¡Recién Publicado!
cerrar [X]

“La Argentina sin rumbo”, dice El Observador de Uruguay

16
UNA MIRADA DESDE AFUERA DE LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN EL PAÍS VECINO
UNA MIRADA DESDE AFUERA DE LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN EL PAÍS VECINO

Recomiendo escuchar la breve entrevista que le hizo el periodista Marcelo Longobardi al destacado filósofo y pensador argentino Santiago Kovadloff el pasado viernes 30, un día después del entierro del fiscal Alberto Nisman, por Radio Mitre. Santiago Kovadloff había sido el encargado de decir unas palabras en el entierro del fiscal en el Cementerio de La Tablada, al que asistieron sus familiares y sus amigos más cercanos. Fue una ceremonia íntima, que tuvo lugar unos cuantos días después de su fallecimiento, el 18 de enero, debido a las pericias forenses.

 

El periodista solo le preguntó a Kovadloff: “¿cómo se siente?” y Kovadloff, que es consultado con frecuencia por la prensa y escribe regularmente en los diarios ya que es un referente muy importante en estos tiempos, hizo catarsis. Catarsis personal, por lo que le había tocado vivir en el entierro donde tuvo que poner palabras donde no había palabras para explicar una tragedia personal, familiar e institucional, y catarsis sociológica por lo que estaba viviendo su país. Estaba sin duda muy afectado emocionalmente por haber tenido que hablar ante las hijas de Nisman, una de 15 y otra de ocho años, sabiendo que sus palabras en nada podrían contribuir a explicar lo ocurrido y difícilmente pudieran confortar a las huérfanas. Y dijo algo así como que, a sus 72 años, estaba especialmente afligido no solo por Nisman sino por su país. Habló de que lo que le abrumaba no era “lo ocurrido en un día sino la eternidad de un día como este, la eternidad de un día como el que vive Argentina”, habló de un país con “instituciones muy frágiles”, de una “sensación de indefensión” no por temor al daño físico sino a la “incapacidad de aprender de la experiencia”. Y culminó diciendo que su país, la Argentina, “no tiene rumbo”.

Allí se quebró y por un rato fue incapaz de seguir. En la radio, se escuchaba un silencio desgarrador. Luego, ayudado por el periodista, continuó hablando de la tragedia del país, de ver que en su país había otra gente que no sentía nada de tragedia, que era invulnerable al crimen, que solo pensaba que todo lo sucedido no era más que una “conspiración destituyente” para echar a un gobierno constitucional, que nada le importaba Nisman. Y que ambas visiones eran lo que impedía que hubiera “un solo dolor”.

Indudablemente Kovadloff se refería al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que había atacado a Nisman cuando presentó su denuncia diciendo que saldría a pegarle “con los tapones de punta”, que luego de muerto lo presentó como un suicidio y poco después cambió su hipótesis por la de asesinato para hacer que la víctima de lo ocurrido no fuera Nisman sino el gobierno. Un gobierno que desde la cuenta de Twitter oficial de la Casa Rosada no vacilaba en dar información sobre la salida del país del periodista que difundió la noticia de la muerte del fiscal, o que no vacilaba en contradecir en tiempo real –es decir, a pocos minutos de que la fiscal del caso hacía declaraciones en conferencia de prensa– a las autoridades que conducían la investigación sobre la fecha de regreso del fiscal proporcionada por la compañía aérea en la que Nisman compró dos pasajes el 31 de diciembre para volver al país el 12 de enero.

Y seguro que también se refería a las dos cartas que publicó la presidenta en su cuenta oficial de Facebook, realizando apreciaciones de tinte policíaco, de carácter sicológico, y de especulación política mezclando a la prensa y a los atentados en París. Y luego una cadena de televisión, en la que volvía la presidenta a elaborar hipótesis que más parecían confundir la investigación que ayudar a calmar los ánimos. Y todo ello sin que en ninguna de esas tres intervenciones hubiera palabras de pésame o condolencias para con los familiares de Nisman.

Si desde la cúspide del poder se actúa con tamaña frialdad ante la tragedia, se puede uno imaginar lo que harían luego los acólitos más fieles de la presidenta, distribuyendo basura sobre el propio Nisman. Desde las altas esferas, no había dolor. Había que aprovechar la tragedia, ya fuera suicidio o asesinato, con fines políticos para defender al gobierno, que ya había quedado muy mal parado desde que firmó un acuerdo con Irán, de donde venían los principales sospechosos, para investigar el tremendo crimen de la AMIA.  

