"Tuvimos un fenómeno meteorológico muy extraño, un tsunami que nos cayó del cielo: llovieron 300 milímetros en una zona muy determinada donde al año llueven, con suerte, 700 milímetros. En tres horas llovió un 30 ó 40 por ciento de lo que llueve todo el año", explicó el gobernador de Córdoba José Luis De La Sota hace dos semanas, cuando cinco personas murieron por el temporal.
Hoy son numerosos pueblos los que están literalmente bajo el agua.
Sin embargo, especialistas de Greenpeace están advirtiendo que no es un “tsunami del cielo”, sino la deforestación en bosques protegidos de la provincia lo que no está permitiendo contener las intensas precipitaciones.
Esta organización aseguró que a la provincia de Córdoba le queda menos del 4% de sus bosques nativos originales y que, a pesar de la sanción de la Ley Nacional de Bosques, los desmontes para desarrollo agropecuario y urbano arrasaron con bosques nativos en zonas frágiles, perdiendo la protección de la vegetación frente a las fuertes lluvias (que alcanzaron los 320 milímetros en apenas 12 horas).
Según datos oficiales, entre 1998 y 2007 la deforestación en Córdoba alcanzó las 247.967 hectáreas. Mientras que desde la sanción de la Ley de Bosques (fines de 2007) hasta mediados de 2013 se desmontaron 44.823 hectáreas, de las cuales 10.796 hectáreas eran bosques protegidos por la normativa.
“Los científicos y los ambientalistas lo venimos advirtiendo hace tiempo: los bosques son nuestra esponja natural, por lo tanto más desmontes es sinónimo de más inundaciones. Es necesario que tanto políticos como empresarios cumplan en forma estricta la Ley de Bosques”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Por su parte el biólogo cordobés Raúl Montenegro sostiene que “hay dos causas principales para las inundaciones recientes: primero, precipitaciones extensas en tiempos breves. Segundo, ambientes serranos deforestados y por lo tanto cuencas hídricas donde el agua, en lugar de ingresar al subsuelo y la 'esponja rocosa', circula en superficie a gran velocidad".
No es la naturaleza, somos nosotros invadiendo las llanuras de inundación de los ríos pic.twitter.com/YO4YuYBJCN
— IGEO (CSIC-UCM) (@IGeociencias) marzo 4, 2015