1) En 2007, cuando llegó a la jefatura de gobierno porteña, ingresaban de lunes a viernes a la ciudad de Buenos Aires un millón de vehículos. En 2020, ya serán casi dos millones las unidades que lo harán cada 24 horas. ¿Qué hizo para mejorar el tránsito? Prácticamente nada. Apenas, tres km de autopistas de la Illia, detrás del Aeroparque.
La obra estratégica que necesita la ciudad, para generar un anillo de 360 grados (al mejor estilo del Periferique parisino) para poder recorrer toda la Reina del Plata sin cruzar un sólo semáforo o barrera de ferrocarril es la Autopista Ribereña. Sus escasos seis km ni siquiera fueron licitados tras ocho años de administración macrista.
Por ello, la revista EuropaPress colocó a la capital argentina en el top ten de peores ciudades para transitar en todo el planeta. En el continente, comparte podio con las dos megalópolis americanas más pobladas: San Pablo y México.
2) En la última década, la ciudad que gobierna Mauricio se favelizó al punto que la población de villas de emergencia se duplicó, pasando del 4 al 8 por ciento del total. Crecieron en extensión y en altura asentamientos como la 31, en Retiro; la 1 11 14, en Bajo Flores; la 21 y la Zabaleta, en Barracas; la Rodrigo Bueno, en Puerto Madero; la Villa Fraga, en Chacarita: la 20, en Villa Soldati y Ciudad Oculta en Villa Lugano.
Macri destina apenas el 0,25 de su presupuesto a la erradicación de este tipo de edificaciones y un uno por ciento a la propaganda. Resumiendo, cuatro veces más dinero para la publicidad de actos de gobierno.
3) El incumplimiento en materia de obras para la red de subterráneos ha sido el peor de la historia. Prometió diez km por año y sólo ha inaugurado un total de cinco estaciones en las líneas H, A y B que ya estaban casi listas en 2007. Tenía que construir apenas siete cuadras debajo de avenida Pueyrredón, entre Lavalle y Santa Fe para poder unir estratégicamente a las líneas del Sur con las del Norte. Tras dos periodos de gobierno, deja su puesto sin haber podido terminar con 700 metros bajo tierra. Por culpa del Pro, el tránsito entre la zona más pobre y la más opulenta ha estallado ya que las obras inconclusas destruyeron las únicas arterias que lo atendían.
4) La ciudad de Buenos Aires es el único distrito que no reclama la potestad del juego. Las 23 provincias argentinas sí lo hacen y logran de esta forma importantes ingresos por el llamado “impuesto al bobo”. Macri deja todo en manos de los Casinos de Cristóbal López. El del hipódromo de Palermo tiene 4000 slots, una cifra que sólo superan algunas salas de Las Vegas y China. Como si todo esto fuera poco, el Pro le regala a López cientos de cocheras en el histórico predio de avenida Libertador, frente al campo argentino de Polo. El valor de esos metros cuadrados por los que HAPSA no paga ni un centavo son invaluables.
5) Buenos Aires ya tiene un récord histórico de homeless. A fines de 2015 hay más gente en situación de calle que en el mismísimo 2001. Médicos sin Frontera estableció la cifra en 15 mil, aunque la administración porteña no acepta esa cifra. Los paradores nocturnos no alcanzan a cubrir ni la tercera parte de las demandas. Cientos de los que pernoctan a la intemperie son menores de edad.
6) A pesar de contar con la policía Metropolitana, que sólo atiende barrios alejados de las zonas calientes del delito (Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Nueva Pompeya, Parque Patricios, Barracas, La Boca, Agronomía, Chacarita, Villa Crespo, Paternal y Villa Ortúzar) la ciudad no tiene estadísticas sobre el delito que se registra en sus calles. Al igual que el Estado Nacional, la jefatura de gobierno local no entrega guarismo alguno sobre el crimen.
