Título para Latinoamérica: Big Eyes / Ojos Grandes.

Título original: Big Eyes.

Dirección: Tim Burton - Guión: Larry Karaszewski, Scot Alexander.

Género: Drama, Biopic - Apta para mayores de 13 años.

Reparto: Amy Adams (Margaret Keane), Christoph Waltz (Walter Keane), Krysten Ritter, Danny Huston, Jason Schwartzman, Terence Stamp.

Producción: Larry Karaszewski, Lynette Howell, Scott Alexander, Tim Burton.

Distribuidora: eOne Films - Montaje: Chris Lebenzon.

Web: www.bigeyesfilm.com

Fotografía: Bruno Delbonnel - Música: Danny Elfman.

País: EE.UU. - Año: 2014 - Duración: 106 min. Estreno Argentina: 16/04/2015.

¡Un fraude histórico en el arte!... ¿La pintura en jaque? Pero en rigor de verdad, ¿qué subyace detrás de las anécdotas foráneas de una historia atractiva? Es el drama psicológico de una pareja muy peculiar, o el histrionismo que dispersa y que termina posicionando al director de Big Eyes (2014) en franca contradicción con su cine. El tiempo lo dirá.

Pareceria ser que el reconocido y laureado cineasta Timothy “Tim” William Burton (recordado por sus personajes de mundos imaginarios; arte gótico; de seres inadaptados; enigmáticos, y pasiones por la exo-biología), se le escapó el duende de sus manos. Por su experimentación, y poderío económico, le exigimos más que a otro. ¡Justicia cinematográfica obliga!

Así, perdido en su propia filmografía, el realizador californiano nos ofrece un Biopic <película biográfica> - en clave de comedia dramática-, donde la lucha de sexos (la supervivencia del más fuerte), la mentira y la manipulación psicológica de la mujer es moneda corriente.

Big Eyes, narra la historia de Walter Keane (Christoph Waltz) y Margaret Keane (Amy Adams), matrimonio de artistas de las décadas ´50 y ´60. La estética de sus pinturas de caracterizaban por el sorprendente tamaño de los ojos y por la inclusión de niños como tópico fundante. Una “morfología expresionista de la mirada” y la tristeza por la vida de cada personaje. El escándalo surgió cuando se descubre que Walter no es el autor de esos cuadros, sino su mujer Margaret. No obstante, sin el <Management, Entertainment & Business> creado por Walter, su mujer sería una ilustre desconocida. ¡Fascinante contradicción!

No hay peor castigo para un artista que el olvido. El no reconocimiento de su obra. Es el drama primario de Margaret y “sus Ojos Grandes”. El artista necesita su identidad como el aire que respira. Nada menos que su consorte le quitó la oportunidad de “ser” en el arte. Toda esa rica historia de “invisibilizar” al otro - impronta de tensión, creación y legitimación-, está ausente en el guión. Se queda en la sombra de la comunicación no formal, el chisme para el vulgo. Una pena.

Tim Burton volvió a dirigir un film biográfico en Big Eyes. Con Ed Wood (1994) – director y productor- nos recrea la vida del famoso director de cine bizarro y de culto, en la piel de Johnny Depp. En esa oportunidad con mejor éxito en un guión más comprometido y de autor. El realizador de Charlie y la fábrica de chocolate (2005), evitó una perspectiva subjetiva donde los cuadros y la afectación (¿bizarría?) de los “grandes ojos” de la obra pesen más en la conducción dramática como disparador de conflictos profundos.

Los aciertos: montajes descriptivos e ideológicos apuntalan a un metraje que se agota en profundidad e intensidad. La estética de “Ojos Grandes”, per se, no condensa, dispersa. Una brillante paleta de colores recorre la pantalla, motiva pero no alcanza. Una obra de arte trasciende, cuando el espectador la recrea, en cine también. El mayor mérito de lo que vemos hay que atribuirlo a los dos protagónicos de Amy Adams y Christoph Waltz. Ambos son dinamita a la hora de transmitir emociones.

En fin, Burton expresó sobre su Ojos Grandes: “me gusta la yuxtaposición de sentimientos que esta obra produce”. Bien, todo lo contrario se pudo observar en esta versión de un biopic descafeinado, que intentando contar todo, terminó contando poco. Psicopatía marketinera del arte, un sueño hermoso y nada más.

Christoph Waltz y Amy Adams. Derroche de talentos, en una historia que se agota. Sólo psicopatía marketinera del arte, y sus negocios.

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 3 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Christoph Waltz 5 Tribunas ¡Imponente!

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima