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El Patrón, radiografía de un crimen

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LOS CAPANGAS DEL NEGOCIO DE LA CARNE EN ARGENTINA
LOS CAPANGAS DEL NEGOCIO DE LA CARNE EN ARGENTINA

Título para Latinoamérica: El Patrón, Radiografía de un crimen.

 

Título original: El Patrón, Radiografía de un crimen.

Dirección: Sebastián Schindel.

Guión: Sebastián Schindel & Nicolás Batlle & Javier Olivera. Basado en la novela homónima de Elías Neuman.

Género: Drama - Apta para mayores de 13 años.

Reparto: Joaquín Furriel, Luis Ziembrowski, Mónica Lairana, Germán De Silva, Andrea Garrote y Guillermo Pfening.

Producción: Sebastián Schindel, Nicolás Batlle, Fernando Molnar, Daniel Jerozolimski, Alejandra Szeplaki - Distribuidora: Distribution Company.

Fotografía: Marcelo Laccarino – Sonido: Javier Farina, Hernán Gerard.

Música: Lucas Kohan - Montaje: Sebastián Schindel, Andrés Ciambotti.

País: Argentina, Venezuela - Año: 2014 - Duración: 99 min. Estreno Argentina: 26/02/2015.

El Patrón, Radiografía de un crimen (2014), es un caso insignia de una forma de sumisión / explotación laboral y alienación, que se instala en la sociedad. Cine de denuncia es la fórmula de Sebastián Schindel. Una interesante propuesta fílmica digna de ver y disfrutar.

El argumento: Hermógenes Saldivar (Joaquín Furriel), es un humilde peón rural de Santiago del Estero. Vino a Buenos Aires a probar suerte junto a su pareja. En su mochila trae el mote de analfabeto e “inapto” (como él mismo resume). Su “patrón”, Latuada (Luis Ziembrowski), es un siniestro personaje del sub-mundo de la carne que lo explota a tiempo completo. Lo manipula a su antojo.

El empleo de despachante de mostrador en una carnicería, se transformará en su peor pesadilla de sumisión y esclavitud laboral. La tragedia es inevitable. ¿Cuál es el límite de explotación a una persona? ¿Hasta dónde permite llegar el sistema de contrato social?

El realizador Schindel, reconocido documentalista (Mundo alas, -junto a León Gieco – 2008 / Que sea rock, 2006 y Rerum Novarum, 2001), desembarca con un largometraje de peso: adaptando una novela —basada en hechos reales—, y la potencia mediante la sinergia de buenos actores, un montaje naturalista y provocador. Dos montajes excluyentes (carnicería, sala de audiencia del Jurado), se asocian al dramatismo de una realidad alienante: la explotación humana y la humillación.

La dinámica del guión es efectiva: drama / Thriller / film noir, donde la decadencia de la condición humana se fotografía en plano detalle. El policial negro aplica un terreno fértil de exploración y filmación. Sin embargo, los diálogos no aciertan en la “construcción del verosímil”. Los parlamentos de trazo grueso no convalidan una narrativa profunda e inspiradora. Ayuda una fotografía realista, visceral, y por momentos morbosa.

Con todo, el protagónico de Furriel es una apuesta audaz, un difícil papel. El personaje traspasa al actor. En cambio la “construcción del villano” de Luis Ziembrowski es superador. Compone un magistral perfil psicopático del “Patrón”. Hurga en la mente de un ser despreciable, enemigo de las normas de convivencia social. Es una persona que se lleva todo por delante (merced a la impunidad del sistema). El Patrón de Ziembrowski “mete miedo” en cada el fotograma. Es el momento de verdad en el cine. No así el rol del abogado defensor de Hermógenes: un tibio Guillermo Pfening, carente del punch del defensor agudo y provocador. Una pena.

Si bien el film -a priori- no tiene grandes pretensiones, termina como un acabado producto cultural fílmico. Mejor que otras “cintas marketineras”, defendidas por la insoportable levedad del canal 11 de TV (Telefe). Dicha empresa de contenidos funciona como productora cinematográfica, que a menudo soporta, lo insoportable de ver. (¿?)

La pregunta al finalizar la película se instala: ¿Cuántos capangas de la carne y la miseria “activos” hay en nuestro país? Fuera de todo relato de denuncia, es lo que subyace y se pondera. El Patrón, es un caso testigo de la corrupción estructural del negocio de la carne en Argentina. La judicialización de sus efectos, es el olor que atraviesa expedientes, empleos y hasta la misma sociedad.

Una prolija resolución de los clímax, es la valoración de los 100 minutos del metraje. La cancelación cerrada del relato es previsible por el determinismo del hecho real. Hermógenes Saldivar, soñaba despierto en su mostrador. Para olvidar que es un hombre sin futuro y sin pasado. Y vivir con esa ilusión: de pertenecer como humano a un lugar de libertad.

 

Luis Ziembrowski alecciona a Joaquín Furriel en el negocio oscuro de la carne. Ziembrowski y su notable <construcción del villano> de colección.

 

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 4 Tribunas
Puntaje actor protagónico:
Joaquín Furriel 4 Tribunas
Puntaje actor de reparto: Luis Ziembrowski 5 Tribunas ¡Imponente!

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima

 

2 comentarios Dejá tu comentario

  1. iMAGINO QUE LA PELICULA A LA QUE HACEN REFERENCIA QUE IMPULSA TELEFE, ES "RELATOS SALVAJES". LA VI EL OTRO DIA POR INTERNET. CUANDO TERMINO, QUEDE IMPRESIONADO PORQUE NO PODIA CREER QUE UNA PELICULA TAN PEDORRA PODIA ESTAR NOMINADA PARA UN OSCAR. POR MOMENTOS COMICA, MUESTRA SITUACIONES QUE SE PODRIAN SOSTENER SI NO FUERA EL EXTREMO AL QUE LLEGAN, MUCHAS VECES RAYANO AL RIDICULO. EN LA SECUENCIA FINAL, LA HISTORIA DE LA NOVIA ES A LO MAS BUCOLICA, TAN TRUCHA QUE ESTUVE POR MOMENTOS A PUNTO DE PAUSAR Y HACER OTRA COSA. PERO COMO DICE LA NOTA, LA PROPAGANDA "ARREA" A LA GENTE. ES PREFERIBLE VER ESOS PROGRAMAS DONDE PASAN VIDEOS DE CAMARAS DE SEGURIDAD QUE ESTA PELICULA, ME REFIERO A "RELATOS SALVAJES", UNA PENA QUE DARIN SE HAYA PRESTADO A ESTO.

  2. Lamentablemente no se limita al mercado laboral en el rubro carnicero. Cada vez que empieza a escasear el empleo, los vivos de siempre (guarda: no todos los empresarios son así) se aprovechan. Empleo en negro, o parcialmente en negro, el sueldo de a migajas un par de veces por semana (y éso que al dueño lo ves recaudar y llevar a la casa sin problemas). En lugar de hacer lo correcto (en el sistema capitalista el empresario es el que corre el riesgo: Cuando le va bien cobra mucho más que el empleado, y cuando le va mal pierde, no debe suceder que se lleva la plata para vivir bien y "cooperativiza" la pérdida bicicleteando a los empleados, proveedores, alquileres, etc). Lo viví, no me lo contaron. Cuando el nivel de empleo sube, se da vuelta la torta. También lo viví. Hay empleados que coimean, no laburan ni que los empujes, se roban hasta las lapiceras de un mango descartables, y los empleadores los "bancan" en épocas donde cuesta conseguir gente. No ví la película, pero por lo que dice la nota hice el análisis del párrafo anterior.

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