Existen, dentro del universo kirchnerista, tres tipos de kirchnerismo o, si usted prefiere, tres tipos de kirchneristas bien marcados.
Los tres grupos en cuestión son —y aquí póngale el orden que prefiera— Los militantes y/o votantes kirchneristas, los dirigentes, y los "intelectuales" filo kirchneristas.
Eso sí, los tres grupos, obviamente, tienen algo en común. Todos son kirchneristas por convicción y conveniencia. La diferencia es que algunos son más kirchneristas por convicción que por conveniencia y otros exactamente al revés.
La persona común, el que vota o votó al Frente Para la Victoria, mayormente lo hace por convicción, está seguro de que las políticas implementadas por el kirchnerismo son las adecuadas, las que más los van a favorecer. Lógicamente, en definitiva también lo hace porque cree que gracias a esas medidas se va a favorecer, por lo tanto hay un porcentaje de conveniencia.
El dirigente kirchnerista, sin embargo, no tiene ningún tipo de convicción. Solo es kirchnerista por conveniencia. El más claro ejemplo es que prácticamente todos, salvo alguna rara excepción, antes de ser kirchneristas, o sea, lo que ellos mismos auto califican como "progresismo", eran menemistas, o sea, neoliberales. Este único dato, por sí solo, demuestra perfectamente que su único interés es la propia conveniencia.
Y por último, encontramos al tercer grupo, que es bastante más heterogéneo, y es el de los "intelectuales k". Dentro de este grupo debemos incluir, por supuesto, a personajes que van desde Víctor Hugo Morales hasta los filósofos de Carta Abierta, pasando por periodistas, cineastas, productores periodísticos, actores, cantantes y demás.
En su mayoría, estos intelectuales posmarxistas, setentistas reciclados y neoperonistas, no dudaron en expresar su simpatía con el kirchnerismo porque creyeron, equivocadamente, que finalmente Néstor iba a levantar esas banderas que ellos agitaron durante los 70. Y Néstor no solo los cobijó, sino que fue él quien les tendió la trampa; trampa en la que cayeron gustosos y de la que evidentemente, no quieren salir.
Pero seamos realistas, y siguiendo el principio "convicción-conveniencia", así como los militantes son kirchneristas mayormente por convicción, los "intelectuales" también lo son por el mismo motivo, pero no seamos ilusos, muchos de ellos defienden el apostolado k porque cobraron cifras millonarias por pertenecer.
Si hay algo seguro e indiscutible, es que siempre, absolutamente siempre, los "intelectuales k" estuvieron del lado equivocado. Siempre defendieron lo indefendible, desde antes de los 70 hasta ahora. La única diferencia es que jamás tuvieron la posibilidad de poder plasmar su ideología. Ahora lo hicieron, tuvieron la oportunidad, y así les fue. No solo demostraron que vivieron toda la vida evangelizando una idea que solo conduce al fracaso, sino que también quedó claramente demostrado que además son corruptos. Ninguno de ellos fue kirchnerista gratis.