“La Argentina no tiene rumbo” dice Santiago Kovadloff. Y no es la impresión subjetiva de una persona por lo ocurrido en un día. Es lo que de afuera parece, mirando los acontecimientos con perspectiva. Algo que da mucha pena por lo que Argentina podría y debería ser.

* Nota editorial publicada este lunes por El Observador

 
 

16 comentarios Dejá tu comentario

  1. Humberto, hago fervienets votos para que ud tenga exito en su mision ya que aqui parece faltar volunatd politica. Ahora estan todos subidos al tren de "que tiene que terminar su mandato" y yp creo que es mucho peor agunatarla hasta diciembre que haberla sacado.

  2. CARANCHO QUE TE PASHAA?? y jorge: les sugiero volver a la escuela a cursar comprensión de textos, y de paso que busquen en el diccionario la palabra "ironía". Y también les sugiero que no sean tan imbéciles. De nada.

  3. Adhiero absolutamente a lo expresado por Humberto. A esta altura de los hechos, entiendo que a los K hay que condenarlos a la pena máxima. No existen más calificativos para estos delincuentes. Si fuese uruguayo, observaría a mis hermanos argentinos con una gran pena, por lo que han sido y ya no son, por su incurable soberbia y necedad. Los argentinos honestos son tan honestos como crédulos. Insisten en enarbolar la bandera nacional cuando juega la selección, al ladito de un barrabrava con la misma bandera, fraternalmente, olvidando que ese tipo mañana te va a afanar o matar. La bandera y sus colores fueron apropiados por el FPV, y sólo desapareciendo esa banda y sus miembros puede legitimarse nuevamente la enseña patria. Los buenos uruguayos nos aprecian, como aprecio yo a mis queridos venezolanos que hoy viven la pesadilla del siglo encarnada en las bestias malparidas de Chavez y Maduro. Siento pena y afecto por ellos, y ruego que mañana mismo encuentren la vuelta para salir del infierno. Venezuela y Argentina, dos países gobernados por la enfermedad mental lisa y llana. Dos gobiernos tanato-adictos, dos personajes absurdos afectados por el mismo delirio autodestructivo. La megalomanía y la sensación-certeza de omnipotencia son apenas rasgos fugaces de la etapa infantil. Cuando esa conducta se prolonga en la adultez, es mala señal. Y si ese adulto es presidente, agarrate y esperá cualquier barbaridad. Tienen razón vecinos uruguayos, hemos perdido el rumbo. La brújula, el timón y el ancla fueron destruidos. Quiero decir que la Constitución fue destruida. El martillazo lo pegó Cristina, pero quiénes le dieron el martillo? Varios. Los Conti, los Kunkel, los Aníbal, etc., pero también los Alfonsín, los Binner y unos cuantos imbéciles más. Acepto y agradezco la opinión y las críticas uruguayas. Les recuerdo que por allá tienen una admiradora de Néstor; algo que sigo sin entender, pero en fin, la vejez no viene sola. Hablo de la distinguida Topolansky. Pero una golondrina no hace verano. Uruguay sigue siendo un ejemplo a seguir.

  4. Si señores, la Argentina tiene rumbo!!! En realidad tiene TRES rumbos. Infierno, tacho de basura o directamente desagüe cloacal!! El daño ya está hecho. Y lo peor no es el daño económico, que eso con tiempo y buena administración se arregla, sino el daño moral y la división entre HERMANOS. Ese es el peor legado que nos va a dejar este gobierno de cleptocratas.

Dejá tu comentario

El comentario no se pudo enviar:
Haga click aquí para intentar nuevamente
El comentario se ha enviado con éxito
Tu Comentario
(*) Nombre:

Seguinos también en

Facebook
Twitter
Youtube
Instagram
LinkedIn
Pinterest
Whatsapp
Telegram
Tik-Tok
Cómo funciona el servicio de RSS en Tribuna

Recibí diariamente un resumen de noticias en tu email. Lo más destacado de TDP, aquello que tenés que saber sí o sí

Suscribirme Desuscribirme

Notas Relacionadas

El discurso oficial pisotea la denuncia y la memoria del fiscal

Una de las características del actual gobierno argentino es su propensión a construir un “relato” ajeno a la realidad. Esta cualidad se relaciona tanto con estrategias pragmáticas de adoctrinamiento y manipulación de la opinión pública...