7) En la ciudad se duplicó la venta ambulante durante los años de gobierno del macrismo. Barrios como Liniers, Flores y Once quedaron copados virtualmente por un ejército de manteros que ya suma más de 10 mil soldados. A menudo, son extranjeros que llegaron hasta la Argentina traídos por mafias de Sudamérica y África. Son explotados en la vía pública por organizaciones mafiosas que no paran de crecer. Las prendas llegan a menudo desde talleres clandestinos que pululan por los inexpugnables ghettos donde se esclaviza a extranjeros.
La prostitución también creció de manera escandalosa al punto que ya suman más de mil los “privados” donde miles de meretrices ejercen el oficio más antiguo del mundo en medio de una impunidad increíble. En la provincia de Córdoba, por ejemplo, la administración de José Manuel de la Sota cerró todas las whiskerías y centros de trata de personas con total eficacia.
8) Durante la gestión del Pro se destruyeron los pocos centros de entretenimientos que quedaban en la gigantesca ciudad. Le pusieron los últimos clavos al ataúd del Parque de la Ciudad ya que desguazaron y vendieron los últimos juegos del mítico predio. La genial idea de Mauricio fue armar playas secas con arena en las márgenes del Rio de la Plata y el Riachuelo (dos cursos de agua ubicados entre los 20 más contaminados del planeta). En esos lugares no existen las piletas. Apenas, unos duchadores para que la gente se pueda refrescar. El que quiera acceder a una piscina deberá pagar para ir a la cheta Costa Salguero o a la zona del Autódromo, en el extremo opuesto. Buenos Aires tiene el peor arbolado de su historia: un ejemplar cada ocho habitantes. El mínimo exigido por Naciones Unidas para no ser considerada una ciudad anti ecológica. En la provincia de San Luis, por ejemplo, hay diez árboles por habitante, ochenta veces más que en la capital nacional.
9) La deuda pública en dólares de la Reina del Plata se cuadruplicó con Mauricio pasando de 500 millones a 2000 palos verdes sin que existan obras de magnitud que justifiquen semejante quebranto. Además, vendió predios que costaban cientos de millones en la moneda norteamericana. Basta nombrar a Catalinas Norte, en Alem y Córdoba; Edificio del Plata, frente al Obelisco y decenas de terrenos en la inaccesible Puerto Madero, donde la corporación que maneja el barrio ya no tiene ni un metro cuadrado disponible.
10) Usted se preguntará: ¿Qué hizo este muchacho con el mayor presupuesto de la historia? ¿Qué nos deja a quienes vivimos o visitamos “la ciudad de todos los argentinos”?
La sumatoria de lo que vamos a enumerar no alcanza a la tercera parte del endeudamiento que tomó:
-Entubamiento del Arroyo Maldonado, para terminar con las inundaciones en Palermo y Belgrano, especialmente.
-Unos 20 “sapitos” o túneles bajo vías ferroviarias.
-Menos de mil viviendas sociales (cuando prometió 10 mil por año).
-Peatonalizó algunas arterias del microcentro.
-Inauguró las apuntadas cinco estaciones construidas por Ibarra y Telerman antes de su llegada.
-Reordenó el tránsito de colectivos con los metrobuses (cuya inversión total es infinitamente menor a crear una red de subtes).
-Terminó 3 km de autopistas en la Illia
-Generó un circuito de bicicendas cuyo costo es insignificante
-Trasladó la administración porteña hasta un edifico del Banco Ciudad en Parque Patricios
Fin de la lista.
Macri demostró que gozó de los mejores años de historia en materia recaudatoria y, a pesar de endeudar fuerte a la Ciudad, deja una Buenos Aires “favelizada”, violenta y en manos de las mafias.
“Por sus frutos los conocereis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?” dijo San Mateo.
A votarlo porque es una guerra de Frankestein contra el Hombre Lobo y Drácula, pero no le pidan peras a los olmos.