al damnificado como parte en el juicio.

  5. Desde el punto de vista técnico legal nada que discutir...la Constitución Nacional en su articulo 14 bis es muy clara defendiendo al trabajo en sus diversas formas. Ahora bien, es cierto que las cárceles deben ser limpias y para resociabilizar etc...lo que nadie dice, es que el mayor fruto del trabajo de los presos va a manos privadas...es decir que si no se pagaran sueldos volveríamos prácticamente a la época de la esclavitud. Lo que esta mal no es que cobren sueldo ya que lo garantiza la CN, sino que no cumplan las condenas de modo efectivo y que las cárceles no sean lo que la CN dice que deben ser. Saquemos la Biblia junto al calefon y pongamos la CN garantizando y exigiendo TODOS los derechos. Ahora me permito cuestionar el titulo de esta nota, ya que si a un presos se le paga un sueldo por estar en la cárcel es un imposible que pueda delinquir. Detalles...bombitas de humo para tapar temas importantes!

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