El pasado fin de semana se conoció que el Juez Canicoba Corral, previo dictamen del Fiscal Zoni (Justicia Legítima) mandó archivar una causa iniciada contra el Ex Jefe del Ejército, General César Milani.
La denuncia, realizada por la ONG Ciudadanos Libres, que preside el autor de esta nota, se basó en una investigación del periodista Luis Gasulla, para el diario Perfil. Dicha investigación dio cuenta de la adquisición de un whisky y de una cena para 16 comensales, por parte de Milani, que fueron facturadas a nombre de la Contaduría del Ejército Argentino.
En su investigación, Gasulla no sólo contó con información de fuentes cercanas a lo ocurrido, sino que también hizo pública una factura de compra, en la que el Ejército Argentino figuraba como adquirente de un whisky a la vinería Winery.
Ahora bien, según habría informado el Ejército a Canicoba Corral, la institución nunca habría recibido esa factura. Nadie la habría presentado para rendir cuentas. De lo que se deduce que los fondos no habrían salido del Ejército.
Lo extraño es que la factura existió y que, tanto el pago de la cena como la adquisición del whisky, no eran coincidentes con la actividad oficial de ningún militar.
Entonces, ¿para qué pediría el ex Jefe del Ejército una factura a nombre de la institución a su cargo, si finalmente sería él quien pagaría? ¿Sólo para ahorrarse el pago del IVA? ¿Estaremos ante un caso de ahorro masivo de IVA mediante la ejecución de esta práctica en un sinnúmero compras personales?
¿Tuvo Milani la intención de rendir la factura a la Contaduría del Ejército y luego reculó? ¿O será que una vez que se hizo público el hecho, el Ejército desarmó u ocultó contablemente la operación de rendición de cuentas?
El archivo de la causa por falta de elementos probatorios no implica, en este caso, el sobreseimiento del militar denunciado. De tal forma, la aparición de nuevos documentos o testigos podrían llevar a la reapertura de la investigación.
Quizá los cambios políticos traigan consigo la disipación de algunos miedos y algo de confianza en las instituciones. En ese caso, la posibilidad de que aparezcan nuevos elementos no parece imposible.
En fin, la cosa no está, aún, como para que Milani brinde por anticipado, y menos con whisky.